Lucía y Emilia son dos niñas sobrevivientes que simbolizan la vulneración de los derechos humanos de la niñez que se ha naturalizado en El Salvador y el mundo.
Su historia es la de miles de infantes que a diario enfrentan los golpes de todos esos tipos de violencia que gobiernan la vida en el campo, en la que deben hacer de tripas corazón para seguir andando.
“Todos los peces” es la película que cuenta esa historia, una que narra la realidad de esos niños y niñas de una forma tal, que poesía y metáfora permiten desplazarse por dicha temática con mayor facilidad.
Así lo visualizó la directora del filme, la salvadoreña Brenda Vanegas, quien comenzó a hilvanar el documental ficcionado desde que inició a recopilar cada testimonio detrás de la cinta de hora con 20 minutos.
El relato gira en torno de Lucía, una niña de 11 años y la mayor de ocho hermanos, de una familia que vive en un ambiente de descuido y pobreza. Ella es el único sostén del hogar, pero un día regresa a casa después de vender y ninguno de sus hermanos está.
Ni su madre, ni los vecinos, ni nadie sabe para dónde y por qué se los han llevado. Su mamá nunca habla de ese día, por lo que se va lejos, abandonando el lago, el sitio de toda la vida. Bajo un instinto irrompible, Lucía no deja de buscar a sus hermanos.
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Esa es la sinopsis oficial de la película que ya recorrió varios festivales a nivel internacional. Para Vanegas, esto ha sido muy importante, porque ha permitido que su película retome el tema de la vulneración de los derechos humanos de la niñez y genere un diálogo con distintos públicos.
¿Qué significó para ti que tu película fuera parte del Festival de Locarno y ahora se estrene en el Festival Internacional de Cine Suchitoto?
Creo que para los que nos dedicamos hacer cine — y en este caso hablo como cineasta pero también como creadora mujer—, hacer cine en nuestros países, abordando temáticas que son sensibles, como algunos aspectos de derechos humanos y alguna mirada donde se quiere reflejar o evidenciar algunas cosas que se han naturalizado pero que siguen siendo vulneraciones de derechos muy fuertes, sobre todo en el tema de la niñez, es bien importante que esto pueda tener una visibilidad tan valiosa como haber estado en un festival como el de Locardo (Suiza), que es un festival muy importante para el cine independiente a nivel mundial, así como otros festivales más pequeños pero no menos importantes... me da mucha satisfacción porque son realidades que se pueden transmitir a través del cine como una ventana y poder, de alguna manera, compartir estos mensajes. No hay que olvidar que al final el cine también es un lenguaje, es una forma en que narramos historias, una forma en que contamos las cosas que vemos, que sentimos y que nos inquietan. Para mí tiene igual importancia que se vea en el FICS que es dirigido por Paula Heredia desde hace varios años y que pueda ser también como la película de la gala, le da un sentido muy especial porque es un estreno local y un estreno centroamericano especial que le permite a la película también verse donde ha nacido la historia…
¿Cuándo te aventuraste con este proyecto, imaginaste que llegarías hasta donde has llegado?
Hay una cosa muy relevante con respecto a la historia que se está contando y la forma en que se está narrando. Hablar de niñez es un reto muy importante y además creo yo que es un espacio que se le debe dar, en este sentido, a las voces de las niñas y niños que ven y sienten ese mundo desde esa mirada. Desde la mirada de la niñez, de la inocencia, de unas personalidades que están en formación, pero también de una simpleza en la que se ve la vida, en que se asumen las cosas, que todo esto tiene esta película.
El proceso fue muy complejo, partimos de muchos testimonios reales, especialmente el de dos chicas, que para mi tienen una fuerza de vida impresionante que han dejando muchos aprendizajes y luego toda la composición literaria y metafórica... yo creo que vengo de un ser muy literario, en el sentido en que la palabra escrita para mí es una manera de verme, sentirme y explicarme. Hay cosas que ni siquiera logro entender hasta que las escribo, hasta que me pongo en un diálogo personal conmigo misma y al escribir me doy cuenta que voy entendiéndome. Creo que llevar estos aspectos de lo visual, de lo literario y de lo auditivo a una poesía, con el sonido y las imágenes creadas a través de los textos, las imágenes creadas a través de lo visual, también permiten tener una conexión más cercana a esta historia que es tan dura. Es como un contrapunto interesante de una historia muy violenta, muy muy violenta, pero que narrada desde esa forma más poética permite que se entre con más facilidad a la historia, a la narración.
¿Cuál fue el reto más grande para ver tu película en la gran pantalla, retomando una temática tan dura como la realidad que viven los menores en las zonas rurales?
Encontrar la forma de cómo contar esta historia para mí fue el reto mayor, como la manera de: “Ok, quiero narrar esto, quiero darle espacio a esta historia , a ver todo lo que pasa en esta sociedad que de alguna manera ve a los niños como el futuro, pero no ve a los niños que como un futuro deben estar bien ahora”, y creo que ahí estamos siendo copartícipes de esa omisión, todas y todos, porque es un reto como país que tenemos. No es algo que le pertenezca solo a una parte del país o de la ciudadanía. Fue ahí cuando empecé a trabajar la forma en que lo iba a contar y el equipo con el que iba a trabajar. Sabía que necesitaba un equipo pequeño, un equipo muy sensible, personas que tuvieran un interés genuino en la niñez, una maternidad que de alguna manera sea explorada desde otros puntos de vista y no necesariamente de tener un hijo, sino como los vínculos que se tienen con la niñez, de la docencia, desde una maternidad buscada, etc.
Este 26 de noviembre, “Todos los peces” debuta a nivel de Latinoamérica, en la noche de gala de la 9° edición del Festival Internacional de Cine Suchitoto (FICS). El estreno se llevará a cabo bajo las estrellas, a partir de las 6:30 pm
Y después de dos años anormales por cuestiones de pandemia, el festival regresa con su tradicional alfombra roja de aserrín e invitados especiales. La película se proyectará al aire libre a través de seis pantallas gigantes, pero quienes deseen disfrutarla en el Teatrillo que funciona en los jardines de Casa Clementina, deberán hacer reservación.
La entrada es gratis. Más información en las redes del FICS: @FestivalFICS @CasaClementinaSV.