Henry Urbina es uno de los conductores de televisión más polifacéticos y queridos por la audiencia salvadoreña, con su carisma y profesionalismo sigue cosechando éxitos en el ambiente del entretenimiento. Aunque sus inicios no fueron nada fáciles, el ahora presentador de “Llévatelo” reveló que cada una de las facetas de su carrera le ha dado la oportunidad de crecer y estar donde se encuentra.
Al preguntar: ¿Bailarín, modelo, locutor, presentador, actor? ¿Cuál disfruta más? El graduado de Relaciones Internacionales de la Universidad El Salvador comentó que le gusta todo, pues cada área es diferente: “Cada una da oportunidad de crecimiento. Algunas me han permitido trabajar con la cámara, más íntimo; mientras otras, me permiten interactuar con el público”.
Por el momento se ha centrado en la televisión, la animación de eventos y la actuación. Sin embargo, recordó cuando comenzó en el modelaje, pues estaba en auge en el país, era un boom. “Había pasarelas en medio de los conciertos electrónicos, algunos almacenes me contrataron como imagen regional”, aseguró. De igual forma, disfrutó al máximo su etapa de bailarín.
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“La gente se entusiasma cuando lo ven bailar… Nos contrataban para ir a un montón de fiestas, bodas, cumpleaños… Cada una de las cosas que he hecho las he disfrutado un montón, y las he ido disfrutando en la medida que he ido creciendo. Ahora ya no hago (baile), pues no me alcanza el tiempo”, agregó el profesional que hizo su primera presentación en público en 2002, en los XIX Juegos Centroamericanos y del Caribe, realizadas en San Salvador.
Asimismo pasó por su mente la primera vez que le dieron un micrófono y tuvo la oportunidad de conducir una actividad, una experiencia que no olvida, ya que no llegó el presentador y tuvo que ponerse frente a los asistentes en una sala de cine. “Sude, me temblaba todo, me puse tartamudo… yo dije, esto no me vuelve a pasar”, explicó. “La segunda vez tampoco llegó el presentador, estábamos en Cifco (Centro Internacional de Ferias y Convenciones, ahora Hospital El Salvador), y había como cinco mil personas en el anfiteatro, no sabían qué hacer y yo les dije: ‘si quieren me dan el micrófono y les ayudo’. ‘¿Y vos podés hablar en público?’, respondieron. ‘Si quieren intentamos’, contesté. ‘Pues demole, porque no hay nadie’, dijeron. Ahí sí me sentí con más confianza y les gustó, a partir de ese momento comenzaron a contratarme, así que comencé a foguearme”.
Incursionar en el mundo de la televisión, también fue un proceso paulatino para Henry, no fue de golpe, es más, las divide en dos partes: el momento en que no hablaba, porque era bailarín o modelo; y el segundo, cuando ya contaba con el micrófono en mano,tuvo la oportunidad de debutar como presentador de noticias y reportero. Es más, a los 16 años intentó ser parte del staff de “Hola El Salvador”.
“El matutino puso un casting abierto, y me recuerdo que me fue hacer la fila, tenía 16 años. Comencé a ver la gente arriba del escenario, veía que unos cantaban, otros bailaban, otros hablaban. Y yo decía: ‘y yo qué voy hacer cuando llegue ahí…’ Y seguía parado en la fila, viendo a la gente, quizás estuve como una hora viendo a las personas y dije, ‘no’, y me salí. Siempre digo, ‘fue la fila más larga que hice en mi vida’. Desde ahí comencé a prepararme. Con los años, logré llegar al programa”, explicó Urbina, quien también fue parte del staff de "Ganando en familia"
Urbina además afirmó que ha trabajado duro en cada una de las áreas en las que se ha involucrado, ya sea frente o detrás de cámara: “He estado como coordinador de una productora de televisión. Me tocaba jalar cables, castings… aprendí muy bien”.
Apoyo incondicional
Si hubiera que agradecer a alguien por estar dónde está, ¿a quién sería? “Tengo muchas personas a quien agradecerle. Principalmente a Dios, hay muchas cosas que yo he hecho que se las debo a Dios, hasta el momento, no me explico cómo se ha dado… Y luego, la persona que siempre ha estado ahí ha sido mi mamá, toda la vida. Mi mamá me sacó adelante sola, somos tres hermanos, y nos sacó a los tres adelante. Ahora somos profesionales los tres y ella siempre ha estado ahí”.
