El Salvador se llenó de esplendor y belleza al ser el país sede de la edición 72 del concurso de belleza Miss Universo. Fue en la noche del pasado 18 de noviembre que Sheynnis Palacios, representante de Nicaragua, marcó historia al ceñirse la corona universal, desde el Gimnasio Nacional José Adolfo Pineda, de San Salvador.
La elección de la joven nicaragüense fue del beneplácito de la mayoría de asistentes del evento, así como como cibernautas. Y es que la chica de 23 años, desde antes llegar a territorio cuscatleco, era considerada una de las grandes favoritas a ganar el título.
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Las otras 19 semifinalistas fueron las candidatas de España, Athenea Pérez; Puerto Rico, Karla Guilfú; Namibia, Jameela Uiras; Venezuela, Diana Carolina Silva; India, Sweta Sharda; Tailandia, Anntonia Porsild; Chile, Celeste Viel; Jamaica, Jordanne Lauren Levy; Estados Unidos, Noelia Voigt; Nepal Jane Dipika Garret; Perú, Camila Escribens; Camerún, Issie Princesse; Colombia, Camila Avella; Pakistán, Eria Robin; Australia, Moraya Wilson; Filipinas, Michelle Marquez Dee; Portugal, Marina Machete; Sudáfrica, Bryoni Natalie Govender, y El Salvador, Isabella García-Manzo.
El hecho de que la competencia de Miss Universo haya retornado a El Salvador tras 48 años de haberse realizado por primera vez en este territorio, generó expectativas entre los televidentes y los asistentes al evento.
Hemos hecho una selección de lo bueno y lo malo que dejó el certamen donde se eligió a la mujer más bella, inspiracional y empoderada del universo.
LO POSITIVO
El nivel de candidatas
Según expertos en concursos de belleza, en esta ocasión sorprendió el buen nivel de las concursantes. De acuerdo con “missólogos”, este año había excelentes candidatas que dieron la batalla hasta el final. Ellas no solo destacaban por su belleza, sino también por su muy buena preparación. Muchas de ellas no lograron clasificar.
La inclusión
La edición número 72 de Miss Universo ha sido la más inclusiva. En esta ocasión participaron dos madres de familia (Colombia y Guatemala), dos mujeres transexuales (Países Bajos y Portugal) y una chica de talla plus (Nepal).
La logística
Candidatas, prensa y público del evento quedaron impresionados por la logística que hubo durante el concurso, la cual estuvo a cargo de personeros del Gobierno. Por ejemplo, los asistentes fueron movilizados de manera ordenada y en transporte público desde un centro comercial hasta el recinto donde se realizaron los principales eventos. Asimismo, la prensa tuvo alojamiento (en la Villa Universitaria) alimentación, internet y transporte gratis.
Un evento de primer nivel
Esta edición impresionó por ofrecer un evento de primer nivel, lo cual se vio reflejado desde los paseos de las “misses” en diferentes puntos de interés del país hasta el impresionante recinto donde tuvo lugar la gala final. También se evidenció en el majestuoso escenario, formado por enormes pantallas led y luces.
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La amabilidad y hospitalidad de los salvadoreños
Aunque las candidatas tuvieron poco acceso con el público, ellas quedaron impresionadas con la amabilidad y hospitalidad de los salvadoreños. Muchas delegadas destacaron esas y otras cualidades de los anfitriones.
La proyección del país al mundo
El concurso fue una ventana abierta al mundo, a través de la cual El Salvador mostró sus bellezas naturales, varios de sus sitios turísticos, la riqueza cultural y la cordialidad y hospitalidad de los salvadoreños.
La coronación de una centroamericana
Otro de los aspectos positivos fue el hecho de que en El Salvador se haya coronado a una centroamericana. El triunfo lo obtuvo la delegada de Nicaragua, Sheynnis Palacios.
Clasificación de El Salvador
Un hecho importante y positivo fue la clasificación de la candidata de El Salvador, Isabella García- Manzo, tras 27 años de que el país no lograra figurar en el cuadro de finalistas.
En la historia de Miss Universo solo cuatro salvadoreñas habían tenido dicho honor, la primera de ellas fue Maribel Arrieta, que en 1955 se posicionó como Primera Finalista; luego clasificaron entre las semifinalistas Carmen Elena Figueroa, en 1975, Eleonora Carillo, en 1995, y Milena Mayorga, en 1996.
Mejora de espacios públicos e infraestructura
Gracias a la realización del concurso, muchos espacios públicos fueron intervenidos para hacerles mejoras. Ejemplo de ello fue el Centro Histórico de San Salvador, entre otros lugares, que fue embellecido para la visita de turistas nacionales y extranjeros y de las mismas candidatas. Varias carreteras también fueron reparadas.
Se incrementó el turismo
Durante los días en los que duró la competencia, muchos turistas extranjeros llegaron a El Salvador. En varios sitios de interés era frecuente la presencia de visitantes de otros países. Uno de los sitios más concurridos fue el Centro Histórico de San Salvador.
Ayuda benéfica
Lo obtenido durante el evento benéfico, “La cena de caridad”, será destinado para el Hospital de Niños Benjamín Bloom.
LO NEGATIVO
El alto costo de las entradas
Mucha gente se quejó por el alto precio de las entradas para disfrutar la gala final. Los precios para ver en vivo el espectáculo de elección y coronación fueron de $2,000, $1,00 y $500.
Cibernautas catalogaron de “exorbitantes” esos precios.
Las duras restricciones de la prensa impuestas por la Organización Miss Universo
Aunque el gobierno de El Salvador facilitó alojamiento, alimentación, internet y transporte a los miembros de la prensa, varios de ellos denunciaron el “mal trato” que recibieron por parte de la Organización Miss Universo. Por ejemplo, no se les permitió el acceso a varios eventos, y el trato por parte de algunos miembros extranjeros de dicha entidad, no fue el más cordial.
El complicado tráfico
Uno de los problemas que generó el concurso, sobre todo en los días que se llevaron a cabo los principales eventos, fue el gran congestionamiento vehicular. Y es que varias calles de San Salvador fueron cerradas antes y durante las actividades. Esto causó disgusto en automovilistas.
Cobros por ver la competencia preliminar y desfile trajes nacionales
Duras críticas recibió la Organización Miss Universo por cobrar para ver, a través de una plataforma, la transmisión en vivo de la competencia preliminar y la presentación de trajes nacionales. Usuarios tuvieron que pagar $5 por ver cada evento. Es la primera vez que Miss Universo hace este tipo de cobros. Ningún otro concurso de belleza cobra por ver en internet esos tipos de actividades.