La fe y el amor por María fue el eje central del evento benéfico organizado por Heraldos del Evangelio. En un ambiente de verdadera comunión la feligresía católica convivió en la celebración “Noche con María”.
El noble evento tuvo como objetivo recaudar fondos para finalizar la construcción del Centro de Espiritualidad en honor a la Virgen de Fátima, que está ubicado en el kilómetro 8, sobre el bulevar Constitución.
La edificación de este complejo comenzó en 2017 y busca ser único en su tipo en Centroamérica. De acuerdo con Armando Pallais, encargado de relaciones públicas de la asociación, la obra está avanzada en un 80%. Detalló que el techo será instalado en mayo y aún falta la edificación de las torres.
El templo será estilo gótico policromado, con 70 metros de altura y 2,782 metros cuadrados de construcción; incluirá un colegio vocacional para poder ampliar sus programas de educación integral, un museo para dar a conocer el arte sacro en sus distintos períodos históricos y un centro de formación para jóvenes y sus familias, contribuyendo así a la reestructuración del tejido social en el país.
Una velada en comunidad
La noche pintó para vivir a plenitud el fervor católico. Una impresionante y acogedora exposición de arte fue la forma en que aperturaron el evento benéfico.
Un grupo de artistas se sumaron a la causa y donaron una serie de pinturas que estuvieron a la venta. Los autores eran nacionales e internacionales. Se pudo apreciar la obra de pintores peruanos, mexicanos, entre otros.
Al centro de la sala de bienvenida se encontraba instalada una replica a escala del templo. Asimismo destinaron un espacio en donde se exhhibieron reliquias religiosas.
Luego de apreciar las muestras pictóricas, los asistentes pasaron al salón principal en donde se realizó la cena. Esta fue precedida por la coronación de la Virgen de Fátima.
Con el himno, “María, blanca paloma”, de fondo ingresó la corte que cargaba la imagen de la Virgen de Fátima. Poco a poco se acercaron al escenario en donde sería colocada en una especie de gruta adornada con flores, luego de ser coronada por el Nuncio Apostólico de el salvador, Monseñor Luigi Roberto Cona.
Después del sublime acto, los asistentes fueron deleitados con las voces e instrumentos del Coro de Heraldos del Evangelio, quienes interpretaron un recital de música sacra que incluyó cantos polifónicos y gregorianos.
Entre las melodías que engalanaron la velada fueron “Canon” del autor Pachelbel; “El cando del Angelo”; “Alma Redemptoris”, entre otras.
Los Heraldos del Evangelio son una asociación católica que está presente en 80 países. En El Salvador iniciaron sus actividades de evangelización en el año de 1998. Sus miembros viven en comunidades donde reina un ambiente de fraternidad y disciplina, y se fomenta la vida de oración y de estudio.
Su enfoque tiene diversas aristas. Una de ellas es la juventud, con quienes trabajan en distintas actividades para fomentar los valores. Además, desde 1998, vienen trabajando con familias, comunidades, cárceles y toda su labor es meramente gratuita.