Los cuatro hijos de Isabel II cumplieron una noble tradición en honor a su memoria. Ellos guardaron una vigila junto al féretro de su madre, fallecida el jueves a los 96 años, en la catedral escocesa de St Giles, donde se ha instalado una capilla ardiente.
El rey Carlos III, su primogénito, junto con la princesa Ana, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo, se manutuvieron en pie, en silencio, alrededor del ataúd durante unos diez minutos.
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Esta es la primera vez que una mujer, Ana, cumple ese papel. Cuando murió Isabel Bowes-Lyon, conocida como la reina madre, en 2002, la vigilia la llevaron a cabo sus nietos varones Carlos, Andrés, Eduardo y David Armstrong-Jones, único hijo de la princesa Margarita.
Miles de personas presentarán sus respetos a la soberana en el templo escocés, donde permanecerán sus restos mortales hasta este martes por la tarde.
El martes a las 17.00 hora local (16.00 GMT) el ataúd será retirado en procesión de la catedral y trasladado desde el aeropuerto de Edimburgo a la base de la Real Fuerza Aérea británica en Northolt, al este de Londres, acompañado por la princesa Ana.
El avión aterrizará en torno a las 19.00 hora local (18.00 GMT), tras lo cual el féretro se llevará a Buckingham, que fue la residencia oficial de la soberana, donde se depositará en uno de los salones para que miembros de la familia real y empleados del Palacio puedan rendirle tributo.