“Me informan que el Ministerio de Cultura ha pedido a la Academia Salvadoreña de la Lengua y a la Academia Salvadoreña de la Historia que desalojen la sede de la Casa de las Academias (ex Casa Dueñas), que ha sido el edificio que las ha albergado desde el año 2004. Los académicos están angustiados porque no tienen dónde ir”, se lee al inicio de un texto que circula por mensajería privada.
Sin embargo, en las redes de ambas instituciones no se encuentra alguna referencia sobre tal denuncia.
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Quien sí se ha hecho eco de ello ha sido el historiador salvadoreño residente en Barcelona, Carlos Cañas Dinarte, quien ha compartido en sus plataformas digitales fotocapturas de dicha alerta.
“En El Salvador, el Ministerio de Cultura ha ordenado el desalojo de la sede de las Academias de la Lengua y de la Historia”, se lee en uno de los textos que ha compartido en su cuenta de X.
En El Salvador, el Ministerio de Cultura ha ordenado el desalojo de la sede de las Academias de la Lengua y de la Historia. @perezreverte @sergioramirezm @CasaReal @RAEinforma @SEGIBdigital @UNESCO_es @rtvenoticias @desdelamoncloa @elpais_america @elmundoes @eldiarioes pic.twitter.com/wejNWYqQOk
— C. C. Dinarte (@ccdinarte2010) September 7, 2024
En la denuncia que circula por la app de mensajería se lanzan varias interrogantes frente a este nuevo movimientos que sacudiría el sector cultural del país.
“¿Será posible que el gobierno de facto pretenda desaparecer a instituciones tan emblemáticas como la Academia Salvadoreña de la Lengua? ¿Será posible que su ignorancia e insensibilidad les lleven a este extremo de crimen contra nuestra cultura?”.
Pero de nuevo, la respuesta es el silencio.
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Vale recordar que desde hace más de 10 años, ambas academias han dejado de percibir apoyo estatal para su mantenimiento, haciendo malabares para continuar con su labor en todas sus dimensiones.
Retomando información publicada por Cañas Dinarte en febrero de 2022, en el marco del centenario de diseño y construcción de la colonia Dueñas, hay que recordar que esta hermosa arquitectura del centro de San Salvador fue restaurada gracias al apoyo brindado por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), tras acuerdo confirmado en 2001.
Antes, el inmueble permaneció en total descuido, a merced de los ladrones de hierro y madera que pululan en el centro.
Localizada frente al Instituto Nacional de los Deportes (INDES), sobre la 9ª. avenida norte y alameda Juan Pablo II, “fue construida en una zona que en la tercera década del siglo XX se convirtió en sitio de residencias para algunas de las más importantes familias sansalvadoreñas”.
La estructura perteneció a la familia Dueñas-Palomo, la cual fue edificada como regalo de bodas para María Eugenia Dueñas, hija de Miguel Dueñas Dárdano y su esposa Eugenia Palomo Sevilla. La construyeron en 1919 (a lo largo de un año) muy cerca de la amplia residencia familiar, la que hoy es el Centro Cívico Cultural Legislativo, frente al Banco Central de Reserva.
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“Para su construcción Art Nouveau y sistema déployé (malla metálica recubierta de concreto) se contó con lujosos materiales importados desde Francia, en atención a las instrucciones precisas giradas por el ingeniero civil Daniel Cristóbal Domínguez Párraga, encargado del diseño y construcción del inmueble”, escribió Cañas Dinarte en su artículo “Una mansión repleta de historias y palabras”, publicado en elsalvador.com,
La ex Casa Dueñas tuvo una diversidad de usos, entre estos fue sede de “la legación diplomática de los Estados Unidos Mexicanos. Desde 1935 hasta 1957, las sucesivas legación y embajada de los Estados Unidos de Norte América alquilaron el edificio, en que habitaron permanentemente seis embajadores y, de forma ocasional, personajes de la talla de los expresidentes Lyndon B. Johnson y Richard Nixon, así como el senador Robert Kennedy y los artistas de cine Clark Gable, Tyrone Power y Tony Curtis”.
Por el momento el rumor del desalojo de las Academias de este edificio, que fue declarado Bien Cultural en 1986, sigue siendo eso, un rumor. Habrá que estar pendientes de las redes sociales del gobierno para confirmarlo o descartarlo.