En la víspera de que el libro biográfico del príncipe Harry esté disponible al público, el rey Carlos III ha tomado una sorprendente decisión. La cual para muchos sería una respuesta al comportamiento de su hijo menor.
De acuerdo con medios británicos el nuevo monarca se dispone a modificar la legislación británica para impedir que los príncipes Harry y Andrés, que están al margen de la familia real, actúen en su nombre cuando esté enfermo o en el extranjero.
Según una ley de 1937, el monarca puede ser sustituido en determinadas tareas, como la firma de documentos oficiales en su ausencia, por su cónyuge y los cuatro primeros adultos en el orden de sucesión al trono.
En el caso de Carlos III, se trata de la reina consorte Camila, sus hijos William y Harry, su hermano Andrés y su sobrina Beatriz.
Pero Harry abandonó la familia real y se fue a vivir a Estados Unidos con su esposa, la exactriz estadounidense Meghan Markle.
Y Andrés fue despojado de todas sus funciones reales a raíz de acusaciones de agresión sexual a una menor hace años en Estados Unidos.
Para evitar que uno de ellos tenga que actuar como rey interino -sobre todo cuando Carlos III viaja con Camila y Guillermo también está en el extranjero-, la lista de posibles sustitutos debería ampliarse, según varios medios británicos, para incluir a la princesa Ana y al príncipe Eduardo, hermanos del monarca.
Según el diario Daily Telegraph, la modificación legislativa podría producirse "en las próximas semanas" y es "un paso lógico" antes de los viajes al extranjero previstos por Carlos III y Camila en 2023.
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El Palacio de Buckingham no reaccionó a la información pero el pasado lunes un legislador planteó en la Cámara de los Lores que ha llegado "el momento de discutir con el rey una enmienda" a la ley.
"¿O es esta una situación que conviene al gobierno" con un príncipe "que ha dejado la vida pública" y otro "que ha dejado el país?", preguntó.
Antes de la muerte de la reina Isabel II en septiembre, su hijo Carlos la había sustituido en varias ocasiones, incluido el solemne "discurso del trono" en el Parlamento en mayo.