Tras pasar un par de días en Reino Unido para celebrar el jubileo de platino de la reina Isabel II, el duque de Sussex regresó a California con su familia, pero su llegada a Estados Unidos, se vio empañado por un aparatoso accidente cuando montaba a caballo.
Recientemente el príncipe Harry había llamado la atención por retomar su afición por practicar al polo en el centro que preside el jugador argentino, Nacho Figueras, con quién mantiene una estrecha amistad desde 2007 en el prestigioso Santa Barbara Polo & Racquet Club.
Minutos antes el príncipe y Meghan Markle fueron captados mientras disfrutaban de un apasionado beso en el terreno de juego, aunque el resto del partido no fue igual de glorioso pues Harry se desplomó del caballo arrastrando a su equipo a la derrota.
“Los Padres” como se hacen llamar perdieron el partido 12-11, aunque el duque poco después confirmó que se encontraba en perfecto estado de salud y solo había presentado golpes menores por la caída, el duque y su caballo resultaron casi ilesos del accidente.
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Prueba de ello es que poco más tarde fue visto charlando con la cantante Katharine McPhee y su esposo, el famoso compositor David Foster, en compañía de Delfina, la mujer de su gran amigo Nacho Figueras.
El príncipe Harry heredo la afición a este deporte de su padre, al igual que su hermano, el príncipe Guillermo, quién lleva toda una vida practicando dicho deporte.
Aunque el príncipe de Gales ha dejado helados a sus admiradores con sus múltiples caídas y accidentes de caballo a lo largo de su experiencia como jinete. Uno de estos accidentes lo llevó a romperse un brazo.
Posterior al viaje de Harry y su esposa a Reino Unido los medios especializados han señalado la voluntad de la familia real británica para no romper por completo los lazos con los Sussex, pero tras la renuncia de ser miembros trabajadores de los Windsor, han quedado relegados a la segunda fila en los actos familiares a los que asisten.