La noticia del retiro de la pintura de San Óscar Arnulfo Romero del Aeropuerto Internacional de El Salvador ha generado una diversidad de reacciones en redes sociales.
Estas voces lamentan que desde hace semanas las decisiones gubernamentales irrespeten el patrimonio y la memoria de los salvadoreños.
Lee también: Retiran pintura de Monseñor Romero en aeropuerto para colocar mensaje gubernamental
Uno de los personajes que se ha pronunciado al respecto ha sido el presbítero y doctor en Teología, Juan Vicente Chopin Portillo, quien ha escrito sobre los mártires del siglo XX, entre ellos San Romero, en su obra "Teología del Martirio Cristiano, Implicaciones Socio Eclesiales".
El sacerdote diocesano escribió en su cuenta de Facebook que la decisión de retirar la obra del pintor salvadoreño Rafael Varela, es otro "damnatio memoriae (daño a la memoria) aplicado, en la mente del oficialismo, a sus anteriores adversarios políticos".
Tal opinión se suma a la de otros intelectuales como Carlos Cañas Dinarte que en una diversidad de oportunidades se ha manifestado contra el irrespeto y la destrucción del patrimonio cultural de todos los salvadoreños, ante el daño irreparable al edificio del Palacio Nacional de San Salvador y la demolición de otras edificaciones históricas como parte del proyecto de revitalización del Centro Histórico.
Chopin Portillo recuerda que la imagen del santo de América es una figura religiosa.
Te puede interesar: Revitalizar el centro de San Salvador, no significa demoler la historia
Y en "este sentido, los representantes de la Iglesia Católica, o en general las organizaciones sociales que aprecian la figura del santo salvadoreño, pueden solicitar que, antes que se destruya la imagen de Monseñor Romero que está en casa presidencial, pueda ser entregada a una institución que haga aprecio de ella", enfatiza el sacerdote en su publicación al respecto.
Asimismo, lamentó que las autoridades eclesiales no se hayan pronunciado al respecto del retiro del díptico en acrílico sobre lienzo, que fue declarado Bien Cultural por la Secretaría de Cultura de la Presidencia, bajo la administración de Magdalena Granadino, el 26 de octubre de 2012.
Según lo informado por un grupo de artistas visuales solidarios con el autor de la pieza de 2x6 metros -que fue colocada entre las salas 9 y 10 de la terminal de pasajeros-, Rafael Varela, la pintura permanecería resguardada en las instalaciones de CEPA.
Pero al cierre de esta nota, aún no se le había informado de forma oficial al creador de la misma el destino que tendrá la pintura en el futuro, solamente que está en buenas condiciones.
Mira además: El migueleño que creó la frase "El Salvador, Pulgarcito de América"
El que sí se manifestó sobre este tema fue el pintor Rafael Varela, quien publicó en su cuenta de Facebook que en efecto se le ha confirmado que la pintura está en buenas condiciones.
Él espera que la pieza sea reubicada en otro lugar donde pueda seguir siendo admirada por nacionales y extranjeros. Asimismo, afirmó que, en efecto, la pintura-mural es parte del patrimonio cultural de los salvadoreños desde octubre de 2012.
"Por los materiales, dimensiones y técnica empleada, esta pintura mural se convierte en una obra monumental que posee un importante contenido estético, artístico, simbólico, con el cual nos identificamos todos los salvadoreños", se destaca en la resolución interna de noviembre de 2012 publicada en el tomo 397 del Diario Oficial, en la que quedó registrado el título de Bien Cultural de dicha pintura.
Algunos internautas no dudaron en reaccionar a las recomendaciones de Chopin Portillo.
"Tenemos una jerarquía dominada y muda, el poder es un monstruo grande", "Podrá destruir cualquier imagen pero le tocará cargar con el eco que causan sus palabras", "Pero una campaña para recuperar ese bello cuadro, deberíamos iniciar", "La ignorancia hace que las personas hagan cosas sin saber. Pero el que tiene conocimiento de la historia y hace estas cosas es por pura maldad! Cuando se traspasan los límites de la leyes naturales se desatan consecuencias inesperadas", son algunos de los comentarios.
Ante la muestras de irrespeto al patrimonio y el silencio de las autoridades de Cultura, los artistas visuales en El Salvador temen que otras obras de arte puedan ser destruidas, como el mural de Monseñor Romero que el maestro Antonio Bonilla realizó en una de las paredes exteriores del Pabellón Centroamericano del ex Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO)2, ahora Hospital El Salvador.
Como el acceso a dichas instalaciones están restringidas, ni el creador de la obra ni otros representares de la plástica nacional han podido constatar en qué condiciones se encuentra. Este fue inaugurado en mayo de 2012.