Óscar "Toto" Zelaya migró a los 23 años hacia Estados Unidos, Georgia, en 1999. “Yo sabía que tenía que buscar algo diferente que hacer, algo en lo que quería crecer”, recuerda el compatriota que se formó en educación básica e integró bandas de paz —tocando percusiones— con dificultades de aprendizaje debido a la dislexia..
En 2022, convertido en todo un empresario de la producción de espectáculos públicos, figura como el único salvadoreño en la lista de personas más influyentes de Atlanta.
“Yo fui como cualquier inmigrante a trabajar en construcción... empecé desde abajo”, reconoció quién llegó a Atlanta por invitación de un familiar, con poco dominio del idioma inglés.
“Para ese entonces, los supervisores no se podían entender con los hispanos que trabajaban en la construcción y me agarraban a mí y me ocupaban”, agregó el salvadoreño que admitió que en ocasiones se inventaba la traducción, al mejor estilo de Roberto Benigni en el clásico italiano “La Vida es Bella”.
Pero pronto, la música se convirtió en la construcción más importante de su vida, un camino personal al éxito que también tuvo sus etapas de desilusión.
“Y así empecé, hasta que por las noches iba a tocar a los bares, porque mi pasión era la música”, recordó. Cada jueves, viernes y sábado, Zelaya actuaba en bares hasta las tres de la madrugada y comenzaba su trabajo en la construcción a las cinco.
“Todo el mundo quiere grabar música pero en Atlanta solo hay R&B, hiphop, country Music y no entienden qué es la música latina”. No sabían de cumbia, salsa o clave latina, algo que ya ocurría en Miami y Los Ángeles.
“¿Por qué no montas un estudio de grabación para latinos?”, le llegaron a sugerir un día, sus conocidos.
“El éxito, de la única forma que se consigue es si logras descubrir tu talento y tu pasión. Si unes esas dos cosas, Créeme que vas a tener éxito en la vida”
Óscar "Toto" Zelaya, CEO de Blue Point Entertainment
Con la ayuda de sus amigos en la construcción, el salvadoreño se decidió a levantar un estudio de grabación que se llamó “Latintime Studios”. “¿Y cuánto gastaste aquí, $350,000 ó $400,000?”, preguntaban otras personas.
“Yo creo que no nos habíamos gastado ni $25,000 en todo el proyecto”, confesó el ingenioso músico. Pronto llegaron proyectos con los Latin Grammy, Leila Cobo -editora en jefe de Billboard-, y Sergi George -productor de Marc Anthony-.
La primera gira que tuvo en Estados Unidos fue la de Ricardo Arjona, en 2005. “No nos fue tan bien como pensamos, pero ahí empezó toda la carrera”, recordó un emocionado compatriota que aún no entiende por qué lo incluyeron en la lista de influyentes de Atlanta.
“La historia que marcó la pauta de mi vida fue con Alberto Aguilera Valadez, Juan Gabriel”. “Hice una gira de Joan Sebastian, La Banda el Limón y Pepe Aguilar”.
Todo salió de maravilla en ese 2007 con entradas agotadas. Pero la gira con artistas nuevos y compromisos adquiridos coincidió con la crisis inmobiliaria de 2008. En conciertos para más de cinco mil personas, solo llegaban 500 fanáticos.
Poco a poco, su “golpe de suerte” se derrumbó. “Tenle miedo a alguien que lo haya perdido todo porque ya no le tiene miedo a nada. Y en esa gira yo perdí absolutamente todo”, aseguró. “Después de andar con MANÁ, Arjona, Aventura y Romeo Santos, todos ellos”.
Con lo mal que iba la economía en general, nadie quería ir a conciertos. Zelaya pidió una oportunidad entre sus amigos de la construcción y cayó en depresión cerca de un mes.
En esos días, vio un video de Dante Gebel, pese a resistirse en un inicio, su vida cambió en cuanto escuchó el mensaje “vuelve a empezar”, que le llegó en ese audiovisual.
“El que logre bajar a Latinoamérica va a ser el ídolo de todos los promotores”, fue lo que escuchó del entorno en su regreso a la industria. “Un año y medio lo busqué... Todas las semanas me regresaba con el no”, de parte del hijo de Juan Gabriel, Iván; Jesús Alas, lo mismo, y cualquier representante del cantante respondía con negativa los correos que envió el compatriota durante un año y ocho meses.
“Disfruta el camino, los golpes, lo que te duele, lo que te cuesta, lo que todo el mundo te rechaza, disfrútalo, porque eso es lo que te va a hacer sentir, al final del camino, que valió la pena”
Óscar "Toto" Zelaya, CEO de Blue Point Entertainment
Así, empezó todo. “Una vez en Guatemala. En el primer show en Guatemala, estaban esperándome 18 promotores de Latinoamérica”, recordó.
Zelaya habló con Juan Gabriel y le preguntó si le podía pasar los contactos de esos promotores y él le dijo: “No Óscar, ahora usted va a cerrar todos mis conciertos. De aquí para adelante, usted se encarga de todo eso. Reúnase con todos ellos”.
Luego, llegó el Cirque Du Soleil, formó nuevas emisoras de radio cristianas en Estados Unidos y dio vida al festival de música cristiana latina más grande en Estados Unidos.
Zelaya ha trabajado en publicidad y organizó el concierto de Karol G en El Salvador y la gira de la colombiana. Entre otros artistas, el salvadoreño ha trabajado con Justin Bieber, Wisin y Yandel, Gilberto Santa Rosa, Don Omar, Ricardo Montaner y Franco de Vita.