Negra Álvarez, Licry Bicard, Titi Escalante y Nicole Schwartz son cuatro amigas que el arte volvió a reunir para mostrarle al mundo sus talentos, sus esencias y sus ingeniosas formas de crear verdaderas obras visuales.
Y es que, aunque ellas han sido amigas por más de 50 años, cada una tiene un lenguaje plástico propio y disímil que en la actualidad se ha convertido en su sello artístico, y les ha permitido destacar como referentes femeninos en las artes visuales salvadoreñas.
Gracias a sus exitosas trayectorias también se les puede llamar “maestras del arte”, ya que no solo se dedican a crear, sino también a transmitir sus conocimientos a nuevas generaciones que se ven traídas por sus extraordinarias formas de plasmar un mundo diferente y lleno de colores.
Crean esculturas, pinturas, dibujos y grabados, pero también han producidos ensamblados y aplicaciones de sus obras en utensilios de uso común. Además, exploran las nuevas modalidades de expresión digital. Prácticamente, han recorrido todas las técnicas existentes de la plástica.
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Las cuatro mujeres, madres y apasionadas del arte inauguraron el pasado 4 de octubre en Galería Izalco. Art su muestra colectiva denominada “Convergencias y divergencias”, con la que vuelven a fusionar sus talentos y sus historias.
Las artistas “convergen” en ser mujeres que cuentan con características que las hacen similares; sin embargo, “divergen” en sus experiencias de vida que han inyectado en sus piezas.
“Compartir una exposición después de tantos años con mis amigas artistas, me confirma que no éramos señoras que pintábamos como se pensó en una época, sino artistas para quienes el arte era una necesidad”, explicó Negra Álvarez.
Además, agregó que sus obras transmiten al público lo que a ella le impacta en cada etapa de su vida. En este caso, sus más de 10 piezas expuestas en técnica mixta y fotografía intervenida reflejan el concepto de sobrevivir y la problemática que genera la contaminación en el medio ambiente.
“Mi arte es la expresión de cada uno de los momentos de mi vida, por eso evoluciona en diferentes medios, expresiones y conceptos”, aseguró Álvarez.
Por su parte, Titi Escalante ha cautivado a los visitantes con su técnica en blanco y negro llamada Sumi-e sobre papel de arroz, la cual práctica desde 1986. Esta es una técnica milenaria japonesa muy difíciles de ejecutar, y que muy pocos practican en el país.
Con sus piezas pretende “captar el alma del sujeto, no visualmente, sino con lo que siente, lo que le produce” al verlas detalladamente.
“Es un honor que uno se pueda comunicar visualmente, que una persona diga ‘me gusta, entiendo, me identifico con eso’ y que nuestro arte cautive al público. Yo también pinto en óleo y hago esculturas en bronce. El óleo me encanta, acabo de terminar una serie de un árbol de mi abuelo en siete versiones…”, indicó Titi Escalante.
En el espacio artístico y cultural también se encuentran las obras de Licry Bicard, reconocida en 2004 por la Asamblea Legislativa como “Pintora Meritísima”, quien con sus diversas técnicas y estilos en dibujo, lápiz y monoprint marca la diferencia.
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“Lo que usted ve, eso es”, así describe Bicard a sus piezas, porque aseguró que le encanta la lectura del dibujo, “que las personas saboreen el dibujo”. Además, agregó: “A mí me gusta la naturaleza, la acción, la fregadera, porque el arte es para vivirlo”.
Su buen sentido del humor y su imaginación se ven reflejados en sus más de 17 obras en técnica mixta, dibujo sobre papel acuarela y monoprint que engalanan a la Galería Izalco Art.
“Yo dibujo rapidísimo, y si me paso una o tres horas saco bastantes dibujos”, afirmó Licry, quien llama humorísticamente a sus obras “garabatos”.
Otra que también cautiva con sus obras es Nicole Schwartz, artista naturalizada salvadoreña de origen francés. Tiene más de 65 años de dedicarte a las artes visuales, y aseguró que su deseo por la pintura comenzó luego de ver una exposición del reconocido artista Valero Lecha.
“Yo no podría vivir sin pintar, no lo hago todos los días, pero lo hago. Para mí el pintar es como respirar…Pintar me transmite alegría y lleva meses, aunque a veces hay pinturas que se terminan rápido”, dijo Schwartz.
Su hija Valerie Schwatz la acompañó a la exposición y también habló sobre lo importante que es para su madre pintar desde el corazón y la imaginación.
“Yo cuando la veo pintar hace una pintura y la deja; vuelve al siguiente día y la ve diferente, y le va agregando diferentes colores según lo que siente. Es como un proceso bien intuitivo… A la hora de pintar le gusta la paz, ella entra a su mundo y no le gusta que nadie la moleste”, explicó Valerie Schwartz.
Según un comunicado de Galería Izalco Art., “Ellas han demostrado con suficiente libertad que no hay barreras estilísticas que les impidan crear sus obras. Además, han transferido elementos posmodernos en sus búsquedas creativas, apropiándose de diversos lenguajes plásticos y elementos de la cultura visual contemporánea, de la fauna y el humor para integrarlos en sus propias dinámicas de producción, que por cierto es abundante. Las cuatro artistas convergen además en un respeto por el oficio, por lo bien hecho, pero a su manera”.
La exposición estará disponible hasta 8 de noviembre para que el público salvadoreño pueda visitar Galería Izalco Art., ubicada en la 87 avenida Norte, Colonia Escalón, en San Salvador; y disfrutar de cada una de las piezas, incluso, adquirirlas ahí mismo o a través del correo direccion@izalco.art.