Tras dos años de celebraciones inusuales por la pandemia de Covid-19, los Premios Grammy regresaron más impactantes que nunca este domingo 5 de febrero al Crypto.com Arena de Los Ángeles para llevar a cabo la edición número 65.
Previo a realizarse la ceremonia de los premios de la Academia de la Grabación de Estados Unidos, los artistas desfilaron por la infaltable alfombra roja (red carpet) donde derrocharon sensualidad, elegancia y, por supuesto, glamour.
La alfombra fue el primer escenario donde los artistas hicieron contacto con la prensa y modelaron sus lujosos atuendos que fueron confeccionados exclusivamente para ellos por reconocidas marcas internacionales.
Y es que, aunque en este día se honra a la música y al talento de los artistas, la moda también toma protagonismo a través de los delicados y hasta extravagantes atuendos que, en especial las cantantes, portan con seguridad y elegancia.
Una de las que llegó despertando pasiones fue la cantante estadounidense, Bebe Rexha, quien portó con elegancia un vestido color rosado con un escote en la parte parte alta y unos guantes del mismo tono que hacía resaltar su tez de piel.
Aunque la alfombra roja es un escenario para lucir los mejores atuendos; algunos como el vocalista y guitarristas de rock y jazz, Edgar Winter, prefiere no ser innovadores y honrar siempre a sus géneros musical. El instrumentalista se hizo presente con un brazer, una camiseta y un pantalón negro. Lo único que resaltaba en él era su barba y su cabello blanco.
El cantante Sam Smith y Kim Petras se robaron la atención tras desfilar por la alfombra junto a los coprotagonistas del video musical "Unholy". El grupo se enfundó en atuendos rojos que le dieron un toque gótico a la gala y diferente a otras ediciones.
La intérprete de "Anti-hero", Taylor Swift, simplemente lució glamurosa y muy belleza con un atuendo de dos piezas con mucho brillo y en tono azul oscuro que marcaba su perfecta figura y la hacía ver muy alta.