En su sitio web, el escritor salvadoreño Diego Echegoyén Rivera se presenta como “emprendedor social, autor y editor de diversas publicaciones. Director de la Iniciativa El País Que Viene y fundador de la Escuela del Propósito, programa de liderazgo de alto nivel”.
Pero también es un amante de las letras capaz de lanzarse al vacío para crear mundos y contar historias, relatos que enganchen a una comunidad de lectores, que le respalda y retroalimenta en esa intensa pasión: escribir.
Fue en el fatídico año marcado por el covid-19, que el compatriota publicó su primera obra de ficción, “Teoría sobre una ausencia” (2020).
Te puede interesar: En la Antártida y entre rituales chamánicos, surge el “Arquitecto de quimeras”
Novela negra que se desarrolla en los años 70, 80 y 90, entre un pequeño pueblo de Kentucky, llamado McKee, y la ciudad de Veracruz, en México. La historia presenta a un oscuro protagonista de nombre Steve.
Tres años después, Echegoyén Rivera lanza el segundo título de esta trilogía, “El hilo invisible del amor propio” (2023), en el que describe detalle a detalle a su perverso personaje.
Pero dejemos que sea el autor mismo quién revele más sobre su trilogía en curso y su pasión por las letras.
En tus metas de vida, ¿alguna vez visualizaste escribir novelas?
El amor por la escritura me surgió a través de la lectura, recuerdo que, desde pequeño, me cuestioné el mundo de los libros; observaba la composición de las publicaciones, el pegado de las páginas y el olor del papel, luego me preguntaba sobre cómo se habían impregnado las letras en los lienzos. No se puede amar lo que no se conoce y al leer me inicié también en la escritura. Fue una maestra, durante mi sexto grado, quien, al ver las frases sueltas en el cuaderno, me motivó a escribir. De joven no me visualicé haciendo novela, empecé a los 26 en la ficción, pues siempre me he dedicado a la crónica social y política. Sin embargo, siempre me he visto como un contador de historias.
¿Cuándo te decides a dar el salto a la ficción y qué retos te impuso como escritor?
Desde muy joven escribo relatos cortos y libros de corte social y político, pero me surgió el deseo de probar la ficción larga, quizás producto de la necesidad de experimentación. Escribir novela es lanzarse a una telaraña, los retos que he atravesado no son para nada de índole creativa, son más bien de adopción, cada libro es un hijo que lo lanzas al mundo y te quedas a la espera de ser testigo de su desarrollo y de su éxito. En cuanto al proceso creativo no veo límites, sino distintas bifurcaciones por las que se pueden crear mundos paralelos.
Lee también: Marvin Galeas devela una historia de amor digna de Hollywood en nuevo libro
Entiendo que este segundo libro es parte de una trilogía ambientada en McKee (un pueblo). Describe brevemente qué encierra y si hay una conexión con tu historia personal.
Sí. Ya me encuentro escribiendo la tercera novela y con ella cierro el ciclo de esta trilogía ambientada en la Norteamérica profunda, el germen de la historia se desarrolla en un Mckee, un pueblo de Kentucky. Un lugar de pocas casas, blue grass -césped azul-, aserraderos y caballos pura sangre. Son tres novelas, la primera se titula “Teoría sobre una ausencia”, esta que estoy presentando es “El hilo invisible del amor propio” y la que se encuentra en el horno se llamará “La esquina oculta de la telaraña”. La trilogía sigue la vida de un hombre marcado por el éxodo de una madre salvadoreña, una infancia canadiense y una adopción estadounidense.
¿Qué nos puedes revelar del oscuro protagonista sin tener que “spoilear” a tus lectores?
Todos tenemos manías que se manifiestan y determinan nuestros comportamientos, muchos tenemos secretos o aficiones que las guardamos sólo para nosotros, puede ser un vecino que pasea por la calle siempre a las 6:00 a.m.; una mujer que huye silenciosa y sola a la arena para tomar el sol; pero también un hombre desconocido que no diferencia entre el sabor de un jugo de fresas o la sangre; un personaje oscuro que altera un determinado grupo: una familia, un pueblo, una ciudad o un país. El mal puede tocar y moldear nuestras vidas de manera imperceptible. Esta trilogía trata sobre el poder que las ausencias tienen en las personas, y cómo, en la peor de las circunstancias, la soledad puede ser la cerilla que incendie todo un bosque.
