El valor de la cerámica precolombina trasciende la dimensión artística y la doméstica para transformarse en una ventana a la identidad de los pueblos originarios de Mesoamérica y El Salvador.
Convencidos de la importancia de registrar tal expresión prehispánica, estudiarla y conservarla, la Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC) inauguró recientemente la muestra temporal “Formas persistentes en la cerámica. Un recorrido en el tiempo”, en el Museo Universitario de Antropología (MUA).
Al acto inaugural, asistieron alumnos, profesionales y autoridades académicas y gubernamentales. El evento fue encabezado por el vicepresidente de la UTEC, Carlos Reynaldo López Nuila; el viceministro de Educación, Ciencia y Tecnología Ricardo Cardona, y el director de Cultura de la UTEC, Ramón Rivas.
“Siempre un acto de esta naturaleza tiene la trascendencia de que marca pautas en la vida institucional de la universidad...”, recalcó López Nuila, antes de recordar que la UTEC está comprometida con la investigación y promoción del quehacer cultural del país.
El MUA destaca que enterritorio nacional la pieza cerámica más antigua data del 1400 a. C.; que los usos principales de esta han sido de carácter utilitario y ceremonial, pero que hoy en día también son valoradas como piezas decorativas.
Lamentablemente, al momento de comercializarlas en la actualidad, los artesanos no ven compensados todo el esfuerzo que realizan a la hora de vender sus piezas, como lo enfatizó el doctor en antropología Ramón Rivas.
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Vale enfatizar que si bien la producción de estas vasijas, ollas, platos, comales... fue más una labor femenina, también los hombres contribuyeron en su fabricación.
La exhibición ahonda en tres centros artesanales aún activos en territorio nacional, localizados en Guatajiagua, Quezaltepeque y Santo Domingo de Guzmán.
Con base en la información detallada por el MUA, la cerámica negra de Guatajiagua, Morazán, se fabrica con barro negro y colorado que se extrae en el territorio del municipio de origen lenca.
Luego, este se mezcla con arena para crear una pasta. “Cuando la pieza aún se encuentra caliente, se le da un baño en agua con mezcla de semillas de nacazcol, quebracho y cáscara de árbol de nance ácido, previamente cocidos”.
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Hacia el occidente del país, en el departamento de Sonsonate, se localiza Santo Domingo de Guzmán, de raíces pipiles.
En esta localidad, aún se produce la cerámica tradicional y quienes están a cargo del trabajo son las mujeres de la comunidad.
Para su elaboración, utilizan barro, polvo y arena, pero hay talleres que también usan tierra blanca. “Luego de la cocción, se les aplica una mezcla de achiote con masa diluida en agua...”.
El tercer centro artesanal elegido es el que Quezaltepeque, en el departamento de La Libertad, ciudad en donde los artesanos cada vez son menos.
La producción de la cerámica tradicional en esta región es en serie e integra características prehispánicas y coloniales, “como parte de la identidad cultural” de la localidad.
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La muestra permanecerá en el primer nivel del MUA todo el mes de abril, mayo y junio. La exhibición se puede visitar de lunes a viernes de 8:30 a 11:30 a.m. y de 2:00 a 5:00 p.m. Los sábado está disponible de 8:30 a 11.30 a.m.
El MUA está ubicado entre la 17 avenida norte y calle Arce de San Salvador, en el edificio Anastacio Aquino. Para más información, llame al 2275-8836.