5 misterios que esconde el Cementerio Municipal de Izalco

El Cementerio Municipal de Izalco "Padre Salvador Castillo", en Sonsonate, es un lugar donde se entrelazan historia y misterio, atrayendo tanto a turistas e investigadores locales como extranjeros interesados en hechos culturales y también paranormales.

Benjamín Bautista, oficial de Gestión Documental de la alcaldía municipal de Izalco y guía turístico local, destacó que Izalco es conocido como "el pueblo encantado" por su misticismo, nahuales, espiritistas y la comunidad indígena.

A la vez, enfatizó en que a lo largo de su trayectoria ha recopilado numerosos testimonios de experiencias inexplicables, principalmente en el cementerio, donde también se encarga de los recorridos de necroturismo.

Según el especialista, entre los misterios que esconde este panteón se encuentran:

1- La tumba de Macario Canizales

Uno de los personajes más destacados de este cementerio es Macario Canizales de la Virgen, mejor conocido como "El brujo cachimbón" que "cura" males de salud y amor.

La tumba de Canizales es singular: un nicho negro con una cruz a la cabeza y protegido por barrotes, donde visitantes dejan ofrendas como chicha, puros, tamales y flores en agradecimiento por los favores recibidos.

Otros llegan a realizar rituales de magia negra. Cada 27 de octubre, se celebra una vigilia en su honor, y el 2 de noviembre recibe decenas de tributos.

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2. La historia de la familia Barrientos

Las tumbas de la familia Barrientos son muy respetadas en Izalco, una de las más emblemáticas se encuentra a la entrada del popular cementerio. Es un mausoleo en el que reposan los restos de Carmen Ruano —tercera generación de la familia—, adornado con un ángel de mármol que data del siglo XIX y simboliza el poder que tuvo en la comunidad.

Esta familia dejó un legado notable en la economía y política local, incluyendo la unificación de las comunidades ladinas e indígenas. Se dice que el espíritu de una joven Barrientos que se suicidó aún ronda el lugar.

3. Voces y sombras extrañas

Muchos visitantes y lugareños relatan haber escuchado susurros y voces en este camposanto, a veces clamando justicia o pidiendo ayuda. Algunos prefieren no andar solos por ciertas áreas. Otro fenómeno común, dicen, son las sombras de las almas en pena de aquellos que no lograron reconciliarse en vida.

Oscar Masin, administrador del recinto municipal, afirmó haber visto espíritus pasar y escuchado gritos de auxilio. "Este es un cementerio de respeto, para entrar hay que traer los pantalones bien puestos", resaltó.

4. División ladinos e indígenas

El cementerio de Izalco está dividido en dos secciones para sepultar a quienes parten de este mundo: una destinada para personas que fueron parte de la comunidad indígena y otra para ladinos (mestizos). El área indígena refleja la herencia cultural, con tumbas repletas de ofrendas de la tradición ancestral.

En contraste, en la sección de los ladinos se observan símbolos de las diferentes religiones cristianas.

"Al cementerio indígena no cualquiera pasa por el temor a lo que se puede ver o sentir", añadió Masin.

5. La energía del cementerio

Finalmente, algunos de los habitantes de Izalco y también turistas aseguran que el cementerio emana una energía que afecta físicamente a quienes lo recorren de manera irrespetuosa.

Bautista mencionó algunos casos de personas que experimentan dolores de cabeza, mareos o presión en el pecho, advirtiendo que estos síntomas pueden indicar un malestar grave posteriormente.

Estas situaciones han llevado a muchos a creer que el cementerio de Izalco es un portal entre el mundo de los vivos y el de los muertos.

"IZALCO ESTÁ LLENO DE MISTICISMO. TENEMOS HISTORIAS ANCESTRALES, HISTORIAS SOBRENATURALES Y MUCHA RIQUEZA CULTURAL. NUESTRO CEMENTERIO GUARDA MISTERIOS INEXPLICABLES".

-BENJAMÍN BAUTISTA, OFICIAL DE GESTIÓN DOCUMENTAL DE LA ALCALDÍA MUNICIPAL DE IZALCO Y GUÍA TURÍSTICO LOCAL.

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