En 2024, el arte y la cultura de El Salvador acapararon en varias ocasiones los titulares de noticias tras enfrentar diversos atropellos por parte del gobierno de Nayib Bukele, lo que terminó afectando a trabajadores, colectivos artísticos y a la población en general.
Y es que, mientras el gobierno de Bukele se dedicó a inaugurar espacios para la recreación familiar en el Centro Histórico, como el Jardín Centroamérica, el pasado 1 de junio, en el resto del país enterró definitivamente las Casas de la Cultura, las cuales funcionaron por más de 50 años como espacios para diversas expresiones artísticas y culturales.
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Todo inició en diciembre de 2023, cuando trabajadores de estas entidades denunciaron que 40 Casa de la Cultura habían sido clausuradas por parte del ministerio.
Sin embargo, fue hasta el 3 de julio de 2024 que definitivamente la Red de Casa de la Cultura fueron borradas del mapa salvadoreño, tras publicarse el Diario Oficial No. 121, Tomo No. 443, que incluye el Decreto 33 de la Asamblea Legislativa sobre la creación de la "Ley Especial Transitoria de Compensación Económica para los Trabajadores del Ministerio de Cultura", aprobada el pasado 26 de junio.
En dicha ley transitoria, se oficializó el cierre de estos espacios públicos que por décadas fueron punto de reunión para fomentar y promover la identidad nacional, la formación educativa y la tradición oral de los salvadoreños.
Entre los argumentos ofrecidos por el Legislativo para cerrarlas se encuentra el numeral V que establece: "Que es obligación del Estado implementar un modelo que integre las acciones del gobierno en el territorio para dinamizar la plena ejecución del Plan Cuscatlán, razón por la cual se debe transitar del modelo actual de las Casas de la Cultura a un modelo dinámico que tome en cuenta a los Centros Urbanos de Bienestar y Oportunidades (CUBOS), centros culturales, bibliotecas, galerías urbanas, centros comunitarios locales que atienda a la realidad de El Salvador".
Los salvadoreños que lideraban estos espacios culturales se quedaron sin trabajo y docenas de niños y jóvenes sin los talleres artísticos que en ellas se impartían. El ataque a la cultura no terminó ahí.
Despidos
El 1 de junio, Nayib Bukele asumió la presidencia de El Salvador para su segundo período de cinco años y 18 días después, como parte de los cambios en su gabinete, eligió a Raúl Castillo como el nuevo ministro de Cultura.
Castillo, quien había sido diputado de Nuevas Ideas en la Asamblea Legislativa en 2021, reemplazó a Mariemm Pleitez, quien lideró dicha cartera de Estado.
En ese mismo día, Erick Doradea renunció a su cargo como viceministro de Cultura. Dicha decisión la dio a conocer en una red social.
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Para concluir esa etapa, Doradea utilizó la frase "hay que saber irse" retomada del libro "Puedes hacerme lo que quieras", del poeta rumano Miguel Gane.
Tanto la elección del nuevo ministro de Cultura como la renuncia del viceministro generaron alboroto en las redes sociales, sobre todo, en aquellos que apoyaban y desaprobaban dichas decisiones.
Sin embargo, el golpe más fuerte a la cartera de Estado llegó el 27 de junio, cuando Nayib Bukele ordenó a Raúl Castillo, por medio de "X", despedir a más de 300 empleados del Ministerio de Cultura.
Según el post de Bukele, los empleados fueron despedidos por promover "agendas que no son compatibles con la visión" de su Gobierno.
"En estos momentos, el nuevo Ministro de Cultura, Raúl Castillo, procederá a la destitución de más de 300 empleados del Ministerio, quienes promueven agendas que no son compatibles con la visión de este Gobierno", rezaba dicha publicación.
Una fuente allegada al ministerio, consultada por este medio de comunicación, reveló que entre los 300 despedidos iban el elenco del Corono Nacional El Salvador, grupos de danza, trabajadores de diferentes dependencias y otras áreas artísticas.
En la "Ley Especial Transitoria de Compensación Económica para los Trabajadores del Ministerio de Cultura" se estableció una indemnización de un máximo de $20,000 para los trabajadores que se vieron afectados por la supresión de plazas.
Pero el proceso de indemnización ha sido lento, lo que ha provocado angustia entre los afectados, quienes aún esperan se les entregue el total de su dinero.
A mediados de agosto, los exintegrantes del Coro Nacional denunciaron que no se les había realizado el primer pago de su indemnización, a pesar de haberse vencido el plazo el 13 de agosto.
Ante eso, el martes 20 de dicho mes, la Asamblea aprobó incorporar $4,749,581 al ministerio para pagarle al personal que fue despedido en junio pasado. de esos 4.7 millones, $141,624 serían destinados para indemnizar al personal que era parte de la dirección superior del ministerio.
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Mientras que 4,6 millones serían para el trabajo en pro de la protección, conservación, formación y difusión del arte y la cultura.
Casas del arte
Tras los masivos despidos y clausura de espacios culturales, el ministro Raúl Castillo aseguró en diciembre ante la comisión de Hacienda de la Asamblea Legislativa—durante la presentación del proyecto del presupuesto 2025—que las extintas Casas de la Cultura serán reemplazadas con Casas del Arte, un proyecto en elaboración.
Para el próximo año, el Ministerio tendrá una reducción de $6.5 millones y 119 plazas menos en comparación a las del 2024.