El 19 de julio de 1919, en La Cruz (Liberia, Costa Rica), moría malherido y mutilado un profesor salvadoreño, que había tomado el fusil para combatir a la dictadura de los hermanos Tinoco. Aquel mártir se llamaba Marcelino García Flamenco y era oriundo de San Esteban Catarina (San Vicente), donde nació el 16 de septiembre de 1888.
Poco más de tres años después de aquel macabro hecho, las calles del centro de San Salvador se tiñeron de sangre. En la mañana de Navidad de 1922, las Ligas Rojas y elementos militares se unieron para masacrar a casi cien personas que participaban en una marcha a favor del candidato presidencial opositor, el abogado viroleño Dr. Miguel Tomás Molina. La oposición desistió de participar en los comicios de enero, que fueron ganados con el 100 % de los votos emitidos a favor del contendiente oficialista, el médico Dr. Alfonso Quiñónez Molina.
En las filas del frustrado movimiento molinista participaban tres jóvenes educadores. Inspirados por la figura martirial de García Flamenco, tomaron la decisión conjunta de fundar una alternativa educativa privada para forjar nuevas generaciones en conceptos y valores como derecho, constitución, ciudadanía, patria, honor, dignidad, deber e inclusión. Ni mujeres ni extranjeros quedaron lejos de sus objetivos.
Durante 1923, negociaron la compraventa del Colegio Franco-Salvadoreño, propiedad del ciudadano francés Emile Hérodier Bossard (Seine-Saint Denis, Île de France, 1887-San Salvador, 1959). Una vez realizada la transacción y tras obtener la autorización de las instancias correspondientes del Ministerio de Instrucción Pública, las clases comenzaron el 20 de enero de 1924.
Un siglo después, recordar sus vidas y obras es el mejor homenaje posible.
Salvador Cañas
Hijo de Carmen Cañas, Salvador de Jesús Cañas nació en la ciudad de Santa Ana, el 23 de enero de 1898. Se graduó de la Sección Normal anexa a la Escuela Superior Goicochea, el 4 de diciembre de 1913, en la misma promoción de Rubén H. Dimas. Inició su trayectoria magisterial en la Escuela Padre Delgado y en el Liceo Salvadoreño.
En 1929, los artistas plásticos Salarrué y José Mejía Vides iniciaron sus colaboraciones gráficas para las portadas e ilustraciones interiores de la revista institucional García Flamenco, dirigida en el colegio por el profesor Cañas.
El 21 de enero de 1932, en su texto combativo Mi respuesta a los patriotas, Salarrué lamenta sus años de ausencia de la literatura al escribir “Salvador Cañas «prepara» a sus muchachos”.
Entre 1930 y 1933, formó parte de los grupos literarios Rumbo (Santa Ana) y Cactus (San Salvador), con los que publicó sendos periódicos.
Integrante de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) y cofundador del Club de Prensa de El Salvador (San Salvador, 1943), con los también escritores y periodistas José Quetglas y Serafín Quiteño encabezaron la Secretaría de Información del Consejo de Gobierno Revolucionario (diciembre de 1948).
Colaboró en Espiral (San Salvador, 1922-1923), El nuevo día. Ágora del pensamiento (1929) y Cactus (1933), Patria, Boletín de la Biblioteca Nacional (1932), El día (1923-1933), Diario Latino, El Diario de Hoy, Tribuna libre, La tribuna (Usulután, 1928-1960), La nueva enseñanza, Ahora (1937-1951), Cultura (1955) y Síntesis.
Dio a prensas Huerto emotivo (San Salvador, Imprenta Comercial, 1919, 18 págs.) y Desde un plano mejor (prosas, San Salvador, Editorial Cuscatlania, 1925). Al momento de su muerte, dejó inédito su libro de crítica social El mesón.
En su vida personal, el 18 de diciembre de 1927 contrajo matrimonio con Dora Ángela Baca (San Salvador, 1904-1988), con quien gestó a Dora Ángela (San Salvador, 1928-Guatemala, 1983). Divorciado, el 14 de diciembre de 1932 se unió en nuevas nupcias con Zoila Hortensia Castro Castillo (1905-1953) y trajeron al mundo a Miriam Eugenia (San Salvador, 1937).
