A solo días de su concierto de Navidad y Año Nuevo, "5 pa las 12" -este 11 y 12 de diciembre en la BINAES-, la Orquesta Sinfónica Juvenil de El Salvador (OSJ) lamenta la muerte de su directora ejecutiva, Luz Eugenia Fuentes "Luchy" (1957-2024), quien fue uno de los pilares de este proyecto social concebido por los Acuerdos de Paz de 1992 por más de dos décadas.
La incansable defensora de la juventud en riesgo fue el norte que sostuvo contra viento y marea a la OSJ por más de 25 años y siempre al pie del cañón.
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Falleció el pasado 9 de diciembre, lunes de 2024 en el que las redes sociales de la orquesta compartieron la triste noticia desde tempranas horas.
"Lamentamos el irreparable fallecimiento de nuestra Directora Ejecutiva Luchy Fuentes. Nuestro mas sentido pésame a la familia, seres queridos y amigos", se lee al pie de la esquela posteada en las plataformas digitales.
"Mi más sentido pésame para su familia y para el personal de ProArte y la OSJ", expresó la musicóloga salvadoreña Martha Rosales, en el muro de comentarios de la cuenta de Facebook de la orquesta.
El gestor cultural y balletista salvadoreño Juan Ramón Pineda, de la Fundación Ballet de El Salvador, reconoce que para él Luchy fue una mentora, una colega y pieza clave en su formación como gestor. Alguien con quien se organizaban los eventos y se involucraba en toda la producción. Para él es otra pérdida irreparable para la cultura salvadoreña.
A estas reacciones se sumaron muchas más, en las que se resalta el compromiso y la pasión con la que "Luchy" se entregó mientras estuvo al frente del proyecto administrado desde sus inicios por la Asociación ProArte, una mujer empoderada que deja tras de sí una invaluable herencia a la historia de la música académica del país.
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Pero tal vez, quien descubrió en ella todas las dimensiones de una mujer comprometida con los niños y jóvenes de El Salvador de forma muy persona, fue el actual director emérito de la sinfónica, el maestro uruguayo Martín Jorge.
Luchy fue la primera persona que Jorge enfrentó a su llegada a tierra salvadoreña para colocarse al frente de la OSJ, en la primera década del siglo XXI.
En este clip, se puede constatar el cariño que existía entre Luchy y los jóvenes de la sinfónica juvenil, en uno de los tantos viajes que compartió con ellos. VIDEO: cortesía / Martín Jorge.
Lo hizo, cuando la sede de ProArte funcionaba a pocas cuadras del Centro Nacional de Artes (Cenar), en la colonia San Mateo de la ciudad capital.
"No me imagino a ProArte sin Luchy...", fue lo primero que expresó el sudamericano -desde su natal Uruguay vía mensajería- al tratar de resumir el valioso legado que Fuentes ha heredado a la cultura salvadoreña.
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Para él, la decisión de colocar al frente de la administración de dicha oenegé fue uno de los grandes aciertos de ProArte, pues lo mantuvo en pie aún en los momentos más difíciles.
"Desde que yo la conocí, ella estuvo totalmente abierta y permeable a llenarse de todo lo que era música, cultura, música sinfónica, orquestas... y eso nos permitió un trabajo increíble, que yo lo resumiría -en El Salvador, Europa o en Uruguay, a donde ahora estoy viviendo- en que poca gente he conocido que trabaje en las artes con la ética, con el nivel de responsabilidad absoluta que tuvo siempre Luchy...", reflexionó el director orquestal.
El maestro Jorge no solo se ganó el corazón de todos los que fueron sus alumnos, del equipo administrativo de la orquesta y los miembros de ProArte. También conquistó el corazón de su compañera de fórmula, con quien trabajo codo a codo por 14 años en El Salvador. Ella fue la que más lamento la partida del músico, tras los recortes estatales que desligaron a la orquesta del Gobierno.
Para él, esos años fueron de mucho aprendizaje en los que junto a Luchy tuvo que sacar adelante un proyecto, pero también consolidar una amistad sincera, desde el respeto y la profunda admiración.
"Cuando yo llegué, me recuerdo perfectamente el día que la conocí y me la presentaron, que nos pusimos a charlar y me dijo: 'Yo trabajo así'. ¿Cómo trabaja usted?, ¿qué es lo que quiere hacer? Bueno, vamos a ver cómo lo hacemos real'. Y fuimos construyendo un vínculo de muchísimos años, de irnos conociendo...", recuerda.
Luchy fue una de las personas que más extraño desde que el uruguayo abandonó El Salvador para continuar su trabajo en la tierra que lo vio nacer. Hasta el día de su muerte, siempre mantuvieron una comunicación constante, una conexión que mantuvo al sudamericano muy cerca del proyecto sinfónico administrado por ProArte.
"Cada vez que volvía a El Salvador era una alegría ver a Luchy, nos íbamos a comer siempre juntos, al mismo lugar a donde habíamos ido tantos años...", añadió.
Martín -como Luchy solía referirse al director que tanto admiraba- resume de esta forma lo que Luchy fue para él y la orquesta: "Lo resumiría diciendo que para para mi fue una persona única e increíble. Un ser humano excepcional con una ética de trabajo inigualable, un sentido del humor lleno de inteligencia y una persona de compromiso social y justicia inigualable. Con muchos años de trabajo compartido se que me fui de El Salvador con una gran amiga. Su recuerdo y enseñanzas me van a acompañar siempre".
Los restos de quien fue la director ejecutiva de ProArte son velados desde el mediodía del pasado lunes 9 de diciembre, en la funeraria Capillas Memoriales, en donde se llevará a cabo la misa de cuerpo presente a las 10:00 am y a la 1:00 en capilla Memorable, antes de partir al cementerio Jardines del Recuerdo.
Descanse en paz Luchy.