Kanye West, ahora conocido como Ye, vivió uno de los debuts más fugaces en la plataforma Twitch. El 25 de abril, el controvertido artista inició su primera transmisión en vivo vestido con su característica chaqueta negra y lentes Prada, pero solo duró siete minutos antes de ser baneado por violar las normas de la plataforma.
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Durante el stream, West realizó un saludo nazi mientras gritaba "Heil Hitler" y lanzó comentarios discriminatorios contra la comunidad judía y LGBT+. Además, aseguró que Elon Musk le dio "pase libre" para publicar mensajes ofensivos en X. La transmisión terminó abruptamente cuando Twitch mostró un mensaje indicando que el canal había sido suspendido por violar los términos de servicio.

Esta no es la primera vez que el rapero muestra abiertamente su simpatía por ideologías extremistas. En febrero de 2025, puso a la venta una polémica camiseta con una esvástica en el pecho a través de su web, aunque Shopify eliminó la página alegando "potencial de fraude". En sus redes sociales ha escrito frases como "Soy un nazi", "Amo a Hitler" y "Soy racista", aunque en algún momento intentó retractarse diciendo que "después de reflexionar" concluyó que no lo era.
El escándalo en Twitch se suma a otras declaraciones impactantes recientes. A través de X, West reveló que mantuvo relaciones incestuosas con un primo durante su infancia hasta los 14 años, mientras promocionaba su nueva canción "COUSIN".

Paralelamente, Ye parece haber reavivado su matrimonio con Bianca Censori. La pareja, que atravesaba una crisis, fue vista en Mallorca tras asistir a un retiro terapéutico en España. Mientras intenta recomponer su vida personal, sus continuas provocaciones públicas siguen generando condenas y cuestionamientos sobre los límites de la libertad de expresión en plataformas digitales.
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Con apenas 220 seguidores cuando fue baneado, el paso de West por Twitch demostró que, más allá de sus talentos musicales, su nombre sigue asociado a la polémica y la intolerancia. Las plataformas parecen haber aprendido a actuar rápido ante sus provocaciones, aunque el artista insiste en mantener su discurso de odio.
Este artículo fue elaborado con asistencia de IA