Han transcurrido más de 365 días desde la boda religiosa de Brenda Contreras en la Parroquia de Santa Elena, la carismática influencer salvadoreña que contrajo matrimonio con Mario Gutiérrez.
Esta Semana Santa, la expresentadora del programa "Domingo para Todos" de Telecorporación Salvadoreña (TCS) disfrutó de una nueva luna de miel en Cartagena de Indias, Colombia.
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En su cuenta de Instagram, ha compartido una diversidad de coloridas instantáneas y clips de su viaje por la nación sudamericana.
Pero este fin de semana, no ha duda en compartir con sus más de 410,000 seguidores la particular forma en que ella y su esposo celebraron su primer aniversario de bodas.
Y es que la compatriota decidió seguir la tradición de guardar un pedazo de tarta de bodas en el congelador para comerlo en pareja un años después del enlace.
Dicha costumbre no es nuevo en lo absoluto, varias famosas de la farándula latinoamericana lo han hecho y han compartido el momento con sus audiencias, como la conductora peruana de "América Hoy", Ethel Pozo, o la dominicana Francisca de "Despierta América".
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Esta vez ha sido Brenda, quien colgó en sus Instories algunas imágenes del pastel congelado y la forma en que lo volvieron a disfrutar con su esposo. La tarta marmoleada con mini marshmallow quedó muy apetitosa.
Primero lo deja ver congelado, luego asegura haberle agregado leche para hidratarlo y luego, mostró que lo saborearon junto a un café latté.
¿Pero por qué lo hacen? Según Ethel Pozo, comer pastel de bodas en el primer aniversario es símbolo de "fidelidad y amor eterno".
"Sea una tradición o una cábala, nosotros la guardamos con mucho amor y cuidado durante 12 meses y estaba…..deliciosa, perfecta como esa noche mágica en la que decidimos unir nuestras vidas y formar una familia", expresó la peruana en septiembre de 2023, según nota que publicó el sitio infobae.com.
Lógicamente, lleva un proceso. El pedazo de pastel debe congelarse el mismo día de la boda, a pocas horas de partirse y bien cubierto para que no absorba olores de otros alimentos.
Luego, al año, antes de volver a saborearlo hay que sacarlo del congelador un día antes y pasarlo a refrigerar para que el día del aniversario esté listo para saborear de nuevo.