Cuando Lucas Andrés le confesó a su madre que deseaba escribir un libro, ella ya estaba preparada para responder a esa inquietud.
Su hijo menor es uno de los salvadoreños excepcionales que a diario libran una difícil batalla en El Salvador, ante la ausencia total de programas académicos para ciudadanos con altas capacidades en el país.
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Pero la familia es la piedra angular en la que se apoyan estos niños y niñas ávidos de conocimientos y deseos de compartir sus intereses intelectuales. Por ello, Ely de Mazariego motivó a su hijo a escribir y un año después, Lucas lanzó su obra: "Mi primer gran libro de Astronomía".
Y lo hizo en grande, en la XXI edición de la prestigiosa Feria del Libro de Guatemala (Filgua), que se llevó a cabo del 4 al 14 de julio pasado.
Desde entonces, el pequeño autor se ha dedicado a promocionar su libro. En El Salvador, ya lo presentó en las instalaciones de la BINAES, en el Centro Histórico de San Salvador, y en su centro de estudios, el Colegio Lamatepec; además, tiene agendadas más actividades a corto plazo.
Hay que destacar que en el proceso previo a la publicación, la Fundación Altas Capacidades El Salvador jugó un rol importante, pues contactaron a Ely con el sello editorial Casa Azul, que guio los pasos del pequeño autor salvadoreño y de su madre.
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Con la asesoría de la editorial, "El primer gran libro de Astronomía" fue tomando forma, y aunque los textos de Lucas eran densos y hubo que adaptarlos, fueron plasmados en una propuesta ilustrada y muy dinámica.
El contenido fue seleccionado por el autor y se distribuyó en diez temas: El sistema solar, Las estrellas, Las galaxias, Los agujeros negros, El grupo local, Las lunas del sistema solar, Las supernovas, El vacío de Eridanus, La teoría del multiverso y Las estrellas de neutrones. Uno de sus temas favoritos son los agujeros negros, porque aún hay mucho que explorar sobre esto.
¿Y el multiverso de los cómics se asemeja al del cosmos?
"En la teoría del multiverso se explica que cada universo tiene sus propias leyes físicas. O sea, que podría cambiar, por ejemplo, que nosotros (en la Tierra) seríamos primitivos y cualquier especie se volvería así", explicó.
Él es de los que está convencido de que existe vida en otros planetas, en otras galaxias. Pero no cree que algunas de esas otras formas de vida ya hayan visitado la Tierra. "... porque si ya nos hubieran descubierto, conviviéramos con ellos o ya nos hubieran aniquilado (como en las películas)", argumentó el pequeño.
Hay que aclarar que este destacado salvadoreño comenzó a escribir su libro entre los 8 y 9 años, porque el proceso de publicación implicó un año de trabajo. De esta forma, Lucas quiere acercar la ciencia y fomentar la lectura entre los niños y niñas.
Sin embargo, antes de engancharse fuertemente de la Astronomía, el estudiante fue atrapado por la mecánica automotriz y se hizo un aficionado de los Hot Wheels, tanto que le llegó a cruzar por la cabeza la idea de trabajar en una venta de repuestos.
Ahora bien, de la mecánica no saltó a la ciencia que estudia los astros, antes de explorar el cosmos, Lucas se interesó grandemente en los dinosaurios. Fue tanto su entusiasmo por estos animales que en sus planes figura escribir un libro sobre estos. Su favorito: el T-Rex.
Conversar con Lucas es un verdadero reto, porque pierde el enfoque si la conversación no llena sus estándares. Su madre, trata de seguirle el paso para brindarle toda la atención y el apoyo que requiere, y no ha dudado en ser su fiel compañera en todas sus aventuras.
ABRIÉNDOSE PUERTAS
De Mazariego cuenta que su pequeño tenía 3 años cuando aprendió a leer de forma autodidacta. También aprendió a contar por unidades, decenas y centenas, y desde entonces no ha parado de aprender. Un año después, a los 4, se interesó por las ciencias: Paleontología, Geología y Antropología. Además, logró dominar el inglés por sí mismo.
Y fue precisamente el inglés, el idioma que le permitió conversar con el cosmonauta ruso Fiodor Yurchijin, que visitó El Salvador la semana pasada, luego de pisar suelo nicaragüense y hondureño. El explorador espacial ofreció una conferencia en la Universidad de El Salvador (UES), en la que Lucas fue el único pequeño intelectual en asistir, y este no hablaba español.
Al niño, incluso le dieron la oportunidad de mostrarle su libro de astronomía a Yurchijin y de que este se lo firmara.
Al preguntarle que conversó con él, no dudó en destacar que fue quien le aclaró que al referirse a los hombres y mujeres que exploran el espacio hay que hacerlo con el término cosmonauta.
"Acá en esta parte del mundo (América) se le dice astronauta, porque es una costumbre, pero ya les voy a explicar la diferencia... astronauta viene del prefijo astro, que significa estrella. Básicament, es una persona que ha ido a una estrella, y ¿quién ha ido a una estrella? Nadie. Un cosmonauta es una persona que ha viajado -del prefijo cosmos nace- al espacio. Y ¿quién ha ido al espacio? Frank Rubio, Yuri Gagarin, Fiodor Yurchijin, etc", indicó.
Y, sí, Lucas también tuvo la ocasión de abordar a Frank Rubio en abril pasado y hacerle una pregunta que generó la ovación del público que presenció ese encuentro.
¿Cuál fue la pregunta que le hiciste?
"Los demás niños ya tenían preguntas seleccionadas, más bien preguntas emocionales. Y entonces, después, yo hice esta pregunta: '¿Cómo se siente el cambio de gravedad 0 al de 9,807 m/s² (metros por segundo al cuadrado), o sea, la gravedad de la Tierra?", recordó.
La reacción de sorpresa de Rubio quedó plasmada en los videos del evento, al igual que la del resto de los ahí presentes. "En pocas palabras, que era fregado y que los cachetes se te inflaban", relató al detallar la respuesta del famoso estadounidense de raíces salvadoreñas.
Este pequeño aspirante a astrónomo también ha tenido la oportunidad de conversar con otros tres personajes de ciencia. Ha compartido escenario con un candidato a Premio Nobel en una sede diplomática, fue diputado por un día en la Asamblea Legislativa a sus 8 años, y ha disertado sobre Astronomía en dos ocasiones en el Museo Nacional de Antropología David J. Guzmán.
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Por el momento, en el horizonte tiene profesionalizarse en Astronomía, en la Universidad de Arizona, en los Estados Unidos, pues en El Salvador no existe la opción de estudiar esa carrera, ni existe un programa que beneficie a la población de niños y niñas con altas capacidades.
Asimismo, sueña con ser uno de los cosmonautas que integren las misiones exploratorias a la Luna y Marte que han sido programadas para el futuro.
Su familia, como expresa Ely, está a la búsqueda de un programa internacional o una institución extranjera que le dé la oportunidad a su Lucas de desarrollar a plenitud sus capacidades excepcionales y cumplir sus deseos de explorar el cosmos.
Para todos los interesados, el libro de Lucas está a la venta en las librerías de la UCA y puede adquirirse también llamando al 7894-5745, con Ely de Mazariego, su orgullosa mamá.