En un acto de valentía Kate Middleton puso fin a todas las especulaciones en torno a su ausencia en la vida pública de la familia real británica. La princesa de Gales confirmó al mundo entero que padece un tipo de cáncer, el pasado 22 de marzo.
Pese a Kate, de 42 años no ha revelado qué tipo de cáncer padece, ni en qué grado es, sí informó sobre el tratamiento al que se está sometiendo.
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En el mensaje, de dos minutos y grabado en un banco al aire libre, Catalina aparece con la melena suelta y un suéter a rayas, más delgada de lo habitual y con un rictus cansado pero sonriente.
No esconde la gravedad de la situación ni el desafío que le ha supuesto a nivel personal y familiar, pero se esfuerza por mandar un mensaje de tranquilidad: "Estoy bien y poniéndome cada día más fuerte al centrarme en las cosas que me ayudarán a curarme".
"En enero, me sometí a una importante cirugía abdominal en Londres y en ese momento se creía que mi enfermedad no era cancerosa. La cirugía tuvo éxito. Sin embargo, las pruebas tras la operación determinaron que había habido cáncer", explica.
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Y añade que tras ello sus médicos le recomendaron someterse a un tratamiento de "quimioterapia preventiva" que, según el Palacio de Kensington -residencia oficial de los príncipes de Gales-, comenzó a recibir a finales de febrero.
Según explica el Instituto de Nacional del Cáncer de Estados Unidos, consiste en el uso de medicamentos o sustancias para evitar que vuelva la enfermedad o para reducir el riesgo de que aparezca.
Aunque el tratamiento no es tan agresivo, sí tiene efectos secundarios que afectan el cabello, la médula ósea, la piel y el revestimiento del aparato digestivo. Pero afortunadamente se disipan una vez se finalice el tratamiento.