Aunque en la actualidad es una de las cantantes más exitosas en el mundo, la vida de Jennifer López no siempre ha sido color de rosa. Así lo ha dejado saber en su reciente documental “Halftime” que se encuentra disponible en Netflix.
En el largometraje que se estrenó el pasado 14 de junio en Netflix, JLo expone todo lo que ha conseguido en su trayectoria artística, así como los retos y obstáculos que ha tenido que superar para alcanzar la fama.
Su historia comienza de forma humilde en el barrio del Bronx, Nueva York, Estados Unidos, donde crece con limitaciones dentro de una familia repleta de mujeres con carácter.
Pero si algo acapara la atención en el documental es la complicada relación que mantuvo en su etapa de juventud con su madre, Guadalupe Rodríguez.
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Y es que cuando la famosa tenía 18 años se vio obliga a abandonar su casa luego de un duro enfrentamiento que tuvo con su progenitora, quien no estaba de acuerdo en que ella descuidara sus estudios. A partir de ese momento, su vida se tornó difícil, más no imposible.
“Me distraía completamente de la escuela. Mi mamá decía: ‘Sí quieres vivir aquí, debes estudiar’. Una noche tuvimos una gran pelea y simplemente me fui. Viví como una gitana desde que dejé la casa de mi mamá”, detalló.
En el audiovisual, la también actriz confesó entre lágrimas en los ojos que su madre era muy estricta y que en varias ocasiones las agredió físicamente a ella y sus hermanas.
“Hizo lo que tenía que hacer para sobrevivir y eso la hizo fuerte, pero también muy dura. Nos daba tremendas palizas”, agregó.
No obstante, con el tiempo entendió por qué su madre actuó de esa manera. “Su generación pensaba: ‘un hombre se casará contigo, te cuidará por el resto de tu vida y te mantendrá’. Y ella soñaba con cosas mucho más grandes, Soñaba con ser actriz”, acuñó.