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Binaes a un año de su apertura, ¿salvó el patrimonio cultural y la educación?

La Biblioteca Nacional de El Salvador (Binaes) es uno de los sitios más frecuentados de la capital; sus visitantes encontraron una forma de beneficiarse con sus espacios y diversas actividades.

Por Menly González | Nov 19, 2024- 14:33

La estructura de la biblioteca continúa llamando la atención de nacionales y extranjeros, los locales de San Salvador, han ido aprendiendo como sacarle provecho. Foto EDH/ Menly González

En febrero de 2022 Nayib Bukele dijo en la inauguración de la construcción del nuevo edificio financiado por la República Popular de China que las antiguas instalaciones de la biblioteca se encontraban en una situación deplorable, ya que se ponía en riesgo el archivo nacional de la nación en cada invierno.

“Los gobiernos anteriores solo se dedicaron a saquear y destruir nuestro patrimonio cultural. Nosotros no estamos destruyendo patrimonio cultural, estamos destruyendo un edificio inhabitable que no servía para nada, para salvar nuestro patrimonio cultural, salvar a nuestra juventud e invertir en cultura, conocimiento, saber y aprendizaje”, agregó Bukele en su discurso recalcando que la nueva Biblioteca Nacional también albergará el Patrimonio Documental, a través de crear las condiciones indicadas para el Archivo General de la Nación.

Actualmente la Binaes es un edificio imponente que se levanta en el corazón del Centro Histórico de San Salvador. Su arquitectura sorprende a nacionales y extranjeros, pues resalta en una cuadrícula de calles relativamente pequeña y rodeada por edificios que datan del siglo pasado.

Frente a su fachada, la mayoría de visitantes aprovecha para hacerse una selfi antes de ingresar.

Comparando las postales captadas durante su primer mes de funcionamiento —con largas filas para entrar y conocer— con las actuales, compruebas que la afluencia se mantiene, aunque varía según las horas, de una jornada 24/7.

A la Binaes puedes ingresar por la recepción ubicada en la primera planta, en donde también funciona la Biblioteca Café y una tienda de la Editorial El Salvador; o por la entrada de la segunda planta, subiendo la escalinata, que es la más visible.

Al ingresar, los vigilantes hacen una revisión rápida de carteras y bolsones. Si deseas entrar sin pertenencias, en el primer piso hay más de 300 casilleros disponibles y seguros donde puedes dejarlas depositadas. Pero para eso debes entregar un documento de identidad como depósito para recibir la llave; si la pierdes, se te cobrará un monto de $5.65.

La seguridad también verifica los objetos personales para evitar que se ingresen armas o alimentos.

Sí, puedes llevar tus propios libros para leer, pero debes registrarlos en la recepción al ingresar y al salir, para evitar sospechas de robo de alguno de los ejemplares que pertenecen a la Binaes.

Los estudiantes de distintos niveles educativos son los más beneficiados con la tecnología que ofrece la biblioteca. Foto EDH/ Menly González

Además, algunos objetos electrónicos deben ser registrados con las recepcionistas. Según el personal a cargo, es por seguridad. La biblioteca tiene wifi que puedes usar de manera gratuita.

Para hacer uso de libros, computadoras, juegos de video, realidad virtual y otras actividades, debes activar la "Llave del saber", este proceso se realiza de forma virtual; los colaboradores de la biblioteca dan orientación para activarla desde el teléfono celular. Cabe destacar que todas las personas, incluso los menores de edad, pueden adquirirla.

A un años, todavía hay recorridos dentro de las instalaciones para salvadoreños procedentes del interior del país o para turistas extranjeros. Además, las agendas en sus seis niveles, según edades, se mantienen.

Asi, en el segundo piso hay actividades para niños de 0 a siete años y libros adecuados para este rango de edad; además hay clases y talleres para estudiantes de centros escolares, y sus padres pueden acompañarlos.

La iniciativa de leer un libro por alrededor de 15 minutos continúa, como un incentivo para poder utilizar el área de juegos de video. Los guías les explican a los padres de familia que después del tiempo de lectura se les hacen preguntas básicas, como por ejemplo: ¿qué les gustó del libro? o algún dato sobre personajes, etc.

