El reciente fallecimiento del reconocido actor Gene Hackman y su esposa, Betsy Arakawa, ha desatado una serie de controversias en torno a la distribución de su patrimonio, estimado en más de 80 millones de dólares. Los documentos testamentarios revelan que Hackman designó a Arakawa como su única beneficiaria, excluyendo a sus tres hijos de su matrimonio anterior con producto de su matrimonio con Faye Maltese: Christopher, Leslie y Elizabeth.

Hackman y Arakawa contrajeron matrimonio en 1991 y, según información publicada por E Online, el actor actualizó su testamento en 1995 para nombrar a su esposa como la principal heredera de su fortuna.

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Este testamento fue revisado por última vez en 2005, manteniendo a Arakawa como la única beneficiaria. La pareja residía en Nuevo México, un estado con régimen de bienes gananciales, lo que implica que los bienes adquiridos durante el matrimonio se consideran propiedad conjunta.

Las circunstancias de sus muertes añaden complejidad al asunto. Arakawa falleció el 11 de febrero de 2025 debido a un síndrome pulmonar por hantavirus, una enfermedad rara transmitida por roedores. Hackman, de 95 años, murió aproximadamente una semana después, el 18 de febrero, a causa de una enfermedad cardíaca hipertensiva y aterosclerótica, con la enfermedad de Alzheimer como factor significativo.

Sus cuerpos fueron encontrados el 26 de febrero en su residencia de Santa Fe.

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La exclusión de los hijos de Hackman de su testamento ha generado incertidumbre sobre la distribución final de su patrimonio. Aunque los hijos no fueron mencionados como beneficiarios en el testamento, podrían tener derecho a una parte de la herencia como herederos directos. De hecho, se ha informado que uno de los hijos de Hackman ha contratado a un abogado especializado en fideicomisos y sucesiones, lo que sugiere una posible impugnación del testamento.

Además, el testamento de Arakawa contenía una cláusula que estipulaba que, si ambos fallecían en un lapso menor a 90 días, sus bienes serían destinados a organizaciones benéficas. Dado que Hackman sobrevivió a Arakawa por aproximadamente una semana, esta disposición podría no aplicarse, lo que añade más incertidumbre al destino de la fortuna.

La situación se complica aún más debido al estado de salud de Hackman en sus últimos años. El actor padecía Alzheimer avanzado, lo que podría llevar a cuestionar la validez de las decisiones testamentarias tomadas en ese periodo. Sin embargo, expertos legales señalan que, dado que el testamento fue firmado hace 20 años, impugnarlo podría ser más difícil.

En resumen, la decisión de Gene Hackman de excluir a sus hijos de su testamento y nombrar a su esposa como única beneficiaria ha generado una situación legal compleja tras el fallecimiento de ambos. La combinación de las disposiciones testamentarias, las circunstancias de sus muertes y el estado de salud de Hackman plantea desafíos significativos en la distribución de su patrimonio, lo que podría derivar en disputas legales en el futuro cercano.

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