Doce años han pasado desde que los puertorriqueños, Luis Fonsi y Adamari López se divorciaron. Sin embargo las especulaciones e interrogantes sobre su ruptura continúan sometidas al escrutinio mediático.
La pareja oficializó su separación en el 2010 y desde entonces Fonsi había guardado completo hermetismo respecto a ese capítulo de su vida, hasta ahora.
El intérprete de “Despacito” habló por primera vez sobre su divorcio en una entrevista que le realizaron en Chile en el programa “De tú a tú”.
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Durante la plática que Fonsi tuvo con el presentador Martín Cárcamo se dio un momento en el que le cuestionó sobre si había "algo que te haya golpeado" y fue eso lo que dio pauta para que hablara sobre su divorcio con Adamari López.
"Mucha gente ha pasado por eso... No entro en muchos detalles porque es un tema muy delicado, pero hacerlo públicamente es el doble difícil porque uno tiene dolor personal y tener que sacar la cara y que te pregunte cuando uno no quiere hablar de eso”, alegó.
Sobre cómo fue el proceso, el cantante de 44 años dijo “Cuando uno mira hacia atrás uno dice ‘este fue un momento duro’. Fue muy duro y sufrí mucho, pero gracias a ese momento me pasó esto”. Asimismo agregó “Un divorcio obviamente no es nada divertido para nadie”.
Pese a su fracaso matrimonial Fonsi admitió que rescató algo positivo. “Eso me ha endurecido, me ha ayudado a madurar, apreciar las cosas y ver la vida de otro color”.
El villano
El divorcio nunca fue un tema que Adamari López evitara hablar. De hecho ella fue la primera en exponer las razones por la que su matrimonio fracaso. Muchos de esos argumentos dejaron una mala impresión de Luis Fonsi.
En una de tantas declaraciones, Adamari aseguro que fue él quien le pidió el divorcio. Tras haber sido operada de cáncer de seno, Ada dijo que el cantante habló con ella y le dijo “que ya no la deseaba como mujer”.
“Él fue muy importante en mi vida, estuvo ahí en todo momento. Eso lo agradezco infinitamente. Pero así como me brindó ese apoyo enorme e incondicional también fue uno de los que provocó uno de los golpes o dolores más grandes que a mis 41 años había podido sentir”, confesó Ada.