En un evento sin precedentes para la educación y la cultura de El Salvador, la Universidad Dr. José Matías Delgado (UJMD), a través de su Escuela de Bellas Artes (EBA), graduó a la primera generación de licenciados en música del país, demostrando una vez más su compromiso con la formación de profesionales capaces de transformar el presente y el futuro.
Esta primera cohorte, conformada por: Guillermo Burgos, Jaime López, Yasmín Flores, Gerson Beltrán, Silvia Rivera y Enid Fernández, no solo marca un antes y un después para la institución educativa, sino también para la historia salvadoreña y el impulso de la industria artística en el territorio nacional.
Los recién graduados se convierten en pioneros de una carrera que, hasta hace cinco años, no existía en la oferta educativa del país, donde la UJMD se ubica como la única institución con este pregrado.
En este sentido, la ceremonia de graduación fue un momento de orgullo y solemnidad, que reunió a las autoridades académicas de la prestigiosa casa de estudios superiores, representantes del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (MINEDUCYT) y a las familias de los estudiantes.
Arline Zapata, coordinadora de la EBA, se dirigió a los asistentes, subrayando el esfuerzo conjunto de diversas entidades, incluyendo la cooperación internacional, para hacer realidad la licenciatura. A la vez, enfatizó en que este logro académico representa un avance crucial en varias dimensiones. Más allá de ser una oferta educativa innovadora y un eje cultural, se posiciona como un fuerte motor económico para el desarrollo del país.
“El crecimiento de la industria artística en El Salvador ha sido notable en los últimos años, y con la incorporación de nuestros licenciados en música, el sector cultural gana un nuevo impulso. Este proyecto no fue un sueño de un día; es el fruto del trabajo colectivo de muchas personas e instituciones, que han entendido la importancia de contar con profesionales que transformen la educación y la cultura de El Salvador", señaló.
Justamente, la creación de la carrera responde a una necesidad urgente de formación en áreas como la ejecución musical, la enseñanza y la gestión cultural, lo cual fortalece el potencial salvadoreño para integrarse en un entorno global más competitivo.
"Este era un paso necesario para el país. La formación de profesionales en música nos permite ampliar el impacto de la cultura en términos de expresión artística y como una herramienta educativa y social. Hoy somos testigos de un hito educativo en el que el arte musical ha encontrado su espacio en nuestra oferta académica y tenemos el impacto transformador en la vida de quienes eligen este camino", agregó Zapata.
A la fecha, los seis licenciados en música ya destacan en áreas como la enseñanza, la dirección de coros, la gestión cultural y la interpretación musical, entre otras áreas, generando un impacto positivo en la sociedad, con un enfoque profesional y estratégico, llevando su talento a escenarios nacionales e internacionales.
Cabe destacar que, para quienes cumplen con los requisitos de ingreso y con las notas requeridas por el MINEDUCYT, esta es una carrera que brinda la opción de obtener el escalafón; ya que el pénsum está muy ligado al ámbito educativo, sin descuidar el perfil artístico.
Un camino de oportunidades
Gerson Beltrán, uno de los graduados, aseguró que el recorrido por la carrera no fue fácil, pero sí profundamente gratificante. Describe su experiencia como un trampolín, con amplias oportunidades de desarrollo, en donde fue posible cumplir metas y hacer realidad sus sueños.
“Este título no es más que alegría, realización personal y compromiso con la sociedad, de demostrarle a todos que la música sí es una carrera, es una profesionalización que se está haciendo aquí en El Salvador”, expresó. En cuanto a su visión de futuro, el profesional tiene claro su objetivo: transformar la percepción de la música en El Salvador, especialmente en el ámbito educativo.
“Mi aspiración personal es hacer un cambio en la educación musical del país. Que las personas dejen de ver la música como un pasatiempo o una materia de relleno, sino como algo significativo, sobre todo para los niños. La música no es solo tocar un instrumento o aprender canciones; es un disciplina de futuro y profesionalización que puede transformar vidas”, dijo.
Finalmente, compartió un mensaje para los jóvenes que sueñan con estudiar música: “Cuando inicié mi carrera a mí me hubiera gustado escuchar esto que hoy les digo a los futuros licenciados en música: no tengan miedo. Si se hace el trabajo con pasión, en el camino vienen los triunfos”.
Beltrán, al igual que sus compañeros, enfrentó un proceso formativo riguroso, marcado por desafíos, como la pandemia global. Sin embargo, este contexto fortaleció su capacidad de adaptación y resiliencia, mediante la sólida educación integral que brinda la UJMD, apostando fuertemente por aspectos técnicos y teóricos, así como por habilidades blandas y prácticas.
Formación de calidad
Como reflejo de esta sólida preparación en la UJMD, el 100% de los graduados en música ya se encuentra laborando en su área de formación.
De esta manera, la UJMD y El Salvador dan un paso significativo hacia el fortalecimiento de la cultural, con profesionales listos para asumir roles de liderazgo y contribuir al desarrollo del país desde este sector.