Dos notificaciones de embargo del Juzgado Segundo de lo Civil y Mercantil de Santa Ana ha recibido la junta directiva de la Asociación Pro Arte de El Salvador, ante la falta de pago del alquiler de uno de los inmuebles que fue destinado en su momento para impartir formación musical a los integrantes de la Orquesta Sinfónica de San Salvador, tras firmar convenio con la municipalidad capitalina el 14 de septiembre de 2017 (en ese entonces liderada por el actual presidente Nayib Bukele).
Dicha deuda fue adquirida tras el impago de los fondos mensuales que recibía de la alcaldía para el desarrollo de dicho programa social de enero de 2020 a julio de 2021 (18 meses).
En este punto, hay que aclarar que el gobierno edilicio de Ernesto Muyshondt decidió seguir con el proyecto adquirido por su antecesor, firmando una adenda (adiciones o complementos añadidos a una obra escrita y terminada) con la oenegé en 2018. Pero al dejar de percibir el dinero del Fondo para el Desarrollo Económico y Social de los Municipios (FODES), la administración de Muyshondt dejó de brindar el apoyo financiero que Pro Arte necesitaba para continuar con la orquesta.
No obstante, Pro Arte no dejó de ofrecer la formación musical a los integrantes de dicho proyecto social aún en pandemia, pero para proseguir utilizó dinero de las arcas de la Orquesta Sinfónica Juvenil (OSJ), que dejó de funcionar por la crisis sanitaria.
Desde entonces, la organización privada sin fines de lucro se enfrenta a las consecuencias de no contar con los fondos que se adeudan, situación que se complicó aún más en 2021 después que el actual alcalde de San Salvador, Mario Durán, dio por finalizado el convenio adquirido por Bukele en 2017.
Tras hacer pública la situación, el secretario de Cultura de San Salvador, César Ulises Juárez Molina, hizo llegar a Pro Arte una carta con fecha 29 de septiembre de 2021, en la que reconoce la existencia de la deuda y notifica que la solicitud de pago fue aceptada pero que el caso será sometido a un Examen Especial de Ingresos y Egresos conforme a Convenio de Cooperación antes citado, por el período comprendido entre el 20 de septiembre de 2017 al 31 de julio de 2021.
Sin embargo, y pese a que en dicha misiva el secretario indica que procederán a determinar “fechas y cifras de pago, en los términos que usted requiere, cuando obtengamos resultados del Examen detallado”, a la fecha la mora sigue pendiente y Pro Arte corre el riesgo de ser embargada por Josué Galán, el propietario del inmueble que se usó para formar a los alumnos de la Orquesta San Salvador, con sede en Santa Ana, a quien se le adeudan 13 meses de arrendamiento ( de Junio 2020 hasta Julio 2021).
Si dicha medida legal contra la oenegé se hace efectiva, los únicos perjudicados serán los becarios que conforman la OSJ, proyecto de formación musical que surgió tras la firma de los Acuerdos de Paz en 1995 y que ha beneficiado a 5,000 jóvenes aproximadamente.
¿POR QUÉ SANTA ANA?
La pregunta que surge ante tal situación es ¿por qué la Orquesta de San Salvador tiene una sede en el municipio de Santa Ana?
Todo comenzó en el 2017, cuando la Fundación Esperanza Azteca anunció que se retiraba de El Salvador y por ende finalizaba con su proyecto social Orquesta Esperanza Azteca, tanto en San Salvador como en Santa Ana. Dicho programa fue administrado por Pro Arte.
Ante la mala noticia, los padres de familia de los integrantes de la orquesta en la capital solicitaron la intervención del entonces alcalde de San Salvador, Nayib Bukele, a quien la Fundación nombró padrino del proyecto en dicho municipio.
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El jefe edilicio y su esposa, Gabriela de Bukele, accedieron a continuar con el proyecto tal y como había funcionado, firmando el convenio con Pro Arte, y lo anunciaron en las redes sociales.
Tras ese anuncio, los padres de familia de los integrantes de la orquesta en Santa Ana también le pidieron su ayuda para continuar siendo parte del proyecto, y Bukele accedió. Fue así que en Santa Ana funcionó una Orquesta Sinfónica de San Salvador.
No obstante, para financiar el proyecto con sede en la Ciudad Morena, la municipalidad acordó con Pro Arte girar los fondos a través de la oenegé, la cual respondería por el pago de los servicios necesarios para continuar con el proyecto, llámese arrendamiento de local, pago de seguridad y transporte de docentes. Por ello, el contrato de alquiler que se adeuda a Josué Galán en Santa Ana, está a nombre de Pro Arte.
Pero, ¿cómo la alcaldía giró esos fondos municipales a través de Pro Arte? La oenegé habilitó un espacio en el inmueble que le fue donado para la OSJ para las oficinas administrativas del proyecto de la alcaldía y para ensayos de algunas secciones. Con lo que la municipalidad cancelaba por ello a Pro Arte, se pagaba el inmueble de Santa Ana.
Irónicamente, después de salvar el proyecto de la Orquesta Esperanza Azteca, ahora la Alcaldía de San Salvador estaría minando el desarrollo de una orquesta con más de 25 años de trayectoria.
Tras la carta emitida por el secretario de Cultura en septiembre de 2021, Pro Arte ha enviado 11 cartas solicitando información sobre su caso y aún no tiene respuesta. Pero el embargo es inminente.