"Antes la lluvia” es una película salvadoreña que despierta los sentimientos más profundos de las personas. Es una historia que visibiliza los retos y desafíos a los que se enfrentan las mujeres migrantes para poder darle una mejor vida a su familia. Además, destaca el tema del Alzheimer, como una forma de romper con las cadenas de los prejuicios sobre esta enfermedad.
El largometraje, dirigido por Brenda Vanegas y protagonizado por las actrices Patricia Rodríguez, Isabel Dada e Inma López, se estrenó el pasado 28 de abril en el país para que los salvadoreños disfruten de esta producción en Cinemark La Gran Vía y Metrocentro, en horarios de 5:00 p.m. y 7:00 p.m.
El filme de ficción proyecta la historia de dos mujeres, María y Esther. Ambas se encuentran en medio de grandes pérdidas. María (Patricia Rodríguez) es una mujer migrante salvadoreña que pierde su trabajo injustamente tras enfermar y, además, está terminando una relación dolorosa. Esther (Isabel dada), una mujer mayor que padece Alzheimer, está perdiendo la memoria, y con ella los recuerdos más importantes. En medio de esto, las dos mujeres construyen una amistad especial y de profundos cuestionamientos sobre el olvido.
Según la cineasta salvadoreña, Brenda Vanegas, el camino para lograr contar esta historia no ha sido fácil, pero sí mucho más hermoso y sensible de lo que se imaginó en algún momento. Se comenzó en 2014 con un fondo de $25,000 para hacer un cortometraje, el cual en sus inicios se llamó “Volar”, ganando un premio Pixel, otorgado por el Ministerio de Economía, a través de la Dirección de Innovación y Calidad (DICA) y el Fondo de Desarrollo Productivo (FONDEPRO).
Sin embargo, la realizadora de cine aseguró que la historia creció y se desarrolló lo suficiente para convertirse en un largometraje. Todo esto ocurrió en “el momento de investigar, de hacer un análisis más hondo de los personajes, de la migración y de qué tipo de mujer quería retratar como mujer migrante”, explicó Vanegas.
Con el apoyo de las dos casas productoras locales, Relativo films y Encantada Por la Vida, lograron sacar adelante la producción. Luego lanzaron una campaña en redes sociales en la que salvadoreños dentro y fuera del país apoyaron para poder reunir $61,000 destinados a la culminación del rodaje en España.
Y es que uno de los obstáculos que enfrentó la producción fue la falta de fondos, por eso tardó varios años en llegar a la pantalla grande. No obstante, durante todo este proceso recibieron ayuda de varias entidades públicas y privadas, las cuales creyeron en el proyecto y aportaron para terminarlo.
Además, ganó un fondo en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, en su sección “Guadalajara Construye”, donde se consiguió trabajar el proceso de montaje final, corrección de color y finalización de post producción.
En palabras de la directora, hacer cine en El Salvador es un gran reto, pues se enfrentan a diferentes obstáculos y limitantes, que muchas veces hacen que la producción se estanque.
“Primero es que no tenemos una industria y no la tenemos por varios factores: uno es que no hay una ley de cine en el país que de alguna manera ampare, proteja y regule los derechos que como cineastas deberíamos de tener; asimismo, acceso a fondos o la posibilidad de que empresas puedan donar recursos para la creación de cultura y arte a través de la cinematografía.
“Una carta de amor y reconciliación”
Con respecto a la película, algunas escenas se filmaron en España, pero el 90 % se rodó en El Salvador, por lo que se tuvo que hacer una búsqueda muy minuciosa para determinar qué locaciones del país reflejaban un ambiente europeo. En este filme, la ficción juega un papel primordial que cautivará a los amantes del séptimo arte.
“En el Centro Histórico hay muchos escenarios que si pueden dar esa sensación de estar en España. Entonces por ahí nos la jugamos y todo nos salió bien”, dijo Vanegas.
“Antes la lluvia” es una película muy importante para la realizadora, porque fue pensada y creada como “una carta de amor y de reconciliación” para su madre, quien tuvo que migrar cuando ella apenas tenía 6 años de edad.
“Mi madre tuvo que migrar cuando yo tenía 6 años y yo hubiese querido que la historia de ella como la de muchas mujeres migrantes fuera de otra manera. Entonces es un recurso que yo encuentro en la cinematografía como para darle gracias y hacer las paces con una situación que fue muy dolorosa para madre e hija”, afirmó Brenda.
La cinta visibiliza también con una mirada inquietante y humana, el dolor y la pérdida que sufren pacientes y familias con la enfermedad del Alzheimer. Por eso, el largometraje se centra en demostrar cómo "se tejen las relaciones humanas de amistad y solidaridad entre mujeres cuando el olvido y la memoria pareciera acercarlas más allá de todas las barreras", detalla un comunicado de la productora Encantada Por la Vida.
Por otra parte, la película destaca el último trabajo de la salvadoreña Isabel Dada, quien dio vida a “Esther”. La actriz, considerada la pionera del teatro en El Salvador, falleció en 2017. Fue reconocida por protagonizar la primera película filmada en el país “Los peces fuera del agua”, de 1969, que fue Premio Nacional de Cultura en 2008.
“Es una manera de conservarla viva, porque el cine tiene esa magia de ver al personaje que está haciendo una interpretación. Y que lamentamos que Isabel haya tenido que partir en medio de la post producción de la película”, añadió la cineasta.
En síntesis, la película está dedicada a todas las “Esther” que luchan por no olvidar sus más bellos recuerdos, y a todas las “María” que se ven obligadas a abandonan su país para darle mejor vida a su familia.