Víctima de anemia aguda, falleció en el Hospital Rosales (San Salvador), el viernes 20 de mayo de 1960, mientras se desempeñaba como subdirector de la Dirección General de Bellas Artes.
En julio de 1970, fue inaugurada la biblioteca del Colegio García Flamenco, bautizada con el nombre de este pedagogo, escritor y orador nacional.
Su nombre también fue usado para designar a un centro escolar rural establecido en el caserío El Copinol, cantón Malacoff (Tonacatepeque, San Salvador).
Francisco Morán
Francisco Morán Santamaría, hijo de Carmen Morán y Fernando Santamaría, nació el 17 de septiembre de 1897, en la ciudad de Nueva San Salvador (denominada Santa Tecla desde el 1 de enero de 2004).
Se graduó en 1911 de la Sección Normal anexa a la Escuela Superior Goicoechea (San Salvador), bajo la dirección del educador Juan J. Solórzano. Laboró en escuelas públicas de San Salvador y Nueva San Salvador hasta que se marchó a Costa Rica con el docente y declamador salvadoreño Francisco “Indio” Luarca. En territorio tico, ambos estudiaron en Heredia. Morán complementó esos estudios con otros en Ciencias de la Educación en la Universidad de New Mexico (Estados Unidos).
Desde muy joven se vinculó con proyectos literarios y periodísticos. Fue colaborador de Espiral (1922-1923), mientras que él mismo dirigía su periódico Juventud.
A inicios de octubre de 1929, fue uno de los cofundadores de la Unión Vitalista Salvadoreña o Partido Vitalista, cuya tribuna de expresión la constituyó el diario Patria y su sede fue el Colegio García Flamenco. Con prólogo de Morán, una selección de la obra intelectual de su líder Alberto Masferrer (1868-1932) fue publicada en San Salvador en 1946 y reeditada en la capital guatemalteca, en 1950.
A inicios de octubre de 1933, junto con varios hombres y mujeres intelectuales fundaron el Grupo Masferrer en las instalaciones del diario La Prensa. Ese grupo desapareció por orden del presidente y brigadier Maximiliano Hernández Martínez, quien consideró que se entrometía en política. Al profesor Morán se le impidió impartir clases dentro de su propio colegio y sólo ejercer labores administrativas durante casi ocho años.
El 21 de diciembre de 1941, durante el tramo final de la dictadura martinista, Morán y sus tres hijos salieron al exilio, por vía terrestre. Tras pasar por la ciudad de México, se establecieron en Ozark Town (Missouri), donde el educador salvadoreño enseñó historia mundial y lengua castellana. Retornó al país en 1944 para participar en la caída del régimen, pero sus vástagos permanecieron en territorio estadounidense.
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Fue presidente del Consejo de Educación Primaria y jefe de la Sección Técnica del Ministerio de Instrucción Pública (1928), primer vocal del Consejo Nacional de Educación (marzo de 1929), director de la Escuela Normal de Varones de El Salvador (1944), ministro de Educación en el gobierno en el exilio encabezado en Guatemala por el Dr. Miguel Tomás Molina (1944-1945), jefe de la Dirección General de Educación Secundaria (1950) y de la Dirección General de Educación Normal (1961), secretario de la Facultad de Humanidades de la Universidad de El Salvador y catedrático en distintas facultades del Alma Mater nacional. Desde enero de 1964 fue viceministro de Educación, mientras que el ministro fue el escritor y abogado Dr. Hugo Lindo Olivares (1917-1985), uno de sus exestudiantes en el García Flamenco.
En su vida personal, contrajo nupcias con la educadora Rosalinda Margot Tula (1900-1932) y procrearon a Ruth Margot (San Salvador, 1927-San Mateo, California, 2011), Óscar Eduardo (“Edward O.”, San Salvador, 1928-San Ramón, California, 2010) y Francisco (“Frank”, San Salvador, 1930-San Mateo, California, 2004).
En San Salvador, el 31 de julio de 1945 contrajo nuevas nupcias con la escritora y educadora Emma Posada Urrutia (1912-1997) y procrearon a Ana Isabel (San Salvador, 03.mayo.1946), conocida como Anabel, a quien Claudia Lars le dedicó su libro de memorias Tierra de infancia. Doctora en Medicina por la Universidad de El Salvador, se casó con el Dr. Fedor Stanley Menjívar Osegueda -primo de Rafael Arce Zablah, fundador del grupo revolucionario Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP)-. Ambos fueron secuestrados y desaparecidos por un escuadrón de la muerte, el 14 de agosto de 1981. Así quedaron en orfandad María Anabella (hoy abogada) y Nadia María (ahora cirujana dental).
