Con 71 años de existencia, Miss Universo es uno de los concursos de belleza más vistos y de mayor duración en el mundo. Año con año es transmitido en 165 países y es visto por más 500 millones de personas. A pesar de que es una de las competencias más populares en el mundo, en cuestiones económicas no le está yendo tan bien.
En septiembre pasado, el periódico New York Post reveló que el certamen estaba pasando por una crisis económica, por lo que se veía obligado a vender a la marca Miss Universo.
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“El famoso super agente Ari Emanuel de Endeavour está pasando por un mal momento tratando de encontrar un comprador para su negocio de concurso de belleza en dificultades, y se niega a reducir el precio”, comentó el medio.
El CEO de Endeavor, propietario de Ultimate Fighting Championship y de la agencia de talentos William Morris, adquirió la organización del concurso de belleza de manos del expresidente de Estados Unidos Donald Trump en el 2015.
El diario señaló que durante los últimos seis meses se ha intentado vender la marca de Miss Universo por 20 millones de dólares, pero no se concretó, además ahí también se incluyen Miss USA y Miss Teen USA.
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Sin embargo, el pasado 25 de octubre se dio a conocer que finalmente el certamen pasó a manos de la billonaria transexual Anne Jakrajutatip, originaria de Tailandia, y su empresa JKN Global Group Public Company Limited.
Por medio de sus redes sociales la empresaria confirmó dicha información: “Sí, soy dueña de todo, soy la única dueña y, finalmente, el universo es nuestro”.
Anne es una destacada figura de la televisión tailandesa y defensora de los derechos LGTBQ+.
Dirige el grupo mediático JKN Global y es conocida en su país por presentar la versión tailandesa del programa de telerrealidad Project Runway. Su fortuna se estima en 170 millones de dólares, según Forbes.
En conferencia de prensa, la nueva dueña de Miss Universo anunció varios detalles y cambios, entre ellos, que ya tiene país sede para 2023 y para 2024, que cambiará horario de transmisión (se hará en horario tailandés y no americano) y que en la edición de 2020 (que será en enero próximo en New Orleans) se estrenará corona.
Con este cambio de dueño de Miss Universo, missólogos latinos (expertos en temas de concursos de belleza) han expresado su preocupación, pues creen que a partir de 2023 las candidatas del continente americano no tendrán muchas oportunidades de clasificar o ganar, que serán las candidatas asiáticas, especialmente tailandesas, la que saldrán favorecidas con el cambio.