El tercer y el cuarto nivel son para menores de ocho años y adolescentes: hay libros infantiles, cómics de DC y Marvel, las sagas de "Harry Potter", "Game of Thrones" o "Star Wars". Este espacio es el preferido para realizar las populares fotografías del recuerdo. Por su parte, las computadoras del tercer nivel son exclusivas para los usuarios de la edad correspondiente a esta área (de 8 a 12 años).

El quinto nivel es el espacio principal de lectura, aquí está la mayoría de libros y los espacios iluminados y cómodos para disfrutar de la lectura; aquí, el tiempo vuela si encuentras un buen libro y si te concentras en tus actividades de trabajo o estudio.

Entre las decenas de libreras que hay en este piso puedes elegir títulos de narrativa, cuento, novela, poesía, arte, política, economía, tradición oral, producción latinoamericana, clásicos, ciencia ficción, superación, psicología, ciencias exactas, tecnología, biografías e historia, entre otros.

Las ediciones de publicaciones de autores salvadoreños y sobre El Salvador están únicamente en la mitad de una librera en el quinto piso. Foto EDH/ Menly González

Los pasos a seguir son: explorar las libreras, elegir un libro y luego registrar que lo leerás con los colaboradores de la recepción de ese piso, o puedes acudir directamente donde ellos y preguntar si tienen el libro que buscas con el nombre del autor o el título del ejemplar.

Cada pieza de lectura es de uso único en la biblioteca y de la sección en donde estás, no es permitido llevárselas.

Lastimosamente, entre las decenas de libreras nuevas que hay en este espacio, solo en una pequeña parte está concentrada la oferta de autores salvadoreños, entre poetas, novelistas, historia, cocina y demás.

Los colaboradores se limitan a afirmar que la administración de la biblioteca está trabajando para ampliarla en un futuro.

El sexto piso se ha convertido en un espacio vital de reunión de estudios y elaboración de tareas, aquí pueden observarse grupos de trabajo de universidades realizando actividades virtuales en grupo, utilizando las pantallas de protección; o a estudiantes de educación básica realizando investigaciones en computadoras.

Algunos aprovechan los videojuegos de realidad virtual y hacen consultas de mapas de sus municipios con la visión 3D.

El acceso único al séptimo piso es por elevador. Ahí puedes apreciar las exposiciones artísticas y, al igual que el resto de niveles de la biblioteca, está disponible durante las 24 horas.

Desde agosto pasado, se encuentra instalada la muestra de la artista Licry Bicard, llamada "Retrospectiva", que está conformada por 44 obras que combinan acrílico y óleo sobre lienzo, mármol y pigmento mineral sobre tablero.

Te recomendamos visitar este lugar durante la tarde-noche, pues el espacio es ideal para apreciar los atardeceres que se esconden en el horizonte tras la iglesia El Calvario.

Tampoco puedes dejar de visitar las instalaciones del quiosco de la ex Dirección de Publicaciones e Impresos DPI, ahora llamada Editorial El Salvador. En este espacio puedes comprar a precios accesibles libros de reconocidos escritores salvadoreños, como Jacinta Escudos, Hugo Lindo y Alberto Masferrer, por mencionar algunos.

También hay ediciones pasadas de los Juegos Florales, libros de historia salvadoreña, ediciones de lectura para niños y más.

A un año de su apertura, la Binaes es un espacio necesario, participativo y seguro para poder adquirir conocimientos nuevos o tener herramientas tecnológicas a la mano de manera gratuita.

Sin embargo, aún no cumple en su totalidad la preservación del conocimiento, pues todavía no incluye el espacio de hemeroteca, necesaria para investigaciones que surjan desde las distintas academias del país.

Tampoco cumple la misión de reforzar la historia, cultura y tradición nacional, pues actualmente lo que más predomina son las imágenes y referencias sagas de ficción y  superhéroes.

Un joven hace uso de un videojuego de baile en el sexto piso de la Binaes. Foto EDH/ Menly González

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