“Guacata” es una de las frases más recordadas del payaso Chirajito y así tituló el artista salvadoreño Madjer Linares una de sus más recientes publicaciones en TikTok, con el fin de acompañar el video que muestra su obra dedicada a Arístides Alfaro Samper, nombre real del famoso integrante del programa “Jardín Infantil”.
Con más de 30 mil vista, el post se ha ganado el cariño y admiración de los usuarios que aseguran que el recordado Chirajito sigue vivo.
El mural en aerosol se encuentra en Verapaz, San Vicente, y es una creación de Moisés Esaú Linares Merino, conocido por el seudónimo de Madjer Linares, de 29 años, quien lleva más de 12 años en el mundo de las artes plásticas.
“Esa obra surgió porque él vivió ahí (Verapaz, San Vicente). La gente lo recuerda con cariño”, comentó el también arquitecto, todo un referente del arte urbano salvadoreño, ya que se ha destacado por sus murales y retratos de gran formato, enfocado en el estilo del realismo.
“Inicie mis estudios en 2010, en una escuela bastante modesta de arte y pintura. Paralelo a eso yo también ingresé a la universidad y me gradué de la carrera de arquitectura. Yo soy arquitecto, pero me dedico plenamente a las artes plásticas, siempre lo he hecho y lo seguiré haciendo… Es mi pasión, vivo de esto y vivo por él”, aseguró el profesional de la Universidad de El Salvador.
Gracias a las redes sociales, Madjer puede mostrar parte de su trabajo, ya que lo que postea es solo una parte de su variado y extenso portafolio.
“Siempre ha tenido que ver con el arte, hago trabajo de estudio: cuadros, obras al óleo, obras acrílicas y también los murales…”, explicó el originario de San Vicente, cuya obra personal es visible en espacios abandonados.
“Mi obra personal está enfocada en rescatar espacios abandonados, les doy como una rehabilitación por medio de la intervención artística. Actualmente estoy abordando una clínica destruida por un deslave, tengo alrededor de 13 murales en ese espacio”.
Madjer Linares, artista plástico
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Un cambio positivo
Al artista no le deja de impresionar como estos lugares se transforman cuando son intervenidos con este tipo de proyectos, ya que muchos de ellos dejan de verse como sitios donde se pueden cometer actividades ilícitas y pasan a convertirse en espacios donde jóvenes, personas mayores, niños… se toman fotos con los murales.
“Es un paso que puede abonar a transformarlo”, manifestó. “Es como un pequeño grano de arena para que esas comunidades, que tienen ese tipo de infraestructura abandonada, cambien la imagen, para que los niños, para que los jóvenes tengan esa influencia artística y más adelante puedan tener esa opción de desarrollarse también en ese ámbito y evitar caer en otro tipo de actividades. Me motiva a buscar ese tipo de impacto”, agregó.
En cuanto a la temática Madjer comentó que su trabajo es muy variado, ya que todo depende del estado de ánimo y la situación social que se está viviendo, así como lo hizo en el tiempo de cuarentena a causa de pandemia.
“Pinté algunos trabajos personales que tenían que ver con la pandemia, en ese momento tenía toda esa influencia y sentía la necesidad de querer representar algo gráficamente, que de algún modo podría llegar a contribuir a generar un poco de consciencia en toda la población. En ese entonces estaba enfocado en eso, pintar algo que podría ayudar”, detalló.
Formatos amplios
Madjer también reveló que se siente atraído por los formatos de gran dimensión, por eso la creación de los murales, ya que comenzó haciendo grafiti y siempre se tiende a pintar en espacios grandes por el uso del aerosol.
“Es bastante difícil de aplicarlo en superficies o espacios demasiado estrechos o pequeños, eso me obligó a pintar en espacios más grandes”, afirmó el profesional que con el tiempo ha sabido dominar la técnica y enfocar su estilo en el realismo, donde los detalles son de gran importancia.
Por eso, entre su portafolio se pueden encontrar muchos retratos y homenajes a personajes que han dejado un legado, ya sea en el ámbito del entretenimiento o social. Entre ellos están Monseñor Óscar Arnulfo Romero, Jorge “Mágico” González, Chirajito y Mario Moreno “Cantinflas”. Este último le recuerda los momentos que pasaba con su abuelo viendo las películas del comediante mexicano.
Linares también ha llevado su arte fuera de El Salvador, donde ha tenido la oportunidad de compartir con otros colegas. Es más, no puede creer que hacer arte urbano le abriría tantas puertas.
“He colaborado con distintos artistas nacionales y extranjeros. Es una experiencia bonita. Al principio no veía esto como algo profesional, y no pensé que hacer arte urbano me iba llevar tan lejos. La verdad, he ganado mucha experiencia, he adquirido mucha habilidad, pero algo más importante es que he ganado muchos amigos y conocidos. Es increíble, no lo logro expresar con palabras, como el arte urbano me ha abierto tantas puertas. No solo se ha dado conmigo -conversando con otros colegas- no nos esperábamos tanto”, dijo el admirador del pintor chileno Guillermo Lorca, quien también busca incursionar en la escultura y que un día se le cumpla poder intervenir un edificio abandonado en el Centro Histórico de San Salvador.