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Mario Vargas Llosa en la Academia Francesa

En París, el jueves 9 de febrero pasado había una multitud para recibir al nuevo “Inmortal”, sobrenombre dado a los miembros de la Academia, una institución que data de la época de los mosqueteros y del famoso D’Artagnan.

Por Corresponsal en París / Pascal Drouhaud | Feb 13, 2023- 16:51

El escritor peruano y ganador del premio Nobel de literatura posa para una fotografía durante la ceremonia de su inducción a la Académie Francaise. Foto / AFP

Mario Vargas Llosa entró en la Academia Francesa. Esta institución legendaria fue creada en 1634 bajo el auspicio del Rey Luis XIII (1601-1643), padre de Luis XIV, el “Rey Sol” (1643- 1715) y oficializada por el cardenal de Richelieu .

Era la época de los mosqueteros y del famoso D’Artagnan, popularizados por Alejandro Dumas en su obra de “Los Tres Mosqueteros” de 1844.

En París, el jueves 9 de febrero pasado había una multitud para recibir al nuevo “Inmortal”, sobrenombre dado a los miembros de la Academia, que se suceden en esta institución cuya función consiste en “contribuir en el perfeccionamiento y a la difusión de las letras”. Se encarga también de la actualización del diccionario de referencia en francés. Este “panache” es el de una Francia universal, defensora de los Artes y de las Letras y, sin duda, Mario Vargas Llosa participo con su llegada en esta leyenda que nació hace casi cuatro siglos.

El Premio Nobel de LIteratura se dirige a los demás miembros de la Academia Francesa. Fotos: Pascal Drouhaud
El Premio Nobel de LIteratura se dirige a los demás miembros de la Academia Francesa. Foto: Pascal Drouhaud

Entrando en la cúpula de la Academia francesa, en presencia de los 34 miembros y bajo el mando de la secretaria perpetua, Helene Carrère d’Encausse y Daniel Rondeau que pronuncio el discurso de elogio y de bienvenida, Mario Vargas Llosa clamó su amor para las letras, la literatura y la libertad. Es el primer escritor que no haya escrito una sola de sus obras, en francés, en convertirse en miembro en el templo de la literatura francesa. Y la institución ha sido objeto de una atención particular porque lo adoptó a pesar de haber sobrepasado por 10 años la edad límite para volverse miembro. Es decir, cuando la institución francesa quería integrar al escritor peruano, que forma parte, con Gabriel García Márquez, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, pero también Jorge Luis Borges, José Donoso, Miguel Ángel Asturias o Luis Sepúlveda, de la era de oro de la literatura latinoamericana.

Premio Nobel de Literatura en 2010, miembro de las academias peruana (desde 1977) y de la Real Academia Española (desde 1994), reafirmó en un discurso de una hora su pasión por la libertad, reafirmando los lazos que construyó con Francia, afirmando que fue “en París donde empezó en sentirse escritor peruano y latinoamericano”.

“No hemos inventado nada mejor hasta hoy, que la novela (el roman) para mantener vivo el sueno de una sociedad mejor que la en la cual uno vive, en la cual encontraríamos materia a la felicidad; esta palabra, felicidad, tiene todo de una irreal locura en nuestros tiempos, y a pesar de todo nutrió durante siglos el sueño de millones de seres humanos”.

El laureado escritor posa con nuestro corresponsal en París y presidente de la asociación Latinoamérica-Francia (LATFRAN), Pascal Drouhaud.
El laureado escritor posa con nuestro corresponsal en París y presidente de la asociación Latinoamérica-Francia (LATFRAN), Pascal Drouhaud.

Haciendo el elogio de Michel Serres, al cual sucede en la silla 18, y de los escritores Gustave Flaubert y Víctor Hugo, reafirmó aspectos de su pensamiento: “La novela salvará la democracia o se dañará con ella, y desaparecerá”.

El laureado escritor tomó posición contra lo que afirma ser “ esta caricatura que los países totalitarios nos venden como novelas, pero que existen solamente después de haber cruzado la censura de quien les mutila, con el fin de apoyar a las fantasmagóricas instituciones de similares asedios a la democracia de las que nos da el ejemplo de Rusia de Vladimir Putin. Y lo vemos atacar esta desgraciada Ucrania, ofreciéndose la sorpresa del siglo cuando esta última nación le resiste, a pesar de su superioridad militar, sus bombas atómicas”.

