Este día se conoció la lamentable noticia del deceso, a los 96 años, de la maestra Gladys de Moctezuma, quien fue una de las gloriosas voces del canto lírico de El Salvador.
Tras formarse en diferentes instituciones se convirtió en una de las más importantes sopranos de coloratura del país, teniendo el mérito de haber sido la primera soprano salvadoreña en interpretar el papel de la “Reina de la Noche” de la ópera “La Flauta Mágica” (Mozart) bajo la dirección del maestro Ion Cubicec.
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Artistas relacionados con este género musical han expresado su pesar al enterarse de este suceso.
“La maestra Gladys de Moctezuma ha sido uno de los pilares fundamentales del canto lírico en nuestro país. Una de las más importantes sopranos que ha dado El Salvador y, de igual manera, una incansable formadora de grandes voces líricas”, comentó el tenor salvadoreño José Guerrero.
El integrante del trío de pop lírico “Opus 503” también expresó sus condolencias a la familia de la recordada cantante.
“Siempre la recordaremos por su inagotable amor al enseñar, su permanente exigencia y sus invaluables consejos de vida”, manifestó Guerrero. “Su legado permanecerá por siempre en nuestras voces. Para su familia y todos mis compañeros mi abrazo y mi pésame en estos momentos”, añadió.
Nelson Portillo, director de Teatro Hamlet expresó, a través de redes sociales, la partida de la artista.
“Teatro Hamlet lamenta profundamente el fallecimiento de nuestra soprano y maestra salvadoreña doña Gladys de Moctezuma, gloria del bel canto en El Salvador. Dios le conceda la más alta recompensa en el cielo y le de paz a su alma”, expresó Portillo.
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Tal y como lo menciona el reconocido actor, Gladys destacó en el “bel canto”, técnica que enfatiza la belleza, la pureza y la agilidad de la voz humana, centrándose en la perfecta conexión entre los registros, el uso del legato (frases suaves y conectadas) y el dominio de la ornamentación y los adornos.
Formadora de grandes voces
Gladys de Moctezuma inició sus estudios vocales con la maestra estadounidense Doris Comstock y luego con el maestro Richardson Irwin de la Julliard School of Music.
Cursó estudios de arte dramático en la Universidad de Columbia, Nueva York. Fue solista en el coro de la Manhasset Congregational Church en Long Island, junto al tenor John Alexander de la Metropolitan Opera Company MET.
Además, preparó grandes roles operáticos como Gilda en “Rigoletto”, Lucía en el drama trágico “Lucía de Lammermoor” y a la Reina de la Noche en “Flauta Mágica”.
Tras formarse en el extranjero, regresó a su país natal a inicios de la década de los 50. Se incorporó como solista a la Coral Salvadoreña, posterior Coro Nacional de El Salvador, con quien ejecutó grandes obras del repertorio musical académico como el “Réquiem de Verdi”, “Carmina Burana”, el “Réquiem de Mozart” y la “Novena Sinfonía de Beethoven”, entre otras.
En el 2000 se unió al maestro Joseph Karl Doetsch y Mario Farrar, como Instructora Vocal Asociada, para el proyecto de Formación de Cantares Líricos, también conocido como Ópera de El Salvador, OPES.
De Moctezuma deja a El Salvador un legado importante en la formación de grandes artistas entre ellas la soprano Gracia González, la mezzosoprano Michelle Tejada, los integrantes de Opus 503, la mezzosoprano Conny Palacios y el tenor Alejandro Castillo, entre muchos otros.