El artista visual salvadoreño Óscar Pérez ha sentado un precedente en la escena cultural-artística de El Salvador, al denunciar la destrucción de su instalación “De ciudadelas, urbanismo y distopías flotantes”, el pasado agosto.
El delito habría ocurrido a finales de julio, antes de que el creador se apersonara en las instalaciones del Teatro Alejandro Cotto, el 8 de agosto de 2024 para desmontarla, por solicitud del Patronato de Restauración Cultural de Suchitoto, a cargo de administrar dicho recinto.
Te puede interesar: Próceres de la independencia de Centroamérica según la IA
La compleja pieza, que se anunció en afiches promocionales estaría en exhibición del 1 de junio hasta el 31 de agosto, fue reducida a escombros, según se aprecia en las fotografías que el artista tomó y difundió en sus plataformas para denunciar el daño a su obra.
Es el mismo artista visual quien ha informado en sus redes sociales, que a un poco más de un mes, la Fiscalía de Cojutepeque realizó el reconocimiento del escena del delito, el pasado 12 de agosto. Pesquisa en la que contó con el apoyo de la PNC de Suchitoto, a donde Pérez interpuso la denuncia el mismo día que descubrió los daños a su pieza. En la diligencia, también estuvo presente el ofendido.
Para el creador, el irrespeto a su propuesta artística es prueba de que en El Salvador los artistas y su producción no son valorados y por ello ha querido proseguir con este caso, para demostrar que en el país existen leyes que protegen a los artistas e instituciones que los apoyan para hacer valer sus derechos.
“Porque el daño y destrucción de obras de arte, es un hecho que no debe quedar impune. Quiero agradecer a las autoridades, en particular a la Fiscalía General de la República de Cojutepeque y a la Policía Nacional Civil de Suchitoto, por la prontitud y diligencia con la que se ha actuado en este caso; reiteramos nuestro deseo por una pronta justicia y que se pueda sentar un precedente positivo, para que hechos lamentables como este, no se repitan en el futuro y la comunidad artística de nuestro país pueda ser tratada con la dignidad y respeto que se merece”, se lee al pie de un carrusel de 10 imágenes de las piezas que constituían su instalación evidentemente destruidas.
Lee también: Dylan Magaña descubre el "otro" Centro Histórico de San Salvador
La instalación original consta de 81 piezas, pero en el teatro Cotto solo se expusieron 75 -de dimensiones y precios variables-, las cuales presentan daños. A la fecha, el autor aún no ha realizado un valúo de todo lo dañado, pero sí ha dejado muy claro que fueron 4 años los que trabajó en esta obra que ya fue expuesta en el Museo de Arte de El Salvador y el Museo Forma. Además, aparece en reseñas de arte salvadoreño.
Hay que recordar que tras las denuncias realizadas por Pérez en las redes sociales, y en diferentes medios de comunicación, el Patronato de Restauración Cultural de Suchitoto publicó en su cuenta de Facebook un comunicado refiriéndose a las acusaciones emitidas por el ofendido, en el que aseguran que la “exposición no ha sufrido daño alguno”.
No obstante, las imágenes de los restos de las piezas de la instalación compartidas por el artista dejan en evidencia la destrucción.
Asimismo, argumentan que sí se le aviso con tiempo al artista para que se acercara a desmontar la obra un mes antes de concluirse el período de exhibición que se promocionó, pero que él no respondió a tales solicitudes. Frente a ello, el ofendido aseguró que él sí respondió y aclaró que llegaría el 8 de agosto a retirarla.
Pero al delito de daños a la propiedad privada de Pérez, se sumaría otro, pues el artista también tiene evidencia de las amenazas que ha recibido de parte de algunos miembros del patronato involucrado, para que desista de sus acusaciones.
Por el momento, las autoridades han iniciado el proceso y el ofendido espera que siga avanzando hasta deducir responsabilidades y se sancione al o los culpables.