El 18 de enero de 1997, los cantantes Lucero y Manuel Mijares unieron sus vidas en sagrado matrimonio. A partir de ese momento todo, en torno a la pareja, generaba noticia. De hecho eso es algo que no ha cambiado pese a que se divorciaron en el 2011. Y ahora, luego de 25 años, su boda vuelve a ser tendencia.
En esta ocasión, quienes fueron considerados la pareja del momento, están vigentes en la web pues se ha revivido el épico momento de cuando los recién casados demostraron que se sabían la coreografía completa del éxito del merenguero, Wilfrido Vargas, “El baile del perrito”.
Un video muestra de principio a fin cómo Lucero y Mijares sonreían de oreja a oreja y dirigían al grupo entero que se encontraba en la pista. Al frente de la multitud la pareja recreó los pasos que dictan el coro del clásico merengue.
“Que lo baile de lado, que lo baile abajao'
Que lo baile empujao', que lo baile como
Pide el mambo, que todo se esta alborotando
El baile del perro ju!
La fastuosa boda televisada
"Lazos de amor por siempre" fue el título del programa de cuatro horas, que incluyó la misa oficiada por el arzobispo primado de México, Norberto Rivera, la ceremonia del enlace civil, entrevistas con invitados, amigos y satres de los novios.
La boda, que desde dias antes despertó la curiosidad del público, se efectuó en pleno corazón de la capital mexicana: en el Colegio de La Paz de las Vizcaínas, que lucía como un set cinematográfico y donde se dieron cita personalidades como el magnate Emilio Azcárraga, presidente de Televisa, el alcalde capitalino, Oscar Espinosa, los influyentes presentadores Raúl Velasco y Don Francisco.
La bella Lucero, quien según sus allegados llegó al tálamo nupcial "casta y pura", y Mijares cobraron por los derechos de trasmisión 7 millones de dólares, de acuerdo a estimaciones de la prensa.
La cadena Televisa, según el diario Reforma, habría obtenido por la comercialización de la llamada "boda del año" 11,7 millones de dólares por diez cortes comerciales de 22 anunciantes. Además para este domingo tiene programado trasmitir un especial de tres horas con los mejores momentos de la tele-boda.
Los cerca de 300 invitados, todos de rigurosa etiqueta, pudieron comer crema de morillas, pechuga al champagne y helado praliné y beber champagne, cognac, anís y café.
Fuera de las cámaras y del glamour de la ceremonia, en las calles cercanas al Colegio de la Paz de las Vizcaínas, policías antimotines mantuvieron a raya a los miles de curiosos que no contaban con la anhelada invitación y que querían ver el publicitado enlace matrimonial.