Las celebridades del cine hollywoodense se relacionan con glamour, lujo y un estilo de vida “Jet set”. Sin embargo estos actores se propusieron demostrar que la carrera actoral va más allá de las alfombras rojas y portadas de revistas.
Para estas celebridades de la meca del cine, la actuación es un arte que exige talento, disciplina y, en ocasiones, sacrificios extremos. Para ellos la clave de una actuación inolvidable radica en la capacidad de transformarse por completo, física y emocionalmente, hasta borrar los límites entre ellos mismos y los personajes que interpretan.
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Estas transformaciones no solo fascinan al público, sino que también permiten entender porque al cine se le llama el séptimo arte. La metamorfosis varía dependiendo del personaje, no todo es adelgazar o ganar peso. También está el reto del entrenamiento físico extremo.
Actores como Chris Hemsworth o Hugh Jackman pasan meses trabajando con entrenadores personales para obtener cuerpos musculosos que se adapten a personajes como Thor o Wolverine.
Incluso algunos actores combinan los cambios físicos con inmersiones psicológicas para comprender completamente al personaje. Daniel Day-Lewis, conocido por su método actoral, se transforma tanto física como emocionalmente para sus roles.
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Independientemente de la transformación a la que las luminarias cinematográficas se sometan, lo cierto es que siempre resultan un deleite para los cinéfilos, además de valerles prestigiosos reconocimientos. A continuación presentamos algunas transformaciones que han resultado fascinantes.
Charlize Theron: “Monster” (2003)
Theron ganó 30 libras y se sometió a un proceso de maquillaje extenso para encarnar a Aileen Wuornos, una prostituta y asesina en serie. Su cambio físico fue tan impresionante que le valió un Oscar a la Mejor Actriz, mostrando una transformación tanto física como emocional.
Christian Bale: “El maquinista” (2004)
Bale es conocido por sus radicales transformaciones físicas. En The Machinist, perdió alrededor de 30 kilos, llegando a pesar solo 54 kilos. Su aspecto extremadamente delgado y enfermizo refleja la angustia psicológica de su personaje, un hombre que sufre de insomnio crónico.
Margot Robbie: “Mary Queen of Scots” (2018)
Conocida por su belleza clásica, Margot Robbie desapareció bajo el maquillaje protésico y las pelucas para interpretar a la reina Isabel I. La actriz lució una piel marcada por la viruela y un cabello rojizo que contrastó con su habitual glamour, logrando una transformación que subrayó las inseguridades y el poder de su personaje.
Joaquin Phoenix: “The Joker” (2019)
La preparación de Phoenix para el papel de Arthur Fleck fue extrema. Perdió más de 23 kilos para encarnar al delgado y atormentado protagonista. Su físico cadavérico, combinado con una actuación intensa, lo convirtió en una de las representaciones más memorables del villano de DC. Este esfuerzo le valió un premio Oscar y el reconocimiento mundial.
Marion Cotillard: “La Vie En Rose” (2007)
Para interpretar a Edith Piaf, Marion Cotillard no solo cambió su voz y su postura, sino que se sometió a extensas sesiones de maquillaje para parecerse a la legendaria cantante francesa. Su interpretación fue tan convincente que le otorgó un Oscar, consolidándola como una de las mejores actrices de su generación.
Brendan Fraser: “The Whale” (2022)
Brendan Fraser se puso en la piel de un hombre con obesidad mórbida en este drama. Usó un traje protésico que simulaba los 272 kilos de su personaje, pero fue su desgarradora actuación lo que realmente capturó al público. Fraser volvió a ser elogiado en Hollywood tras años de ausencia, llevándose un Oscar por este papel.
Gary Oldman en “Las horas más oscuras” (2017)
Para dar vida a Winston Churchill, Gary Oldman usó prótesis faciales que lo hacían irreconocible. Su dedicación y habilidad para capturar los gestos y la voz del primer ministro británico le valieron un Óscar. Su transformación fue un testimonio de cómo la caracterización puede ser una herramienta poderosa en el cine.
Jared Leto: “Chapter 27″ (2007)
Jared Leto es conocido por sus transformaciones extremas, y en esta ocasión engordó casi 30 kilos para interpretar a Mark David Chapman, el asesino de John Lennon. Este cambio físico le causó problemas de salud, pero mostró su compromiso total con el papel.
Jessica Chastain: “Los ojos de Tammy Faye”
Jessica Chastain pasó horas bajo maquillaje prostético para parecerse a la famosa televangelista Tammy Faye Bakker. Su transformación incluyó piel artificial, dientes falsos y un elaborado maquillaje que replicaba el estilo extravagante de Faye. La actuación le valió un Óscar.
Matthew McConaughey: “Dallas Buyers Club” (2013)
McConaughey perdió alrededor de 22 kilos para interpretar a Ron Woodroof, un hombre diagnosticado con VIH. Su delgadez extrema y su aspecto demacrado fueron clave para reflejar el sufrimiento del personaje y ganarse la aclamación crítica, incluyendo el Oscar al Mejor Actor.
Rooney Mara: “Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres”
La actriz se transformó por completo en Lisbeth Salander, una hacker antisocial y de espíritu rebelde. Se rapó parte del cabello, se tiñó de negro y adoptó un estilo punk con piercings reales, lo que ayudó a transmitir la intensidad y dureza del personaje.