Colaborador de Repertorio americano (Costa Rica, 1932-1933), Patria, Diario Latino y La Prensa Gráfica, Ateneo, Cultura y otros diarios y revistas más, publicó su libro de ensayos Alberto Masferrer o la conciencia de un pueblo (San Salvador, Ministerio de Cultura, 1951) y una traducción suya de la Balada de la cárcel de Reading, de Oscar Wilde (San Salvador, Dirección General de Bellas Artes, 1952). De forma póstuma apareció su volumen testimonial Las jornadas cívicas de abril y mayo de 1944 (San Salvador, Editorial Universitaria, 1979, 150 págs.).
Falleció en la ciudad de San Salvador, el 27 de octubre de 1973.
En su homenaje, un centro escolar de San Miguel de Mercedes (Chalatenango) ostenta su nombre.
Rubén H. Dimas
Rubén Humberto Dimas García nació en la ciudad de San Salvador, el 27 de marzo de 1898, de la unión de Filadelfo García y Antonia Dimas.
Efectuó la educación primaria en el colegio San Agustín. Ingresó a la Sección Normal anexa a la Escuela Superior Goicoechea. Se graduó el 4 de diciembre de 1913 y comenzó a laborar en la Escuela de Varones Padre Delgado. Impartió cátedra en la Escuela Normal de Maestros.
Residente con su progenitora sobre el antiguo camino de San Salvador a San Marcos (ahora 10ª. avenida sur, barrio San Jacinto), fue uno de los líderes del partido que, entre noviembre y diciembre de 1922, expresó su adhesión ciudadana a la candidatura presidencial del Dr. Miguel Tomás Molina.
El 10 de diciembre de 1932, contrajo nupcias con Mélida Hernández Alfaro (Sensuntepeque, 1906-San Salvador, 1990). En ese hogar gestaron a Ana María (1936), Regina Antonia (1941-1942), Mélida Josefina (1946) e Inés Guadalupe (1950-1968).
El 21 de septiembre de 1924 fue establecida la Federación Regional de Trabajadores de El Salvador (F.R.T.S.), seccional de la Confederación Obrera de Centroamérica (C.O.C.A.). Esa entidad estableció la Universidad Popular, donde los agremiados recibían clases de Morán y Dimas, entre otros intelectuales. Bajo el pretexto de que esas enseñanzas sólo buscaban atentar contra la denominada Dinastía Meléndez-Quiñónez, todos fueron capturados y la Universidad Popular fue suprimida en 1929.
En marzo de 1929, condujo la expedición de futuros bachilleres del Colegio García Flamenco a la ciudad de Guatemala, donde se hospedaron en el Hotel Rex.
A la caída de la dictadura martinista, se le designó subsecretario de Cultura y estableció el escalafón magisterial.
En diciembre de 1948 fue nombrado ministro de Cultura (después Educación) por el Consejo de Gobierno Revolucionario. Durante los dos años en el cargo, fundó la Casa del Maestro, la Cooperativa del Magisterio Nacional, la Ciudad de los Niños en Santa Ana, la Escuela Normal Rural de Izalco y el Instituto Nacional Central de Señoritas (ahora Instituto Nacional General Francisco Morazán).
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Retirado de sus funciones ministeriales, volvió al Colegio García Flamenco. En enero de 1974, fue condecorado con la Orden Nacional José Matías Delgado. En 1978, recibió la Palma de Oro.
En 1980, se retiró del servicio docente. En noviembre de 1985, recibió la Medalla al mérito civil, conferida en San Salvador por ocho instituciones cívico-culturales.
En la noche del viernes 19 de junio de 1987, en el Teatro Presidente (San Salvador) se le nombró Director Emérito del Colegio García Flamenco.
Falleció en la ciudad de San Salvador, el 6 de marzo de 1991.
Este artículo es resumen de un libro en proceso de investigación y redacción. El autor agradece el aporte documental del poeta e investigador cultural Vladimir Amaya.