Si el príncipe Harry y Meghan Markle creyeron que al huir de Inglaterra y “desligarse” de la familia real británica lograrían escapar al escrutinio público, estaban rotundamente equivocados. Prueba de ello son las recientes declaraciones que un vecino de la pareja reveló a un medio inglés.
Además de exponer íntimos secretos de la vida cotidiana de los suques de Sussex, la fuente también hizo público el apodo con el que se refieren a Meghan quien junto a Harry adquirieron una lujosa casa por 14 millones de dólares en una mansión en el lujoso barrio de Montecito, ubicado en el condado de Santa Bárbara, California.
“La princesa de Montecito”, ese es el apodo de Meghan. Quien se lo ha ganado a pulso pues es sabido que antes de visitar algún restaurante envía ciertas peticiones que se deben de cumplir.
"Si va a Beverly Hills o West Hollywood a almorzar o cenar, llamará con anticipación y solicitará una mesa que esté completamente apartada", aseguró la fuente a la revista “Closer”.
Asimismo agregó que "en términos generales, en estos días le gustan los lugares de reunión de alto nivel como Cecconi's, Sunset Tower, Sugarfish o Lucky's Steakhouse en Montecito, que Oprah les recomendó. Se ha convertido en su favorito y son atendidos de pies y manos".
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Por si eso fuera poco, la fuente culpó a la esposa del príncipe Harry de pasar la mayor parte del tiempo en casa de Oprah Winfrey, con quien habla de sus planes a futuro.
"Ella pasa una buena cantidad de tiempo en la casa palaciega de Oprah, donde se relajan con su mejor amiga, Gayle King, y hablan de todo, desde los planes futuros de Meghan hasta lo que está pasando en el Reino Unido y cómo Harry está lidiando con todo", criticó.