La exposición titulada "De ciudadelas, urbanismo y distopías flotantes", del artista plástico salvadoreño Óscar Pérez, se inauguró el pasado 1 de junio en el lobby del Teatro Alejandro Cotto, en Suchitoto, Cuscatlán.
Propios y ajenos fueron partes del evento inaugural en el que el autor contó a detalle el significado de cada una de las piezas que conforman esta exhibición, la cual se enmarca dentro del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra cada 5 de junio desde 1973.
"En esta 'distopía vanished' asistimos al advenimiento de una nueva era, condicionada por el colapso de una especie que reacciona ante las contradicciones de un modelo capitalista y su gestión extractiva en sus relaciones con la naturaleza. Entonces la colectividad presa de la incertidumbre y el miedo, traza sus planes para consumar la huida hacia fronteras interplanetarias en busca de ese pedazo de utopía flotante en algún confín distante", aseveró Óscar.
A través de esta propuesta visual, el autor plantea cómo sería la vida del ser humano fuera del planeta Tierra, pero pensado desde el arte.
La serie de piezas que conforman esta compleja instalación muestra al visitante un mundo diferente, sin animales, sin naturaleza, prácticamente un ecosistema desértico, en el que el ser humano se adapta a esas condiciones de supervivencia.
"Básicamente, estamos hablando de desplazamientos y neocolonialismo, sobre todo ahora con esta realidad del cambio climático. En la exposición estamos viendo un ecosistema muerto, completamente colonizado, un impacto que la actividad humana y el desarrollo tecnológico tienen en el medio ambiente", aseguró.
En la instalación sobresalen edificios futurísticos adaptados y aclimatizados para la vida de ser humano, colonias industriales, ciudadelas y centrales de extracción energética, cuyos tonos grises y oscuros dan un toque desolado al ambiente. En la cúspide de uno de esos edificios hay un árbol dentro de una cápsula, como si fuera el último respirando en el planeta.
"También es una mirada hipotética desde el presente hacia el futuro. De igual manera, es una narrativa transtemporal, pues se pueden traslapar tiempos, porque este paisaje puede ser un reflejo de algunas de las ciudades de los países industrializados, como China, Rusia o Estados Unidos. Lo que la gente verá en esta muestra son centrales de energía, núcleos de poder políticos y económicos, un neocolonialismo postmoderno. También se puede remitir a una estética postapocalíptica", afirmó.
Según Pérez, la obra está elaborada con materiales recuperados, especialmente de plástico, y representa una fantasía postapocalíptica surgida a partir de un colapso planetario en el que la raza humana traza sus planes de huida y colonización de nuevos paisajes fuera de los límites de la Tierra.
"Realmente aquí nada es de metal, todo es plástico caracterizado. Todo este montón de carcasas y artilugios vienen de las oleadas de consumo que hay en todos los ciclos de vida de los productos", detalló.
Óscar es conocido por su trabajo escultórico bajo la técnica de encapsulamiento de objetos en resina, y con esta instalación ha logrado acaparar la atención de los amantes de las artes plásticas.
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"Nunca había visto una exposición como esta ni mucho menos que me provocara tantas emociones. Al verla me transmite terror, porque es un reflejo de lo que podría pasar en algunos años, si no comenzamos a actuar y a cuidar nuestro planeta. Yo lo que puedo ver son ciudades desoladas, sin gente, sin árboles, como abandonadas en un desierto, como un lugar en el que ya no existen humanos", reflexionó la visitante Susana Manzano.
El escultor salvadoreño destacó que esta exposición ya se ha presentado en otros espacios culturales y que, en un inicio, formó parte de un proyecto colaborativo que realizó durante el confinamiento de la pandemia junto a cuatro artistas más.
"De hecho, este fue mi aporte personal a un proyecto colaborativo que estuvimos desarrollando en la pandemia por COVID-19 junto a otros colegas, a partir de esa sensación de extinción generalizada por el confinamiento. Entonces, a partir de ahí, nos juntamos cuatro colegas a articular una muestra colaborativa. Mi aporte se llamaba 'De ciudadelas, urbanismo y distopías flotantes', que es la serie que estamos presentando en el Teatro Alejandro Cotto", agregó.
"De ciudadelas, urbanismo y distopías flotantes" estará abierta al público hasta el 31 de agosto, de viernes a domingos, en horarios de 10:00 a. m. a 5:00 p. m. La entrada es gratis.