El pasado viernes, Beyoncé lanzó su nuevo disco "Renaissance" y este ya se ha vuelto tendencia, pero no por la razón que la artista quisiera.
Su nuevo álbum ha tenido acusaciones de plagio, se ha dicho que ha vuelto hablar de las infidelidades de su pareja Jay Z y el último escándalo son las críticas desatadas por la canción Heated, en donde utiliza una palabra que ha sido considerada como "discriminación" para las personas con discapacidad. "Spazzin on that ass, spazz on that ass", reza parte de la canción.
"Spaz" es un término que se usa a menudo para referirse a pacientes con parálisis cerebral de forma despectiva y que cae en esa categoría de palabras que hoy se consideran políticamente incorrectas en cualquier contexto.
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Sin embargo, en el inglés vernáculo (la jerga que habla la comunidad afroestadounidense) la palabra también significa "perder el control", "agitar" o "volverse loco". Y esa fue precisamente la explicación que dio el equipo de Beyoncé, pero esta no ha convencido a muchos de sus seguidores y otros colectivos, especialmente del Reino Unido, quienes durante el fin de semana protestaron por la letra de la canción.
Ante esto, en las últimas horas se conoció que la cantante volverá a grabar la canción Heated para eliminar este término y reiteró que no fue su intención "ponerlo en un contexto intencionadamente dañino".
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La intérprete de "Crazy in Love" no es la primera artista que se mete en problemas por el uso de esa palabra; en junio, Lizzo tuvo que pedir disculpas públicas y volver a grabar su sencillo "Grrrls" porque en la versión original decía que era "ella una "spaz".
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