El creador de la impresionante iglesia de Nuestra Señora de El Rosario de San Salvador trascendió a un plano sobrenatural el pasado 17 de julio, tras sufrir complicaciones en su deteriorada salud.
Solo 10 días antes, el viernes 7, cumplió los 94 años , y ya se sentía cansado. Al menos esa fue la impresión que dejó grabada en la mente de su amigo de años Mauricio Bonilla, artista de la danza que tuvo la oportunidad de conversar con el arquitecto semanas antes de su cumpleaños.
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Llegó para solicitarle su ayuda en la elaboración de una escultura-homenaje para la gran precursora de la danza clásica en el país Alcira Alonso, a quien el Ballet Teatro del bailarín le rindió un emotivo homenaje el pasado 9 de julio.
Con mucha tristeza, Martínez Bulnes tuvo que rechazar el trabajo, pues afirmó a Bonilla sentirse cansado y mal de salud.
El pasado fin de semana, el también gestor cultural recibió la noticia de que el Premio Nacional de Cultura 2019 estaba en la UCI del ISSS, tras sufrir complicaciones pulmonares debido a su edad.
Bonilla nunca imaginó que aquella visita sería su última charla con el talentoso arquitecto.
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Y si bien es cierto que su obra maestra es el templo católico El Rosario, en el Centro Histórico de San Salvador, el legado artístico que Martínez Bulnes hereda al país es inmenso.
“... ha dejado un legado invaluable y ha engrandecido la cultura y el patrimonio de El Salvador, consolidándose como uno de los grandes artistas de nuestro tiempo. Su prolífica carrera abarca una amplia gama de obras, incluyendo monumentos, bustos, vitrales, plazas, iglesias y arte sacro...”, destacó el artista salvadoreño Teyo Orellana, al lamentar tan irreparable pérdida para las artes nacionales.
Entre las piezas esculpidas por Martínez Bulnes a lo largo de su prolífica trayectoria figuran Monumento a La Constitución, Monumento Cristo de la Paz, escultura del prócer José Simeón Cañas que se exhibe en el Museo de Arte de El Salvador (Marte), escultura de José Matías Delgado en el parque San José, el templo católico El Carmen de la colonia Roma, el Cristo crucificado en el templo San José de la Montaña y la controversial escultura del mayor Roberto D’ Abuisson que fue incautada en abril de 2022 de las instalaciones del partido Arena.
No obstante, su talento artístico también cruzó fronteras. En la iglesia de Fátima de la ciudad de San José en Costa Rica, se encuentra un Cristo de cuatro metros que reluce la firma del destacado salvadoreño.
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Pero, ¿cómo definir las huellas del maestro en la historia del arte de El Salvador?
El arquitecto Rafael Alas Vásquez, quien por años laboró en el Marte, “Rubén Martínez Bulnes deja un legado muy importante dentro de la historia del arte y arquitectura en el país. Su sentido espacial junto con su sensibilidad estética y destreza escultórica le permitió crear obras icónicas como el templo del Rosario en la capital, con un interior envolvente y aislante del caos urbano, así como propicio para el recogimiento espiritual. Pero estas cualidades también se reflejan en sus monumentos conmemorativos que ya son una referente dentro del perfil urbano, como el del Cristo de la Paz...”, resalta.
“Dentro de su producción escultórica destaca el uso del hierro, material que emplea de manera sincera para lograr una gran expresividad, tal y como se revela en sus Vía Crucis que se ubican en el templo antes mencionado y en el del Carmen, siempre en San Salvador. Su escultura de José Simeón Cañas impacta no solo por su cualidad dramática, dimensiones y particular posición si no por un admirable equilibrio, logrado en solo dos puntos de apoyo”, añade el especialista.
Alas Vásquez también cuerda a “Rubén por sus vitrales, técnica en la cual sobresalió, los cuales continuaremos admirando en varios templos del país por su manejo cromático y síntesis de formas. Independientemente de los reconocimientos que recibió, su huella ya estaba, y está, bien definida dentro del escenario cultural salvadoreño”, agregó.
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Para el pintor, diseñador y curador Antonio Romero, Martínez Bulnes fue un grande. Uno de los artistas más importantes de El Salvador del siglo XX, con un “lenguaje arquitectónico moderno muy de vanguardia, enfocado en esa mirada internacionalista, con un enfoque cercano al arquitecto, escultor y urbanista francés Le Corbusier (1887-1965). También una mirada artística potente, expresionista, muy fuerte con la escultura, marcada evidentemente por una figuración descarnada...”, resaltó.
Martínez Bulnes nació el 7 de julio de 1929 y cursó sus estudios de Arquitectura en la Universidad de El Salvador de 1949 a 1951. Su conocimiento artístico lo forjó con sus visitas a museos y galerías en distintos países
Además del Premio Nacional de Cultura 2019, recibió el galardón Valor Cultural de Concultura en 2003; el premio Ingenio 2008 del Centro Nacional de Registros (CNR) y el homenaje del Grupo TEA Escultura y Concultura, con una retrospectiva de su obra en la Sala Nacional de Exposiciones “Salarrué” en 2008, entre otros reconocimientos. También fue declarado Escultor Notable de El Salvador en 2012.
Otro de los artistas visuales nacionales que lamenta la muerte del maestro es Ronald Morán.
“Magnífico arquitecto, sobre todo por su obra culme, la iglesia El Rosario. Fue una audacia en muchos sentidos, en especial por el desafío a los cánones religiosos que primaban aún en esa época… Tuvo que haber sido una medida de fuerza con los responsables de la religión católica para lograr hacer algo así de atrevido”, enfatizó.
No obstante, el arquitecto mantuvo una buena relación con las autoridades eclesiales. Mucha de su obra habita en una diversidad de recintos religiosos.
En el marco de su cumpleaños 93, festejado el año pasado en su casa de Los Planes de Renderos, fray Javier Rivera, en ese entonces párroco de la parroquia de Nuestra Señora de El Rosario, destacó durante la misa de acción de gracias realizada como parte de la celebración: “Don Rubén puede sentirse satisfecho de su aporte a este mundo, porque ha continuado la creación que Dios comenzó, haciendo muchas cosas más para bien nuestro, para recrearnos en el arte y de esa manera también acercar nuestro corazón mucho más sensible a ese Dios que también, de manera muy sensible, se acerca a nosotros. Gracias don Rubén por todo lo que nos ha regalado”.
Guillermo Araujo, artista visual salvadoreño, agradeció al maestro por todo el aporte artístico que ha heredado a su tierra natal.
“Ni el Centro de San Salvador, ni la luz del Centro de San Salvador volvieron a ser los mismos desde que entré por primera vez a la Iglesia de El Rosario… disfrutar del contraste entre su exterior y su interior, una sorpresa espacial y de ambientes, la solemnidad con esos colores que acompañan homilías sentidas… y toda la galería interior que merece un recorrido íntimo con uno mismo… Más adelante, cuando fui docente, provocaba en los estudiantes también esas visitas. Cada vez que colegas artistas visitan el país también es un punto muy especial en las agendas. Muchas gracias Arq. Rubén Martínez por ese suspiro que cambió mi centro y mi luz!”, concluyó.
Ayer 18 de julio, se iniciaron las misas de novenario en su memoria en la iglesia El Rosario a las 5:00 de la tarde. También habrá rezo del Santo Rosario. Sus restos serán enterrados en esa parroquia que lo catapultó como un grande de la cultura nacional.