Miles de miembros del Sindicato de Actores de EE.UU. (SAG-AFTRA, en inglés) iniciaron el viernes su huelga tomando las calles de Hollywood en un ambiente de lucha entusiasta y combativa.
"¡Sin contratos no hay actores!" y "¡SAG-AFTRA fuerte!", gritaban los intérpretes de la unión en la puerta de la plataforma Netflix en Los Ángeles, que en su protesta estuvieron acompañados por la presidenta del sindicato, la actriz y escritora Fran Drescher.
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"Estoy impresionada por el nivel de apoyo que hemos recibido de parte del público y los fans. ¡El mundo está de nuestro lado!", dijo Drescher, quien es mundialmente conocida por su papel de la niñera Fran en la serie noventera "The Nanny".
Los actores anunciaron el jueves que comenzarían ayer una huelga que promete paralizar en su totalidad a la industria del entretenimiento en Hollywood, avecinando una crisis millonaria para el gremio y una ola de cancelaciones de producciones, premios, convenciones y promociones.
La decisión llegó después de que las negociaciones con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP, en inglés) para la firma de un nuevo convenio colectivo terminaran sin ningún acuerdo la noche del 12 de julio.
Este viernes arrancaron los primeros piquetes a las afueras de los grandes estudios en Los Ángeles y Nueva York. Por primera vez en 63 años, su huelga es simultánea a la de los guionistas de Hollywood, que comenzaron su protesta por motivos similares el pasado 2 de mayo.
La presencia de Drescher revolucionó a los presentes, que se amontonaron en las aceras para entrevistarla o para acercase a ella y agradecerle su apoyo y representación.
Un día antes, la actriz dio un feroz discurso ante la prensa en el que acusaba a los grandes estudios de ser empresas "codiciosas" y señalaba que los actores estaban siendo sus "víctimas".
"Creo que Fran planteó una cuestión muy importante ayer con su discurso y es verdad que nosotros somos las víctimas de esta situación. Estamos en una posición muy vulnerable", señaló a EFE Shawn Hatosy ("Public Enemies", 2009).
Los actores exigen un aumento del salario mínimo, mermado por la inflación y el “streaming”, la regulación de los derechos de imagen con respecto a la inteligencia artificial y la cobertura del costo de las audiciones autograbadas.
También piden más transparencia en el proceso del pago de derechos residuales y una remuneración justa de dichos importes.
"No es justo lo que nos están haciendo, la gente se imagina que los actores somos millonarios, pero muchas veces no podemos pagar la renta. No es justo, hasta aquí hemos llegado, estamos hartos", respondió a EFE la actriz dominicana Adargiza de los Santos ("Abbott Elementary", 2023)
Por su parte, el actor y parte del comité negociador del SAG-AFTRA Sean Astin ("The Lord of the Rings", 2001) considera que las grandes corporaciones tienen que ver a la industria de "una forma distinta" a la que están acostumbrados.
"Deben entender que el uso de las nuevas tecnologías que ellos utilizan tiene un impacto en la calidad de vida de la gente, y no lo tienen que entender desde el corazón, sino desde los presupuestos y sus cuentas", comentó a EFE.
La última vez que los actores se pusieron en huelga contra los estudios fue en 1980 por los beneficios de las cintas de video domésticas y la televisión de pago y tuvo una duración de tres meses.
Ahora, los actores se preparan para continuar una lucha que podría prolongarse meses y que concentra sus piquetes en las puertas de las oficinas de los grandes estudio, como Paramount, Amazon y Disney, hasta que la AMPTP decida volver a la mesa de negociaciones