Prudencia Ayala fue atacada en San Salvador cuando se postuló a presidenta hace 95 años

La activista, escritora y periodista salvadoreña Prudencia Ayala (1885-1936) habría sido la primera mujer latinoamericana en postularse a un cargo público, en la década de los 30.

Pero más allá de esa osadía y su enorme legado intelectual para El Salvador, esta compatriota es ejemplo de empoderamiento y valentía. El pasado 11 de marzo, el Museo de la Palabra y la Imagen (Mupi), develó una escultura dedicada a la sonsonateca, que falleció a los 51 años en 1936.

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Hace 95 años, Ayala fue agredida en la capital salvadoreña para hacerla entrar en razón y que desistiera de sus pretensiones, en una época en la que "las mujeres no tenían nacionalidad ni derechos ciudadanos", según lo expresa el investigador y escritor salvadoreño radicado en Barcelona, Carlos Cañas Dinarte.

"Es decir, no existían ante la ley. Tanto así que, si se casaban con un extranjero, adoptaban la nacionalidad del esposo", añadió el intelectual.

Acá te compartimos algunos datos biográficos de una verdadera heroína cuscatleca, cuya vida debe ser visibilizada y estudiada por todas las generaciones.

1 Pionera en la lucha política femenina: Prudencia Ayala fue una mujer indígena que intentó ser candidata a la presidencia de El Salvador. Antes de ello, logró ser una figura reconocida por sus debates políticos, y por ser una acérrima defensora de los movimientos sindicales centroamericanos y los derechos humanos de las mujeres, y opositora a la intervención de los Estados Unidos en la región.

2 Violencia por sus ideales: en diciembre de 1930, Prudencia fue golpeada en una calle de San Salvador para disuadirla de su "locura" de querer participar en la política. A pesar de esto, ella no abandonó su lucha.

3 Apoyo solitario: salvo el escritor y pensador Alberto Masferrer, prácticamente nadie apoyó sus pretensiones políticas. Su lucha fue una batalla solitaria contra un sistema que la excluía por ser mujer.

4 Legado olvidado por años: la obra y vida de Prudencia Ayala permanecieron en la oscuridad hasta mediados de la década de 1990, después del fin de la guerra civil en El Salvador. Fue entonces cuando su historia comenzó a rescatarse y visibilizarse.

5 Donación de su archivo personal: el hijo de Prudencia Ayala donó su archivo personal al Museo de la Imagen y la Palabra (Mupi), lo que permitió dar a conocer más sobre su vida y su lucha.

6 Escultura en su honor: en el marco del mes de la mujer, el MUPI develó una escultura en honor a Prudencia Ayala, reconociendo su contribución a la lucha por los derechos de las mujeres en El Salvador. La obra fue elaborada por el escultor estadunidense Keith L. Andrews con apoyo de la salvadoreña Besy Salguero y un equipo de voluntarios.

7 Educación limitada, pero visión amplia: Prudencia apenas tenía segundo grado de escolaridad y no hablaba ni leía inglés, a diferencia de otras mujeres de la época vinculadas a las élites cafetaleras. Sin embargo, su lucha estuvo más conectada con las realidades cotidianas de las mujeres salvadoreñas y su falta de educación no fue ningún impedimento para alzar la voz y luchar por sus ideales.

8 Sufragismo popular: a diferencia de las mujeres de las élites cafetaleras de Ahuachapán y Santa Ana, que iniciaron el sufragismo en El Salvador en la década de 1890, Prudencia representó a un sector más popular y de base, en la lucha por los derechos de las mujeres.

9 Unión centroamericana: Ayala compartía con las mujeres de las élites la creencia en la unión centroamericana como una aspiración política urgente y necesaria para la región.

10 Falta una biografía seria: a pesar de que se han escrito numerosos artículos y tesis sobre Prudencia Ayala, aún no existe una biografía amplia y seria que explore a profundidad su vida, obra y contexto histórico. Carlos Cañas Dinarte destaca la urgencia de este trabajo para dimensionar su legado con justicia.

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