Vargas Llosa siguió con lo que llama “su teoría sobre nuestra época” afirmando que “al igual que las novelas, aquí los débiles triunfan de los fuertes, porque la justicia de su causa está infinitamente más grande que la de estos últimos, supuestamente poderosos”.

El discurso resonaba como una tribuna implacable , antes de volver a la noción de la literatura. “Este sueño de los sueños, hecho de palabras, un refugio que, como el canto de los pájaros o el perfume de las flores, reemplaza la vida por los destellos de un mal escritorzuelo”.

El escritor Vargas Llosa recibido por decenas de periodistas. Foto: Pascal Drouhaud
El escritor Vargas Llosa recibido por decenas de periodistas. Foto: Pascal Drouhaud

Vargas Llosa siempre intenta volver posible lo imposible, a pesar de un determinismo social y de una coerción política. En París, reafirmó sus ideas, teorías y posiciones que han podido crear polémicas. Ya sea en su proclama contra los autoritarismos como en su fidelidad al Rey emérito de España, que vive en exilio en Dubai desde 2020 y que hizo un punto de honor en ser presente , Mario Vargas Llosa quiso escribir una página particular de su vida, reafirmando su libertad como escritor y ser humano en su consciencia de responsabilidad.

IDEALISMO Y UTOPÍA

El traductor histórico de Mario Vargas Llosa, Albert Bensoussan, lo presenta como “un maestro del fermento romántico” que “siempre buscó una forma de universal”. Sus obras tienen mucha ironía, mezclando un tono dramático en un ambiente burlesco.

Cuando fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca, en España en septiembre de 2015, el nuevo miembro de la Academia Francesa habló en un discurso, sobre las razones que lo llevaron a escribir: “Si nos dedicamos a crear universos de ficción que rivalicen con la realidad real, es, es parece, porque el mundo real, en cierto modo, no nos basta, incapaz como es de satisfacer nuestros apetitos y nuestros sueños.

Vargas Llosa con el ex rey de España Juan Carlos I (R) y la Infanta Cristina de España (C) al final de la ceremonia. Foto / AFP
Vargas Llosa con el ex rey de España Juan Carlos I (R) y la Infanta Cristina de España (C) al final de la ceremonia. Foto / AFP

Periodista, novelista, ensayista político, es autor de una treintena de libros. Escribió durante su adolescencia, “La huida del Inca”: difícil en no hacer un paralelo con su vida cuando contó la historia de un joven de alma rebelde, que elige libremente ir a la Universidad San Marcos de Lima al lugar de la respetable Universidad Católica, invirtiendo una forma de determinismo social y descubriendo su deseo de convertirse en un hombre de acción.

Vargas Llosa dedicó su vida a la escritura. Vendrán muchas obras, como “La ciudad y los perros”, que escribió en 1963 en París, donde vivió parte de la década de 1960. Son sus años como joven cadete en una escuela militar los que se reflejan en esta obra. Luego vendrán, en particular, “La Casa Verde” (1966), “Conversación en la Catedral”(1969), “Pantaleón y las visitadoras” (1973). En octubre de 2010, recibió el Premio Nobel de Literatura por “su mapeo de las estructuras de poder y sus imágenes de resistencia, revueltas y derrotas de individuos”, según el comunicado de prensa de la Academia Sueca.

Sus modelos no faltan: “Los Miserables” de Víctor Hugo lo marcarán en su adolescencia. También dedicará un ensayo a Víctor Hugo, “La tentación de lo imposible”. Como suele recordarnos su traductor Albert Bensoussan, la utopía está siempre presente en la obra de Mario Vargas Llosa: es “un vector positivo”, pero el novelista ve claramente que sus promesas y esperanzas quedan siempre relegadas al futuro y a los mañanas, que tardan en materializarse.

“La utopía parece no llevar a ninguna parte, pero trae consigo un elemento de grandiosidad basado en la creencia en la perfección humana. Reivindica la libertad y la exigencia de defenderla a toda costa”.

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