Cada 21 de noviembre se celebra el Día Mundial del Saludo, una jornada que resalta la importancia de las relaciones humanas y el entendimiento cultural a través de algo tan simple como un saludo. Esta celebración, instaurada en 1973 por los hermanos Brian y Michael McCormack como una respuesta a los conflictos globales, tiene como propósito fomentar la paz y el diálogo entre las personas y las naciones. Y es que un saludo, aunque breve, puede romper barreras, construir puentes y sembrar semillas de empatía.
En un mundo tan diverso, los saludos varían según la cultura, reflejando las tradiciones, valores y formas de entender las relaciones humanas.
El lenguaje universal del saludo
A pesar de las diferencias culturales, el saludo es una herramienta universal que trasciende barreras lingüísticas y geográficas. Puede tomar la forma de un gesto físico, una palabra amable o una acción simbólica, pero siempre refleja una intención común: reconocer y respetar la presencia del otro.
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En la actualidad, con la creciente globalización y los intercambios interculturales, conocer y respetar las formas de saludo de otras culturas es crucial.
En contextos empresariales, por ejemplo, un saludo adecuado puede marcar la diferencia entre una buena o mala impresión. En el ámbito social, demuestra sensibilidad cultural y fomenta relaciones más estrechas.
Saludar como un acto de paz
El Día Mundial del Saludo invita a las personas a reflexionar sobre la importancia de los pequeños gestos en la construcción de un mundo más pacífico. Al saludar a alguien, ya sea con un apretón de manos, un beso en la mejilla o una reverencia, estamos diciendo: “Te reconozco, te respeto y estoy abierto al diálogo”.
En un mundo que a menudo se ve dividido por conflictos y diferencias, este simple acto puede ser un poderoso recordatorio de nuestra humanidad compartida. Así que este día, toma un momento para saludar a las personas a tu alrededor y celebrar con una sonrisa y un gesto amable.
A continuación, exploramos algunas de las maneras más fascinantes de saludarse en distintas partes del mundo.
Apretón de manos
El apretón de manos es probablemente uno de los saludos más universales. Originario de la antigua Grecia, simbolizaba la ausencia de armas y una intención pacífica. En países de América y gran parte de Europa, este gesto es un saludo formal que se utiliza tanto en contextos sociales como profesionales.
En Alemania, el apretón de manos es firme y breve, acompañado de contacto visual, mientras que en Francia suele ser más suave, y puede alternarse con besos en la mejilla dependiendo de la relación entre las personas.
La reverencia
En Japón, la reverencia o ojigi es más que un saludo; es una forma de mostrar respeto y humildad. La inclinación del cuerpo varía dependiendo del contexto. Si es ligera de 15 grados es porque se está saludando de manera informal, mientras que una reverencia más profunda de 30 a 45 grados muestra mayor respeto, por ejemplo, en reuniones de negocios o al disculparse.
Esta tradición refleja el valor que la sociedad japonesa otorga a la cortesía y las jerarquías sociales.
Besos en las mejillas
En muchos países de América Latina y Europa, el saludo con besos en las mejillas es una práctica común que refleja calidez y cercanía.
En España, generalmente se dan dos besos, comenzando por la mejilla derecha.
En la mayoría de países latinoamericanos, un solo beso es suficiente, incluso entre hombres en contextos amistosos.
En Francia, la cantidad de besos varía según la región: en París suelen ser dos, pero en otras áreas puede llegar hasta cuatro.
Con la mano al corazón
En países de Medio Oriente como Irán y Arabia Saudita, es común colocar la mano derecha sobre el corazón después de un leve asentimiento con la cabeza. Este gesto transmite respeto y sinceridad, evitando contacto físico innecesario, especialmente entre personas de diferente género, en concordancia con las normas culturales de la región.
Juntar las manos
En Tailandia, el wai es un saludo tradicional que implica juntar las palmas de las manos frente al pecho y realizar una ligera inclinación de cabeza.
La posición de las manos indica el nivel de respeto: cuanto más altas, mayor reverencia.
Este gesto se utiliza no solo para saludar, sino también para agradecer y pedir disculpas, subrayando su importancia en la cultura tailandesa.
El saludo con la nariz
Entre los maoríes de Nueva Zelanda, el saludo tradicional se llama hongi y consiste en presionar la nariz y la frente contra la de otra persona. Este gesto simboliza el intercambio de ha (aliento de vida) y la conexión espiritual entre los participantes.
De manera similar, algunos pueblos indígenas en África, el Ártico, Alaska, Qatar, Yemen, Omán y Emiratos Árabes utilizan saludos basados en el contacto nasal, reflejando una conexión íntima y respetuosa con el otro.
Inclinación de cabeza
En India, el saludo tradicional es el namasté, donde se juntan las manos frente al pecho y se acompaña de una ligera inclinación de cabeza.
Este gesto, que significa “me inclino ante ti”, tiene raíces en el hinduismo y simboliza respeto y gratitud.
Variantes de este saludo, como el namaskar, se usan en contextos más formales.
Palmas aplaudiendo
En algunos grupos étnicos de Zimbabue y Mozambique, como los Shona, el saludo consiste en aplaudir suavemente las manos mientras se habla. El número de aplausos y su intensidad puede variar dependiendo del nivel de respeto hacia la persona saludada.
Toque de pies
En ciertas regiones de Indonesia y otros países del Sudeste Asiático, se utiliza el saludo conocido como sembah sujud, que implica tocar los pies de una persona mayor como signo de respeto. Este gesto también se encuentra en otras culturas asiáticas, destacando la reverencia hacia los ancianos y figuras de autoridad.
Golpe de puños o codos
La pandemia de Covid-19 cambió la forma de saludarse en todo el mundo. El golpe de puños o codos se popularizó como una alternativa segura al apretón de manos. Aunque inicialmente adoptado por necesidad, este gesto se ha mantenido en muchas culturas como una forma moderna, informal y libre de riesgos para saludar.
Mostrar la lengua
Sacar la lengua y sacudirla es un saludo cordial en el Tibet. Es una forma de demostrar que nunca pronunciarán cosas negativas de esa persona. Además de ser un saludo, sacar la lengua se usa para mostrar acuerdo, y en los últimos años este gesto se ha convertido en una señal de respeto.