Desde Simmer Down, en el corazón de Santa Ana, se disfruta de una de las mejores vistas de la catedral. Su segunda planta con un enorme ventanal permite comer mientras se contempla la fachada de la iglesia gótica y el juego de las palomas que vienen y van, junto al lateral en ladrillo visto.
Entre mirada y mirada, nada mejor que probar alguno de los singulares platillos “a fuego lento”, que salen desde la cocina comandada por el chef ejecutivo del restaurante: Mario Figueroa, quien detalla que desde hace diez años este lugar se ha convertido en un referente gastronómico para los santanecos y para los turistas nacionales y extranjeros.
Fue fundado en febrero del 2014 por Karla Solórzano, bajo un concepto reggae. Sin embargo, poco a poco ha ido evolucionando hasta convertirse en un espacio familiar, ideal para relajarse y degustar de una buena comida. Actualmente, forma parte del grupo santaneco Kase de los hermanos Solórzano.
Al recorrer las instalaciones, cada visitante se sumerge en un espacio único: lleno de arte, cultura, historia y la mejor gastronomía de la zona, que combina lo vintage, lo rústico y lo natural, todo en una armonía particular.
Y es que, está ambientado con columnas de troncos de árboles, infraestructuras de madera, sillas y estructuras de hierro, tablas de surf, conchas de mar, combis, bicicletas, llamativos cuadros y justo en el centro se ubica una llama encendida, con su leyenda insignia: “En el corazón [en dibujo] de Santa Ana”.
Receta mágica
Esta experiencia en Simmer Down es sellada a la perfección por su delicioso menú, acompañado de una Coca-Cola bien fría, la bebida estrella y más vendida en el restaurante.
De acuerdo con el chef, las pizzas son las consentidas de la casa, la más famosa es la Maradona —inspirada en el futbolista argentino— preparada con chorizo argentino, pimiento verde, cebolla y el chimichurri especial. Se puede pedir en tamaño personal o grande.
“Nuestras pizzas son recetas propias de la casa y como ingrediente secreto colocamos una pizca de amor y de misterio. Somos pioneros de la pizza artesanal en Santa Ana y como su propio nombre lo dice, es a fuego lento para que nuestros clientes se relajen en familia, en pareja o entre amigos, en un ambiente con buena vibra y buena comida. La mayoría acompaña su pizza con Coca-Cola”, puntualizó Figueroa.
Mientras que, el Medallón de Lomito a la Maitré es otro de los preferidos. Se prepara con un corte alto de carne americana con tocino, marinado con su mantequilla especial con hierbas. Servido con vegetales como acompañamiento.
A esta oferta se suman las opciones de ensaladas, pastas con mariscos, salmón, camarones, pollo y otros platos fuertes.
Los horarios de atención del Foodmark Simmer Down Santa Ana van de domingo a jueves, de 11:00 de la mañana a 9:00 de la noche; y viernes y sábado, de 11:00 de la mañana a 10:00 de la noche. Sin duda alguna, un lugar lleno de magia.
Cabe destacar que, estas delicias gastronómicas santanecas también se encuentran disponibles en las diferentes sucursales de Simmer Down: El Encuentro, en Sonsonate; San Benito, en San Salvador; Plaza Maya, un centro comercial en la entrada de Santa Ana; y Simmer Garden La Majada, en Juayúa.
“La característica principal de Simmer Down es la experiencia con el placer de la comida y la atención personalizada, con vínculos duraderos con el cliente”, añadió un integrante del equipo de atención al cliente del restaurante.