A pesar de sus logros, Urbina ha sido presa de los bajones de ánimo, pues al preguntarle si ¿alguna vez pensó en tirar la toalla y dedicarse a otra cosa? Su respuesta, sin dudar, fue: “muchas veces”.
“En el área del baile, la paga es bien poca y el esfuerzo físico es grande. Regresaba de los ensayos cansadísimo. Recuerdo que regresaba a casa, en bus, en hora pico, parado, después de estar 4 o 5 horas en clases… Me alcanzaba justo para pagar la universidad, para comer un almuerzo de un dólar. Veía a mis compañeros que comenzaban a trabajar en otras cosas y se podían pagar mejores cosas, y yo ni tenía la oportunidad de estrenar una camisa en Navidad... No me alcanzaba, no me pagaban mucho ”, afirmó.
Llegó a un punto, cuando Henry terminó sus estudios universitarios, dónde se preguntó: ¿qué voy hacer? ¿Entro a una oficina y me dedico a esto (Relaciones internacionales)? “Me decidí por el área artística porque vi que lo disfrutaba más y comenzaba a generar un poco más de dinero. Pero eso sí, decidí prepararme más. Tenía que trabajar más, y así fue. Ha sido un largo camino hasta acá, porque en la medida que he ido avanzado me he fogueado. Estudié dos cosas al mismo tiempo, me preparé en las artes: baile, actuación… Cuando ya tenía el título logré estudiar un par de post grados”, relató.
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Urbina afirmó que esta es una batalla constante para seguir sus sueños, pues hace poco salió actuar en una obra y se llevó una sorpresa: “Creo que ha sido la cantidad más pequeña (de personas) que había en una sala de teatro, a lo mejor 20-30, quiera o no, eso afecta, y allí llega el profesionalismo, la preparación y uno dice, son 20 personas que han pagado porque que creen en lo que estamos haciendo. Y actuamos como si la sala estuviera llena y sacamos la función”.
En cuanto a su motivación, detalló que la encuentra en la gente, la interacción con el público, ver que sus acciones pueden cambiar vidas, independientemente del área donde se esté. “He tenido la oportunidad de recibir muchos testimonios de diferentes personas, de cambiar la vida de ellos y para mí ha sido algo impactante. Yo ando en la calle y hay gente que me saluda, me dicen yo estudio esto porque te vi a vos en tal película, pero yo digo, eso fue hace 10 años… He tratado de llevar un mensaje positivo, un entretenimiento sano, puedo andar cansado, desvelado y la gente me ve en la calle y me abraza como que me ve todos los días. Yo no me siento raro, me siento bien, y me tomo fotos con ellos, ese acercamiento con la gente lo llena, así como los aplausos… eso me ha motivado a salir adelante”, dijo.
¿Sueños por cumplir? “Muchos. Ahora ya estoy haciendo teatro al más alto nivel, tengo que invertir mucho tiempo en esas obras, pues estoy participando con diferentes grupos, no soy un artista de una sola compañía, actúo con varias que son muy conocidas. Además, tengo la oportunidad de seguir presentando eventos, voy a los lugares, elección de reinas… sigo en la televisión, gracias a Dios, pensé que se iba acabar por cuestiones laborales; sin embargo, hay bastante trabajo, me tengo que organizar. Quisiera cubrir todo, pero ya no me alcanza el tiempo y he tenido que decir no, en algunas oportunidades, porque no me gusta quedar mal, me gusta estar comprometido con el trabajo”.
“Gracias a Dios sigo activo, y parte de eso es por la preparación y la disciplina. Siempre sigo trabajando por mis sueños. Quiero trascender más y seguir cambiando vidas de manera positiva, saltar a un plano internacional, representar a El Salvador en proyectos cinematográficos, giras, pero a nivel internacional, porque todavía nos hace falta. Me quisiera sumar a ese esfuerzo, tener esa oportunidad de estar afuera y decir: ‘en El Salvador tenemos mucho talento’, ya que hay muchas personas que pueden hacerlo”, concluyó.