Autorizada en Arabia Saudita pero prohibida en Kuwait, el éxito mundial de la película "Barbie" evidenció las divisiones entre los Estados del Golfo, tironeados entre la apertura y el conservadurismo.
La cinta de Greta Gerwig, que también se estrenó en Emiratos Árabes Unidos y Bahrein, aún no está disponible en Catar ni Omán.
En Dubái, cuyas autoridades figuran entre las menos conservadoras de la región, las espectadoras decidieron vestir abayas rosas para ver el filme en el cine de un adinerado barrio del emirato.
"No imaginábamos que una película así sería proyectada en los países del Golfo", dijo a AFP Wadima Al-Amiri, una emiratí de 18 años, que fue al cine junto a sus amigas para hacerse su propia opinión en medio de tantas polémicas.
Kuwait, en cambio, prohibió el filme por "ofender la moral pública". Pero los críticos también le reprochan difundir una visión extrema de la emancipación de las mujeres.
En la película, las "barbies" ocupan funciones tradicionalmente reservadas a los hombres. Solo una de ellas está embarazada y los "Kens" se encuentran relegados a segundo plano.
¿Desafío a la masculinidad?
Las críticas no desalentaron a Mounira, una saudita de 30 años, que fue a ver la película junto a sus tres hijas, todas vestidas de rosa. "Si incluye valores y principios opuestos a los nuestros, no debería proyectarse en Arabia Saudita ni en otros países del Golfo", declaró a la AFP.
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"Pero hemos venido a dar una oportunidad a la película", dijo. Desde hace algunos años, la rica monarquía ha dado pasos hacia las mujeres. Desde 2018 pueden conducir y viajar sin ser acompañadas por un hombre. El país también envió una astronauta al espacio.
Pero estos cambios, auspiciados por el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, han ido acompañados de presiones contra activistas feministas, muchas de las cuales siguen encarceladas.
El malestar es palpable en el país, donde los cines apenas reabrieron en 2017 tras años de prohibición.