¿Cómo surge la idea de esta trilogía. La desarrollaste de un solo tirón o paulatinamente?
Para mí la novela es un personaje en sí misma, nace y va surcando posibilidades y tomando opciones a distintas velocidades, su trayectoria se va modificando con cada interacción, porque es justamente el lector quien interpreta lo que lee. Cuando tuve en mi mente la primera novela, también decidí el marco histórico y el universo del resto. Mis novelas se leen en capítulos, y conecto distintos puntos entre cada uno de ellos, los lectores habilidosos encontrarán esos túneles para ir al pasado y volver entre distintos capítulos. En mi segunda novela -‘El hilo invisible del amor propio’-, la frase “esferas de ojos saltarines” aparece con tres usos, primero como el nombre de una muestra de pintura contemporánea; la segunda se relaciona con la descripción tierna de Pushkin un perro muy amado por la familia; la tercera es la descripción de un rostro siendo ahorcado.
Mira además: Salvadoreño revela las monedas que usó la Virgen María en libro
¿Qué descubrirán tus lectores en “El hilo invisible del amor propio”?
El lector encontrará una apasionante verdad, que ya la tenemos cultivada pero no la hemos hecho germinar: solo el amor propio salva. Nuestro metro cuadrado es lo que nos determina, todo lo demás son adornos. El ser humano siempre encuentra una opción en las peores situaciones, porque llegados a un determinado punto es el hilo invisible del amor propio el que nos salva de la locura.
¿Por qué novela negra?
En mi primera trilogía quiero experimentar el humor sardónico (sarcástico); como sabemos, la vida está llena de contradicciones, pues en un mismo cuerpo caminan el bien y el mal; lo amargo y lo dulce. El lector salvadoreño no tiene muchas opciones de novela negra o psiconovela. Quiero construir un nicho, aunque pretendo experimentar otros géneros. Paralelamente a otros proyectos, me encuentro escribiendo una novela de sátira.
¿Estás convencido de que “nunca terminas de conocer a una persona”?
Cada persona se encuentra en constante búsqueda de un propósito, y ese propósito se ve modificado en el tiempo; somos seres sociales y ello nos obliga a calibrar nuestra brújula constantemente. Considero que a las personas las debemos considerar por sus valores. Hay que confiar en la gente franca, en la que dice lo que piensa, aunque esté equivocada.
Se dice que todos los seres humanos tenemos un instinto asesino. ¿Qué piensas al respecto y a que atribuirías que algunos no lo desarrollen nunca?
Todos somos un infiel en potencia, un cocinero, un ingeniero, simplemente nuestras habilidades blandas y duras han sido moldeadas para enfocarse en determinadas disciplinas y prácticas. Los archivos de los juzgados son referencias claras sobre las distintas acepciones del comportamiento humano. Hay personas que han sido denominadas como asesinos, pero solo son víctimas de las circunstancias y hay otros casos donde matar es el modo de vida de alguien, aunque cueste creerlo. El instinto, aunque sea un conducto congénito, se desarrolla con el tiempo, la práctica. Un cocinero y un asesino, en circunstancias distintas, requieren de aprendizaje. Yo, por ejemplo, he presenciado el horror de un asesinato y en las manos de la asesina no vi piedad, parecía que ese acto terrible lo hacia con tanta paciencia y conocimiento. Por otro lado, no me imagino al 99.9 % de las personas que conozco cometiendo un crimen.
Entérate: El Diablo reside en Sivarnia en nueva novela de Mirella de Wollants
¿Hay que haber leído el primer libro para entender este segundo volumen?
No necesariamente, pero yo siempre he dicho que no hay pasado sin presente. Pueden leerse por separado.
¿Qué satisfacciones te legó “Teoría sobre una ausencia”?
Escribir mi primera novela me ha dejado muchas alegrías, pero quizá la más valiosa es una comunidad de lectores con los que siempre hemos creado e intento mantener un lazo. Un escritor solo existe si hay un lector.
¿Dónde se pueden adquirir tus novelas. Hay versiones digitales?
En El Salvador mis novelas están a la venta en Librerías UCA, Libros La Ceiba y Clásicos Roxsil. A nivel mundial, se pueden adquirir en línea en Google Libros y Amazon, en formato Kindle y también en Amazon se puede ordenar para que llegue a la puerta de la casa de mis lectores en muchos países como España, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Australia, entre otros.