Los vitrales antiguos de la parroquia María Auxiliadora, o popularmente conocida como Iglesia "Don Rúa", están siendo restaurados luego de décadas de brindar color y un toque artístico al templo religioso que tiene su origen en la década de 1950.
Según el párroco de la conocida iglesia, Mauricio Dada, la intervención y restauración de estas piezas se realiza desde noviembre de 2024, debido a que los vitrales originarios del templo nunca habían tenido un mantenimiento profundo.
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Los 144 vitrales que tiene la parroquia tienen su origen en España e Italia, en 1964 -1965 aproximadamente, cuando el templo ya tenía 15 años de construirse. Por su importación fueron bendecidos antes de proceder con el proceso de armado y fijado en sus posiciones originales.
Este templo católico, ubicada en el barrio San Miguelito, del distrito de San Salvador, en San Salvador Centro, es un referente arquitectónico en la ciudad con su torre de 90 metros de altura donde alberga 40 campanas italianas, de las cuales cinco son volteadoras y 35 forman un carillón. La primera piedra de su construcción fue el 1 de noviembre de 1950, y la consagración fue en 1969.

Su diseño fue inspirado en la arquitectura de la Basílica de María Auxiliadora de Turín, en Italia, con un estilo basílico romano. La nave principal de la iglesia tiene una longitud de 69 metros y 25 metros de ancho. La altura de su cúpula es de 60 metros y la estatua de María Auxiliadora fue elaborada de cobra en Toscana, una localidad de Pietrasanta, en Italia. Esta estatua mide 5.90 metros de altura.
Carlos Rincón, un colombiano de 53 años de edad, es uno de los encargados de brindar una nueva vida a los vitrales originales del templo. Se ha especializado en este tipo de trabajos y los 32 años de experiencia en restaurar este ventanales artísticos respaldan su trabajo en países como Panamá y Colombia,
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En su primera vez que trabaja con la parroquia, Rincón asegura que es una labor muy grande por hacer debido a que los vitrales están en un estado deteriorado avanzado ya que no han recibido el mantenimiento adecuado durante décadas.
Según el análisis realizado por el especialista, las piezas tendrán un aproximado de 50 años sin recibir mantenimiento para conservar su color y forma. Lo recomendable es realizar este tipo de mantenimiento o restauración de los vitrales cada quince o veinte años como máximo, asegura.

"El tiempo, la suciedad, el agua lluvia, terremotos han hecho que se deteriore bastante". Desde la consagración del templo, en 1969, este templo ha resistido terremotos de grandes magnitudes como el de 1986 y 2001, y los fenómenos meteorológicos que todos los años azotan el país.
El párroco Mauricio Dada asegura que mantener estos vitrales en buen estado forman parte del servicio de la iglesia con los feligreses, ya que estas figuras forman parte de una catequesis y enseñanzas de Dios con quienes visitan el templo.
Hasta el momento desconocen el tiempo que durará la restauración progresiva de cada vitral, pues el equipo técnico evaluará el estado de cada uno. Sin embargo, el sacerdote explicó que los principales vitrales a restaurar son las 16 figuras marianas que forman parte de la cúpula, los ventanales laterales de la nave central del templo que retratan la historia de María como auxiliadora de la pasión y salvación de Jesús de Nazaret.
También, aseguró que posiblemente se restauren cuatro vitrales con imágenes del santo católico San Juan Bosco y cuatro del Sagrado Corazón de Jesús.
La empresa "Vitrales By Margarita Llort" también participa en la restauración de estos vitrales. Específicamente de todos los vitrales de la cúpula del templo. La empresa tiene alrededor de 42 años de experiencia en este tipo de intervenciones, siendo los vitrales religiosos su especialidad.
Esta empresa ha realizado otros trabajos de restauración de vitrales antiguos como los de la Basílica del Sagrado Corazón de la Calle Arce, de San Salvador, que tienen una antigüedad de 100 años aproximadamente.

LA CREACIÓN DE LOS VITRALES
Los vitrales de estilo clásico figurativo fueron creados en el Taller de Albano Macario quien fue un destacado fabricante de vitrales y otros productos de vidrio en Turín, Italia. Su empresa, el "Stabilimento vetrario Albano Macario e C.", se especializó en la producción de cristales, espejos y vitrales artísticos. El taller estuvo ubicado en el número 306 de Corso Francia en Turín y operó desde al menos 1926.
Los vitrales creados por Albano Macario adornan numerosas iglesias y edificios en Italia y en el extranjero, como por ejemplo, en la Iglesia de San Sebastián en Biella, se encuentran vitrales realizados por su taller en 1959.
Este mismo artista aportó unos vitrales de colores amarillo y celeste que forman parte de la Iglesia El Calvario. Fueron simplemente de colores y no figuras para que contribuyera a la iluminación del templo más acorde al estilo de construcción neogótico del templo capitalino.
Los vitrales colocados en los laterales de la nave central mide 3.90 metros de alto por 1.30 metros de ancho. Por sus dimensiones los vidrios fueron elaborados por partes para luego ser unidos por unas venas conformadas por 60% de estaño y 40% de plomo.

El pintado se realiza posterior a la fabricación del vidrio. En la restauración, se limpia con químicos el material desgastado y se vuelve a pintar si la pieza no está quebrada o dañada, si no debería ser cambiada por completo.
Según Carlos Rincón, por la experiencia que posee y el tiempo a dedicar en las piezas, cada vitral a restaurar podría demorarse entre 4 a 5 días en un mantenimiento completo, dependiendo de su estado actual.
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