Su buen sentido del humor lo ha llevado a sobresalir como presentador. Sin embargo recientemente James Corden no mostró ni una pizca de cordialidad con el personal de un restaurante en SoHo en la ciudad de Nueva York.
El británico protagonizó una bochornosa conducta por lo que fue vetado del exclusivo restaurante “Balthazar”. La indignación que causó fue tanta que el mismo propietario, Keith McNally, fue quien confirmó que James no era bienvenido.
Keith dio a conocer su descontento a través de su cuenta de Instagram en donde llamó a James “pequeño cretino” por comportarse de forma "abusiva" y arrogante.
No obstante, pasado un tiempo, Keith decidió darle una segunda oportunidad al británico. Pues le ofreció unas sinceras disculpas y mostró arrepentimiento.
El decadente show
La reprochable conducta de Corden se debió que habría encontrado un cabello en la bebida por lo que exigió que le sirviera una nueva ronda de bebidas y que todas ellas corrieran a cargo del restaurante.
McNally también reveló que le británico se quejó de la tortilla que había pedido su esposa, Julia Carey, y dejó entrever al gerente que podría escribir una reseña negativa sobre el restaurante. Una actitud que el dueño del restaurante no estaba dispuesto a tolerar por lo que lo vetó.
Al parecer Corden pensó que tendría el respaldo de sus followers, pero no fue así. Finalmente ese terminó disculpando con el propietario y personal y así fue como recibió una segunda oportunidad.
"Alguien lo suficientemente generoso y desinteresado como para disculparse con alguien como yo, y con mi equipo, no merece ser vetado de ningún sitio, especialmente de Balthazar", reveló Keith.