Desde su creación el 17 de junio de 1996, el Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI) ha dedicado sus esfuerzos en rescatar y preservar parte de la memoria histórica de El Salvador.
Además de el acervo sobre Salarrué y su familia, el levantamiento indígena y la matanza de 1932, Prudencia Ayala, la Radio Venceremos o San Óscar Arnulfo Romero entre otros, el MUPI resguarda pasajes vitales de la historia salvadoreña.
Esta vez, ha captado la atención de sus audiencias con la reciente publicación de parte del "interrogatorio realizado a un Roque Dalton, de 25 años, efectuado por los sub-sargentos de la Guardia Nacional, Arnoldo Castro Morán y Juan Bautista Garay, junto al Juez Especial de Policía Jorge Villalta, fechado el 17 de octubre de 1960".
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Lo colgaron de sus redes sociales este fin de semana. Pero el extracto fue publicado en la revista Trasmallo dedicada al 80 aniversario de nacimiento de Dalton en 2015.
El poeta salvadoreño más internacional fue capturado en diciembre de 1959, tras participar en el abucheo colectivo a un desfile oficial del entonces presidente José María Lemus.
De los 11 arrestados, 9 fueron liberados. Solo quedaron en prisión Dalton y el obrero Carlos Hidalgo.
El extracto del interrogatorio al que fue sometido el poeta fue publicado por el MUPI bajo el título "El interés en la poesía".
Tal titular hace énfasis a que en esa oportunidad, a Dalton lo cuestionaron por su pasión por las letras
"En las preguntas que los agentes de inteligencia le hicieron al joven poeta, se encuentra este curioso interés en la literatura, más que en las andanzas subversivas de Roque. El interrogatorio también nos revela su amistad con Clementina Suarez, la poeta hondureña, que, por cierto, este año el MUPI publicará un cuaderno con poemas manuscritos y obras de arte de reconocidos intelectuales de Mesoamérica en 1930/1937, dedicados a “Clemen”, se lee en el post del MUPI.
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A continuación, comparte ese momento del interrogatorio:
¿Cuántos viajes ha realizado usted al exterior? (pregunta el agente)
Roque: –Bueno, he ido a Guatemala en el año 1946 a curarme un ojo, luego cuando me casé fuimos de luna de miel con mi esposa en el 55 y luego el 57 ya había salido a Chile a estudiar mi carrera de Derecho…. Después de esto, salí a Honduras, que fue una visita de tres días a unas amigas que ya dije sus nombres, Alma Suárez y Clementina Suárez, son muy buenas amigas y de relaciones de tipo intelectual también, y estuve nomás tres o cuatro días, algo así.
¿Qué clase de lectura le gusta a Ud.?
-La literatura en general. Mi lectura predilecta es novela pues, novelas, poesías, cuentos, todo lo que está en la literatura artística, es lo que paso leyendo todos los días.
¿Ese libro de Miguel Ángel Asturias, cómo se llama?
–Esas son mis obras escogidas, hay tres novelas: “Las Leyendas de Guatemala y sus Poemas”.
¿Y “La Dura Elegía de Septiembre” de quién es?
–Es mía, yo la hice. Usted comprenderá porqué la hice verdad, fue un estado muy impresionado por la muerte de ese muchacho y, claro uno dice cosas. (…)
¿Ya lo publicó?
No, no lo he publicado.
¿El poema lo hizo por recomendación de alguien?
–No, la poesía es imposible que se pueda hacer por recomendación de alguien; la poesía o sale espontáneamente o no sale, y sí Uds. lo ven, verán que es una expresión indignada por verdad, los datos que yo tenía de la muerte de este muchacho, verdad, muy duro fue.
¿Cómo fue?
–Pues, había muerto en forma violenta.
¿Iba a publicar usted esa poesía?
–No, ahí tengo mis libros que me decomisaron, el itinerario, no está publicado, yo hago mis poemas y los guardo, los voy guardando, los voy engavetando…, y no tengo dinero para publicarlos.
¿Pero al tener posibilidades?
–Pues no, eso por lo menos no, porque no creo que sea desde el punto de vista poético, no creo que sea valedera, pues, no creo que sea un buen poema; es un desahogo de momento.