Ramiro, el hombre detrás de los negocios del FMLN

Desde el 1 de junio, el hombre fuerte de los negocios Alba ha perdido la inmunidad que le dio el FMLN por más de 10 años a través de diputaciones y cargos en el gobierno.

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José Luis Merino, uno de los máximos dirigentes del Fmln, integra la lista negra de los funcionarios corruptos del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Foto EDH/Archivo.

Por El Diario de Hoy

2019-07-16 9:00:28

José Luis Merino fue el hombre detrás de los negocios Alba. Pasó de la clandestinidad durante la época del conflicto armado salvadoreño a representar el conglomerado de empresas Alba Petróleos. Raras veces dio entrevistas o aparecía en los medios de comunicación. Siempre que tenía un evento público era esquivo y se rodeaba de gente que le construía un anillo protector sin ser agentes de seguridad. Es su estilo y su coraza.

Obtuvo fuero constitucional en 2007 cuando fue electo diputado propietario del Parlamento Centroamericano (Parlacen) y un año después fundó Alba Petróleos con alcaldes del FMLN que ya habían conformado la Asociación Intermunicipal Energía para El Salvador (Enepasa).

Ha gozado inmunidad por años

1. Después de la muerte de schafik Hándal,

José Luis Merino se consolidó como un dirigente de alto nivel en el FMLN, aunque su perfil nunca fue el de un político tradicional que buscaba un cargo en específico para incidir en el país sino el de alguien que siempre está tras bambalinas, pero que de manera astuta ha logrado incursionar en diferentes negocios; el más grande fue vía la estatal venezolana PDVSA y las alcaldías de partido de izquierda como un mecanismo de capitalización para Alba Petróleos, una empresa de economía mixta que inició con la venta de gasolina y que terminó expandiéndose a rubros como energía, alimentos e inmobiliaria.

 

2.Su diputación en el Parlamento Centroamericano

Su diputación en el parlamento centroamericano le permitió, desde 2007, gozaba de inmunidad que le daba la diputación bajo la bandera del FMLN. Pero en las últimas elecciones para diputados, en 2018, Merino buscó una diputación más no logró la cantidad de votos que le habrían permitido mantener fuero político, el que al menos le permitiría alargar cualquier proceso legal en su contra. El cargo le duró por casi 10 años. Él ha sido una autoridad en el partido efemelenista, así como también en las empresas Alba, donde fungía como “asesor mayor”. Tenía vínculos directos con gente de la venezolana PDVSA y del gobierno venezolano.

 

3. Un viceministerio que le asegura el fuero

Pocos meses antes de terminar su período como diputado centroamericano, Merino fue nombrado “Viceministro de Inversión”, una oficina dentro de la Cancillería de que no existía según confirmaron fuentes a El Diario de Hoy y que le permitió seguir gozando de esta protección. Fue en ese período en que vinieron sobre él las acusaciones de Estados Unidos. A través del Departamento de Estado, lo vinculó al tráfico de armas con la guerrilla de las FARC y al lavado de dinero, a través de “empresas de papel” en Panamá, país donde aseguraron habría movido unos $400 millones en varias cuentas.

 

4. Merino no se ha defendido de las acusaciones, pero el FMLN las ha tildado de infundadas y “calumniosas”.

 

Merino, también conocido como Ramiro Vásquez (su seudónimo de guerra) se convirtió además en el enlace directo entre Venezuela y el FMLN, así como con Alba Petróleos y Petróleos de Venezuela S. A. (PDVSA), empresa pública de ese país que aportó capital para que naciera ese proyecto en El Salvador bajo la promesa de una “finalidad social” en sus operaciones.

Sin embargo, cuando dejó de ser diputado del Parlacen en octubre de 2016, el gobierno del expresidente Salvador Sánchez Cerén le creó una nueva figura que le otorgaba inmunidad: lo nombró viceministro para la Inversión Extranjera, una dependencia que no existía en la Cancillería de la República y que le permitió, hasta el 31 de mayo, gozar de inmunidad porque, según la Constitución de la República, gozan de fuero funcionarios como el presidente y vicepresidente, los ministros, viceministros, embajadores y diputados entre otros cargos.

Fuentes internas de la Cancillería confirmaron a El Diario de Hoy que el trabajo de Merino en esta cartera de gobierno era inexistente y aseguraron que en el organigrama del viceministerio para la Inversión Extranjera no hay ninguna oficina relacionada ni personal asignado, excepto una secretaria que se mantenía en el despacho del ex funcionario respondiendo llamadas y tramitando solicitudes porque él “raras veces llegaba”.

El Departamento de Estados de EE.UU., que incluyó a Merino en su “lista negra” de personajes sospechosos de corrupción, advirtió en su informe de mayo que el veterano dirigente del FMLN nunca ha sido procesado, precisamente por estar blindado, es decir con inmunidad.

Merino buscó retener la diputación que le daba ese blindaje para el período 2018-2021. Corrió en las elecciones legislativas y municipales de 2018 por una diputación en el departamento de San Salvador, aunque sin éxito, pues solo logró unos 75,000 votos.

José Luis Merino, antiguo miembro del Partido Comunista, asumió mayor protagonismo en el FMLN tras la muerte de Schafik Hándal. Además siempre se presentó como “asesor mayor” de Alba Petróleos, incluso nombrando a allegados en sus empresas, como el caso de Erick Vega, uno de sus hombres de confianza que ha tenido cargos en Alba y en subsidiarias del conglomerado.

Vega fue asistente personal de Merino durante más de una década. Antes de que Nayib Bukele asumiera como presidente de la República, Vega participó de la comitiva que viajó con él a República Dominicana en abril.

Merino y sus nexos con Alba Petróleos aparece en una lista de investigación por corrupción revelada por el Departamento de Estado de los EE. UU., donde también se detalla que la familia Merino pudo haber desviado unos $400 millones en una serie de empresas ficticias que tenían cuentas en Panamá entre otras.

Merino tampoco goza de la simpatía y apoyo de funcionarios estadounidenses como el senador republicano Marco Rubio, quien lo señaló en reiteradas ocasiones como “lavador de dinero de primera clase” y aseguró que fue un proveedor de armas para las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Él hasta hoy no se ha expresado ante las acusaciones, pero el FMLN sí las ha calificado de “infundadas”.