¿Qué tipo de oro obsequiaron los Reyes Magos a María y José hace más de 2000 años?, ¿fue oro en polvo o en metálico? O, ¿de qué denominación eran las monedas que colocaron sobre los ojos de Jesús en el santo sepulcro?
Estas son solo algunas de las preguntas que se hizo el numismático salvadoreño Roberto Jovel hace más de dos décadas, dudas que le motivaron a indagar sobre las monedas que circularon en tiempos de los primeros cristianos.
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Los primeros datos que reunió se desprendieron de las lecturas del Evangelio en la misa. “… hacen referencia a algunas monedas que pasaron por las manos de Jesucristo durante su vida pública. Para un numismático y católico, al escuchar dichas lecturas, le surge con facilidad la pregunta de cómo eran las monedas que se mencionan en los evangelios”, expresa, quien laboró por muchos años en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el campo del desarrollo económico y social.
Así comenzó el coleccionista su travesía por los anales de la humanidad. “Luego de realizar las investigaciones del caso —examinando pormenorizadamente y combinando la escritura sagrada, la historia profana, y la información sobre la numismática de aquella época— fue posible identificar las monedas que se mencionan en los evangelios, obteniendo las imágenes y características de las mismas. Ello permitió elaborar el primer libro titulado “Las monedas en los tiempos de Jesucristo”, que fue publicado inicialmente en 2010 por la Editorial Académica Española, y en 2012 por Imprenta Ricaldone en San Salvador”, detalla el compatriota.
De este primer libro, está por lanzar una tercera edición.
Tras el éxito de ese primer libro, Jovel tuvo la idea de continuar investigando acerca de las monedas que conocieron y emplearon los apóstoles mientras llevaban la buena nueva a diferentes partes del mundo del siglo I.
“En esa ocasión se empleó una metodología que supuso seguir cronológicamente a cada uno de los apóstoles en su recorrido por las distintas regiones donde llevaron a cabo su misión. Las fuentes principales de información en este caso fueron los Hechos de los Apóstoles (que son parte del Nuevo Testamento) y otras fuentes de la tradición de la iglesia tanto católica como ortodoxa, en combinación con la historia relatada por diversos autores —como Josefo— y la información sobre las monedas de la época. Todo ello quedó incluido en el segundo libro titulado “Las monedas en tiempos de los Apóstoles”, que se editó en 2019, y que abarca el período comprendido entre los años 30 y 105 de la era cristiana”.
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Eso dio paso al tercer libro de esta investigación, “Las monedas en tiempos de la Virgen María”, que se lanzó a finales de noviembre pasado, en una reunión especial auspiciada por la Asociación Numismática Salvadoreña (ANUSAL) con la cooperación de SISA Seguros. Este abarca el período entre el nacimiento de María y el momento de su asunción a los cielos. “... lo que abarca a partir del año 21 antes de la era cristiana en que ella habría nacido, hasta mediados del siglo I”, detalla el numismático
“Teniendo en cuenta que la biblia solamente menciona en limitadas ocasiones a la Virgen María, para realizar esta investigación fue necesario acudir también a fuentes alternas, tales como la tradición de las Iglesias Ortodoxa y Copta, y con ello reconstruir la vida de la Virgen. Ello permitió relacionar la cronología de la Virgen María, con los lugares en que vivió o los que visitó durante su vida terrena, con las diferentes monedas que circulaban en dichos lugares y épocas”, detalló Jovel.
Con ello, se completó la trilogía de libros que describen la numismática de la época inicial del cristianismo y que abarca el período comprendido entre el año 25 antes de Cristo hasta cerca del año 105 de la era cristiana.
Todos estos libros están a la venta en Clásicos Roxil de Santa Tecla y en las reuniones sabatinas de la Asociación Numismática Salvadoreña (ANUSAL).
Pero, ¿Cómo era el sistema de moneda que se usaba en esa época, cuántos tipos circulaban en el Israel de los primeros cristianos?
En dicho período de tiempo, en Israel circulaban principalmente monedas judías acuñadas por la dinastía del rey Herodes el Grande y sus descendientes, así como monedas del imperio romano debido a que Israel era una provincia romana. Las monedas que debieron conocer y usar los apóstoles, sin embargo, pertenecían al imperio romano cuya extensión era muy amplia, pero también a otras regiones asociadas con diversos reinos, incluyendo India, Mesopotamia, y otros que no estaban bajo el dominio romano.
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¿Qué encontrará el lector en esta trilogía numismática?
En los libros bajo referencia, el lector encontrará no solamente una relación cronológica de los principales hechos vinculados con la vida de la Virgen, de Jesucristo y de los Apóstoles —en los distintos lugares donde vivieron a lo largo de su vida terrena— sino también la descripción de las monedas que ellos debieron tener entre sus manos, con ilustraciones ampliadas para poder conocer sus detalles y la descripción de sus características físicas incluyendo el metal de que estaban hechas, el tamaño y peso, y las cosas que con ellas se podían adquirir. Adicionalmente, se puede conocer las diversas costumbres y tradiciones que prevalecían tanto entre los judíos como entre los paganos de aquellas épocas y que explican las razones por el diseño y características de las monedas en cuestión.
¿Qué nos revela el estudio de las monedas antiguas y por qué le apasiona tanto este tema?
Ese último punto es de singular importancia y debe recalcarse: todas las monedas son un reflejo de las condiciones económicas y sociales del momento en que fueron acuñadas, y sirven como un testimonio de ellas. No solamente en el caso de las monedas en los tiempos iniciales del cristianismo; pasa exactamente lo mismo al examinar las monedas salvadoreñas desde tiempos pasados: podemos conocer las razones de su acuñación al examinar el diseño de ellas. Los libros sobre historia numismática salvadoreña desde la colonia española hasta cuando se llevó a cabo la dolarización de la economía salvadoreña a principios de este siglo claramente revelan lo anterior.
¿Qué encontrará el lector en este tercer libro de su trilogía de los primeros años del cristianismo?
Concretamente, el libro describe las monedas que circulaban en Israel desde el momento en que Joaquín y Ana engendraron a María, las piezas que se usaron durante la ceremonia de purificación de Ana luego de nacida la Virgen, las monedas que usaron José y María durante la infancia de Jesús. Más tarde, las monedas que usaba María luego de la muerte de su esposo José y durante la vida pública de Jesús y, finalmente, las que ella debió usar después de la muerte y crucifixión de su Hijo cuando vivió en la casa del apóstol Juan. Se trata de una amplia gama de monedas judías y romanas de distinta procedencia, características y diseño, y que sin duda deleitarán al lector. Además, podrá conocer, entre otras cosas, cómo eran las monedas de oro que los Reyes Magos entregaron a la Sagrada Familia cuando llegaron a adorar al Niño Jesús, lo mismo que la ruta que la Sagrada Familia siguió en su huida a Egipto ante la persecución de Herodes para matar al Niño y las monedas de bronce que ellos debieron usar durante su estadía en Egipto. Se trata en esos casos de información hasta ahora no muy conocida y que se revela en el nuevo libro.
